Preocupación en el mundo

12 de febrero de 2006

El actual brote de gripe aviar, que se ha extendido de forma dramática, encendió las alarmas en todo el mundo. El campanazo por la cercanía a la Unión Europea (UE) se dio la semana pasada con la aparición del virus en Turquía, Rusia y Rumania. El primer caso en Europa se registró en Grecia. Tras el ingreso a Europa, los países de la UE adoptaron medidas extremas, como el aislamiento de todas las aves domésticas, para impedir el contacto de estas con aves migratorias infectadas, y la prohibición de transportar productos avícolas desde zonas de riesgo. Además, miles de aves han sido sacrificadas. Desde finales de 2003, 60 personas han muerto en Asia a causa de la enfermedad, que es transmitida a los humanos por el contacto directo con las aves. En caso de que el virus llegue a mutar y logre transmitirse de persona en persona, con la facilidad de una gripa común, pero con consecuencias mortales, se puede producir una pandemia como la que en 1918 acabó con las vidas de entre 40 y 50 millones de personas en todo el mundo.