Los caprichos de Cameron

No ha pasado más de un mes desde que el primer ministro británico David Cameron llegó al poder y desde ya los servicios de seguridad se están quejando. El líder de los tories no tiene reparo en caminar sin escoltas por las calles de Londres e insiste en conservar su BlackBerry, pese a que le han recomendando utilizar un teléfono encriptado. Cameron está dispuesto a gobernar con austeridad, tanto así que espera promover el uso del transporte público entre los miembros de su gabinete. Además ha corrido el rumor de que el nuevo jefe de gobierno no quiere mudarse al número 10 de Downing Street, lo cual hizo recordar lo difícil que fue para Barack Obama dejar sus antiguos hábitos.