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Casineros bailan en la pasada muestra de Ilé Danza en Bogotá. Foto: Xentuz

En Bogotá

El casino, la salsa que se baila en rueda

Durante la última década se ha consolidado en el país un baile que nació en las calles de La Habana, Cuba, a mediados del siglo XX. El próximo domingo, en El Virrey, se celebrará la edición 25 de Casino al Parque.

Daniela Hernández
2 de febrero de 2017

La timba es el llamado para que los casineros salgan a la pista y formen un círculo de parejas. Entre palmas, bullas y vueltas, se intercambian como respuesta a la voz enérgica de un líder.  Este es lenguaje universal de la salsa cubana, en el que la técnica es tan importante como la diversión. El casino, como lo dicen sus bailadores, es “pura gozadera”.

Este domingo 5 de febrero a las 11:00 am, el parque El Virrey será el escenario de la edición número 25 del Casino al Parque. El evento organizado por Ilé Danza, una de las academias que lidera el movimiento de bailes populares cubanos en Bogotá, reunirá cerca de 100 aficionados de esta nueva manera de sentir la salsa. Además se ofrecerá una clase gratuita de rueda de casino básica.

Este estilo nació en La Habana a mediados del siglo pasado, en medio de reuniones de mulatos en el Casino Deportivo; de ahí viene su nombre. En ese entonces, el novelista cubano Jesús Díaz describió su surgimiento  la novela Las iniciales de la Tierra: "La rueda era una cofradía, una secta, una especie de religión del baile (...) Poco a poco fueron inventando un modo que ya no era tan libre, espontáneo y fresco como lo de los negros de las verbenas de la Tropical, pero que era también hermoso, un poco espectacular, concertado y a su manera bello, sensual y sabroso como el son (...) Cuando alguien les preguntaba que qué modo de bailar era ese, respondían invariablemente: estilo Casino”.

A Colombia el casino llegó por tres puertas diferentes: Cali, Bogotá y Medellín. Carlos Trujillo, actual director de Rucafé, lo trajo de un viaje a Cuba y lo llevó a la capital del Valle del Cauca en 2000. Ese mismo año, un habanero abrió un espacio para el casino en Bogotá, en la pista de baile del Goce Pagano, donde enseñó su estilo a Nelson Cano, quien seis años después, junto a Jesús Cabezas Sebastián Muñoz, crearía el primer proyecto oficial de enseñanza de este baile: Ireaiku, que más tarde pasó a llamarse Pataki. En Medellín, el pionero fue el venezolano Germán Regalado, hoy director de Baila Latino, quien se dedicó a su enseñanza en 2011 cuando, según él, “se cansó de no tener con quién bailar casino”.

El movimiento casinero en Colombia, que actualmente reúne a más de tres mil bailadores, comenzó de la misma manera en las tres ciudades: alquilando espacios en otras academias, bares y teatros para poder dar las clases. En Bogotá, por ejemplo, las primeras academias propias surgieron seis años después de que llegara a la ciudad. En Cali su acogida fue tal que, en 2007, un grupo de 512 parejas logró el Record Guiness de rueda de casino más grande del mundo (récord que Grecia superó 7 años después con 551 parejas)

La enorme acogida y popularización de lo que hoy es una comunidad mundial obedece, según sus fundadores, a la siguiente fórmula: hay un componente de diversión que sustenta el proceso de aprendizaje, además de una construcción de identidad de lo que significa bailar casino y poder comunicarse con otras personas en un mismo lenguaje que se baila. Cualquier persona puede ejecutarlo sin tener que cumplir con requerimientos de técnica profesional, peso o edad. Otro de los atractivos es la dinámica de los cursos, que en pocos meses dotan de trucos y agilidad a los aprendices para salir a deslumbrar en la pista.