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Italia: el gobierno de Silvio Berlusconi enfrenta una crisis política

El primer ministro acusó de "traición" a su principal aliado, el presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, y le pidió que dejara su cargo.

Alianza BBC
30 de julio de 2010

El gobierno del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, enfrenta una profunda crisis política.

Berlusconi acusó de "traición" a su principal aliado, el presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, y le pidió que dejara su cargo.

Esto podría dejar al gobierno en minoría y al borde del colapso.

Las tensiones en la coalición que dirige los destinos del país desde 2008 han sido habituales, según los analistas, pero esta vez se trata de una crisis que podría derivar en elecciones anticipadas.

La alianza entre Fini y el primer ministro se retrotrae a la década de los años 90, cuando la irrupción de Berlusconi alteró profundamente el panorama político italiana, dominada desde la posguerra por los demócrata-cristianos.

En los últimos meses Fini, en su papel de titular de la Camara de Diputados, había criticado lo que llamó el tráfico de influencias del gobierno y la llamada "ley mordaza", que evita la difusion de escuchas telefónicas y grabaciones judiciales.

El corresponsal de la BBC en Roma, Duncan Kennedy, recuerda que Berlusconi había objetado que magistrados y fiscales estaban ordenando demasiadas interceptaciones y había criticado la abundancia con la que los medios de comunicación publicaban sus resultados.

Tras el estallido
Los analista afirman que si la crisis no estalló antes se debió a que, el miércoles, Berlusconi necesitó de la cintura política de Fini en la Cámara de Diputados para ganar un voto de confianza respecto del paquete de ajuste que incluye recortes del gasto público por unos US$32.000 millones.

Con esta medida en el bolsillo, Berlusconi decidió romper lanzas.

Poco parece quedar ahora del gobernante Partido de la Libertad, la coalición integrada por Forza Italia, de Berlusconi, y la Alianza Nacional, el partido posfascista de Fini.

La gran pregunta es si los 35 diputados y los 15 senadores que adhieren a Fini lo seguirán en la oposición.

De hacerlo, el gobierno de Berlusconi quedaría en minoría.

Segun el diario La Repubblica, Fini cuenta con la lealtad de 34 de los 50 legisladores y está buscando garantizar la de los restantes miembros.

Dada la gravedad de la crisis, muchos analistas le dan semanas o meses de vida al gobierno de Berlusconi y muy pocos creen que llegue a 2013.

Un enigma más profundo es el impacto que todo esto tendrá en el futuro político de Berlusconi ahora que su alianza con Fini, tan funcional a su crecimiento político desde la década de los años 90, parece terminada.