Tomando el pelo

15 de febrero de 1993

EL GOBIERNO SALVAdoreño de Alfredo Cristiani está jugando con fuego. Los acuerdos de paz del año pasado, que llevaron a la terminación de la guerra civil a finales del mismo, comprendían la "depuración", de 111 oficiales de las Fuerzas Armadas a más tardar el 31 de diciembre. Pero aunque 86 de ellos han sido destituidos, el resto pasó a "disposición", de la Jefatura. Lo que más produce inquietud es la permanencia de ocho de ellos (incluido el ministro de Defensa general René Emilio Ponce) hasta mayo de 1994 y el envío de otros siete a los servicios exteriores Cristiani no sólo se expone a las iras del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que ha cumplido su parte, sino de la ONU. Las últimas amenazas vienen del congreso norteamericano, donde el legislador Joe Moakley quien presidió la comisión investigadora de la matanza de los jesuitas en 1989 advirtió que la futura asistencia dependerá del cumplimiento estricto de las condiciones de la paz.