LA CARNE POR LAS NUBES

9 de septiembre de 1991

CADA QUE CEDE EL Indice de Precios al Consumidor. En julio, los precios crecieron 1,81 por ciento, y el acumulado anual se ubicó en 31,60 por ciento, menos de un punto por debajo del índice de inflación de 1990. Lo que quiere decir que la meta del 22 por ciento para 1991 se ha vuelto una utopía. Pero no necesariamente, por muy raro que suene, que hayan fracasado las políticas antiinflacionarias. Porque la verdad es que de no ser por estas últimas, los precios podrían haberse desbordado. En octubre del año pasado, los informes preliminares de la misión del Fondo Monetario Internacional que visitó al país en cumplimiento del artículo IV de los estatutos de la entidad aseguraban que de no adoptarse drásticas medidas la inflación en 1991 podría fácilmente superar el 40 por ciento. Otra cosa es que algunos factores hayan impedido una reducción mayor de la inflación, como el precio de la carne. Esta volvió a subir en julio por encima del promedio general (4,09 por ciento), empujando hacia arriba el rubro de alimentos. Por eso suena un poco raro que el Gobierno no se haya decidido a bajar los aranceles para dicho producto.