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La reina Elizabeth II posa con líderes del G20 en el Palacio de Buckingham el miércoles 1 de abril. Sentado a su izquierda el primer ministro británico Gordon Brown, a su derecha, el presidente de Brasil Luiz Innacio Lula da Silva. En segunda fila: el primer ministro de Holanda; Kgalema Motlanthe, presidente de Sur África; Barack Obama, presidente de EE. UU. Arriba, el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva; el de Japón, Taro Aso y el de Italia, Silvio Berlusconi. | Foto: AP Foto/Kirsty Wigglesworth, Pool

LA CUMBRE DEL G-20

La discusión empieza en serio

El conteo terminó y ahora empieza la discusión: los líderes del G-20 están debatiendo el futuro de la economía global en momentos en que se vive la crisis financiera más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

Julián Miglierini, enviado especial de BBC a la reunión del G-20
2 de abril de 2009

Los líderes del G-20, que reúne a las 20 mayores economías del mundo, estarían cerca de llegar a un acuerdo sobre las medidas a implementar para aliviar la grave crisis financiera internacional.

En la sala principal de reuniones del centro de convenciones Excel, en Londres, donde se reúnen los mandatarios, más representantes de organismos multilaterales y bloques regionales, se habría llegado a un principio de acuerdo sobre los aportes que las naciones harán al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se habla de una ayuda de un total de US$500 millones, lo que -según los analistas- triplicaría la cantidad de dinero que el FMI tiene a disposición para ayudar a los países en dificultades financieras.

El miércoles, México confirmó que usará parte de esa ayuda: abrirá una línea de crédito con el organismo que ascendería a US$47.000 millones.

Si bien los líderes del G-20 han avanzado en este área, todavía quedan varios temas por discutir: los estímulos de los gobiernos, la situación de los paraísos fiscales y el temor de que el proteccionismo le gane al libre comercio en tiempo de crisis.

Sobre este último punto, el primer ministro británico, Gordon Brown, fue claro en su breve discurso de apertura de las sesiones. Dijo que estaba convencido que de la cumbre surgiría un fuerte mensaje en contra de mensajes proteccionistas.
 
Expectativas
 
En medio de un operativo de seguridad que ha tomado el control de un área de varios kilómetros en el este de Londres -que rodean el centro de convenciones donde se lleva a cabo la cumbre- y bajo los ojos de centenares de periodistas, los líderes de algunos de los países más poderosos del mundo llegaron a la cumbre en medio de grandes expectativas por los resultados.

Ya se habían visto las caras en la noche del miércoles, en una recepción en el Palacio de Buckingham y luego en una cena en la residencia oficial del primer ministro británico.

Este jueves, los mandatarios -que incluyen a los presidente de México, Argentina y Brasil- estarán reunidos durante la mañana y parte de la tarde para buscar consensos en torno a cómo afrontar la fuerte desaceleración de la economía mundial.

Será poco después las 15:30 (hora de Londres) cuando el anfitrión, el primer ministro británico, Gordon Brown, ofrezca una conferencia de prensa en la que comunicará los resultados de la cumbre.

Por ahora se ha informado que circulan varias versiones del comunicado final -algunos hablan de hasta cuatro borradores- y en las últimas horas no se han producido acuerdos definitivos sobre el contenido exacto del texto.

Diferencias

Los debates de los últimos días han estado marcados por las divergencias respecto de cuáles son las prioridades que deben seguirse, mientras los mercados tambalean y las protestas populares se hacen cada vez más frecuentes.

Por un lado, Estados Unidos y el Reino Unido quieren que los países miembros del G-20 se comprometan a hacer lo que ellos ya han hecho: inyectar liquidez en sus economías, estimulando el consumo y evitando la pérdida de más empleos.

Otro sector, liderado por Francia y Alemania, cree que la prioridad ahora consiste en reformular la arquitectura financiera mundial para evitar que se produzca otra crisis de estas proporciones.

Por su parte, las potencias emergentes como China, India o Brasil buscan incrementar su influencia en el manejo de instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Otros creen que la prioridad es ayudar a los países más pobres del mundo, que se están viendo afectados más rápida y severamente por la recesión en las naciones industrializadas.

Por ello, la lista de tareas de esta cumbre no es ni breve ni simple.

Contrarreloj

Debido a las diferencias, es difícil creer que unas pocas horas sentados a la mesa de discusiones servirán para diseñar una hoja de ruta detallada para solucionar los graves problemas que aquejan a la economía mundial.

Muchos escépticos señalan que, en el breve encuentro, cada uno de los líderes tendrá unos pocos minutos para expresar su punto de vista y casi no quedará tiempo para un intercambio de opiniones.

Sin embargo, los "sherpas" -como se conoce a los soldados de la avanzada diplomática que precede a este tipo de cumbres- han trabajado intensamente en el logro de un consenso.

Además, y aunque no surjan medidas concretas de esta cumbre, la amenaza de países como Francia de retirarse de la mesa si no consigue sus objetivos han logrado dar la impresión de que un comunicado conjunto, firmado por todos los asistentes, podría ser reivindicado como un éxito.

Las protestas del miércoles en el distrito financiero de Londres se repiten también este jueves.

Algunos manifestantes lograron interrumpir el tráfico en las inmediaciones del centro de convenciones Excel, aunque la presencia policial en esta zona industrial parece indicar que el desarrollo de la cumbre no será interrumpido por manifestantes.

Mientras tanto, las protestas en el distrito financiero de la capital británica han convocado para este jueves a muchas menos personas que las del miércoles, en las que se estima que participaron unas 5.000 personas.

Durante las movilizaciones del miércoles se registraron brotes aislados de violencia, un hombre sufrió un colapso y murió, y la policía dijo que había arrestado a 87 individuos.

Según los periodistas de la BBC en el lugar, sólo unas 40 personas se estaban manifestando este jueves afuera del London Stock Exchange, el mercado bursátil de la capital británica.