Corte polémica

22 de noviembre de 2005

Aun cuando su popularidad va en picada tras los errores cometidos para afrontar al huracán Katrina y las insistentes críticas por la guerra de Irak, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sigue con maniobras políticas polémicas y provocativas. La última de ellas fue la designación de Harriet Miers, una abogada cercana a la familia Bush, como candidata a ocupar la silla vacante en la Corte Suprema de Justicia de ese país. La decisión ha generado una lluvia de críticas por parte de los demócratas, que acusan a Bush de 'amiguismo', y de los mismos conservadores, que dudan de las capacidades de la candidata. Nadie sabe con certeza la manera de pensar de Miers sobre temas polémicos como el aborto, pero lo que sí es cierto es que su posición debe ser muy cercana a la del Presidente, con quien ha trabajado en las últimas dos décadas. Miers, después del recién nombrado presidente de la Corte Suprema, John Roberts, sería el nuevo comodín de Bush dentro del sistema judicial.