Bush ataca de nuevo

12 de mayo de 2007

La discreta elegancia de la reina Isabel II de Inglaterra contrastó con los repetidos desaciertos del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, durante la visita de su majestad a Washington. El presidente-anfitrión titubeó en varias ocasiones y en la cena de gala no atinó a ponerse de pie cuando la Reina hizo un brindis, por lo que ésta terminó haciéndolo sola. Bush incurrió en el inapropiado gesto de aludir a la avanzada edad de la Reina al comentar que ha cenado con 10 presidentes estadounidenses. Y acto seguido recordó su presencia en la celebración de los 200 años de la independencia estadounidense en "1776". Y lo peor es que para tratar de desembarrarla, le hizo un guiño a su invitada de honor para tratar de excusarse. Una nota de la BBC anunció que no se recuerda que en el pasado mandatario alguno le haya picado el ojo a la soberana. Bush remató después: "Me miró como sólo una madre puede mirar a un hijo". Pero con una frialdad asesina.