Fuera gringos

14 de abril de 2007

Decenas de miles de chiítas inundaron las calles de Nayaf portando banderas iraquíes y exigiendo el inmediato desalojo de las fuerzas estadounidenses. Fue el acto más significativo registrado en Irak el pasado 9 de abril, fecha en que se cumplieron cuatro años de la invasión, hecho que en 2003 consumó el desplome del régimen del sunita Saddam Hussein. Un toque de queda impuesto en Bagdad impidió por 24 horas la circulación de vehículos ante la amenaza terrorista. Sin embargo, los bombazos están lejos de ser controlados y ya hacen parte de los reportes cotidianos. Ni la estrictamente custodiada Zona Verde, que alberga las principales oficinas del gobierno y de las fuerzas de ocupación en la capital, está a salvo. Un ataque suicida en la cafetería del Parlamento acabó con las vidas de ocho personas.