Culpa del gobierno

EL GOBlERNO ALEmán es el culpable de la muerte de cinco ciudadanas turcas a manos de los neonazis la semana pasada en la ciudad de Solingen. Esa tesis, sostenida por varios grupos políticos alemanes, se basa en tres factores.
Por una parte, desde los hechos de noviembre en Moelln, cuando fueron asesinadas tres mujeres turcas, la policía tuvo tiempo suficiente para detener el progreso de los grupos de ultraderecha, que continuaron en sus actividades a la luz del día.
Por otro lado, dos días antes de la matanza el Bundestag (Parlamento) aprobó, con la anuencia del gobierno, una ley para restringir fuertemente el derecho de asilo, que hasta entonces era prácticamente universal. Ese viraje político fue considerado una aprobación tácita al concepto de que los extranjeros son indeseables.
Y por último, el propio canciller (primer ministro) Helmut Kohl no ha sido suficientemente explícito en sus condenas a los grupos xenófobos. La prueba, dicen los opositores, es que no asistió al funeral de las víctimas.