Parecía imposible pero lo lograron. Los organizadores del Festival Estéreo Picnic sortearon la pérdida de la banda que ningún otro festival en Latinoamérica tenía. Esa que, desde su anuncio, llenó de aire la camiseta del evento en su edición de aniversario. Páramo confirmó el lunes en la mañana que, en lugar de The Prodigy, vienen otros pesos pesados, otros históricos de la electrónica y del arte visual: Underworld.
Si vivió los años noventa, quizás recuerde esta canción.
The Prodigy canceló su visita (y su actividad) por el lamentable suicidio de Keith Flint y, más allá de la gran oferta musical que trae en 2019, la noticia había dejado al festival en una especie de limbo. Herido, incompleto y dolido por la pérdida humana y por el cráter musical. Pero no se quedó quieto.
Philippe Siegenthaler, uno de los encargados de firmar los talentos para el Festival, se movió en Londres y entró en contacto casi directo con una banda tan icónica como la originalmente invitada. Tras una negociación, Underworld dio el sí, viene a Bogotá y será épico. ¿Viene en honor a Flint? ¿A honrar su legado? Con o sin esa motivación poética, que algunos sugieren también tuvo peso en la decisión, darán un espectáculo para el recuerdo. No saben hacerlo de otra manera.
Este anuncio demuestra la credibilidad del Festival, que se ha ganado a pulso. Con The Prodigy habían mostrado méritos para dejar atrás la imagen de hermano menor de Lollapalooza Brasil/Chile/Argentina. Ahora, con su reemplazo, no solo mantuvieron esa meta, también demostraron una recursividad a la mayor escala. Suplir una baja tan dura con una banda tan grande es digno de un aniversario, y muestra cancha y el peso de una historia. Crédito a quien lo merece.
Ojalá Páramo aproveche la racha y logre convencer a San Pedro de alejar las aguas esos tempranos días de abril (5 a 7) y dejar salir el sol.
No pedimos Two Months Off, solo tres días sin lluvias. El video suena bien, pero no se compara a como se vive en el lugar.
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Ambas bandas quisieron venir, fantástico
Underworld y The Prodigy, enormes bandas electrónicas británicas que estallaron en los años noventa, tienen matices distintos. The Prodigy disparaba un voltaje bruto y una potente vibra entre drum and bass y rock industrial. Por su parte, Underworld ofrece una experiencia techno envolvente, un muro de sonido que exorcisa las penas con sintetizadores memorables a los que no les pasan los años y un acompañamiento vocal elevado. Definir cuál es mejor es inútil, ambos son grupos fantásticos, y habla bien del evento que ambos (uno después del otro) hayan accedido a venir.
Se le extrañará a The Prodigy, pero hay que aplaudir el titánico logro de cubrir la base con el mismo peso histórico en tan poco tiempo. En recientes apariciones en festivales, como el Mad Cool de Madrid (el mejor festival de 2018), Underworld demostró su capacidad titánica y su maestría musical. Vienen a Colombia y, llueva o no, nada va a importar. El sonido cubrirá y bañará de todas formas.

Rick Smith y Karl Hyde, los cerebros de esta experiencia creativa de más de treinta años llamada Underworld. Foto: Gaelle Beri
Karl Hyde -voces, instrumentación- y Rick Smith -sintetizadores, instrumentación- le dan vida a Underworld. Tocan desde los años ochenta, cuando hacían algo más cercano al rock. Pero en los noventas, y desde su álbum debut Dubnobasswithmyheadman, lanzado en 1994, se hicieron a un lugar en la escena electrónica, en la que aún dejan una enorme huella. Aquí uno de los grandes himnos de esa producción. Dirty Epic, que sugiere aún una cercanía con la guitarra.
En 1996, lanzaron el recordado Second Toughest In The Infants. Varias de las canciones de esos primeros trabajos alcanzaron una gran exposición mundial al hacer parte de la banda sonora de una película esencial de los años noventa: Trainspotting de Danny Boyle. Canciones como Dark & Long (Dark Train) y claro, la archifamosa Born Slippy. Nuxx (versión de Born Slippy) se volvieron himnos de la época, de la década.
Su colaboración constante con Danny Boyle (que ha resultado en otras varias bandas sonoras) también los hizo parte de la fantástica ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Dirigieron toda la parte musical y estrenaron esta pista, épica, que quizás se animan a tocar en Colombia. Después de Londres lo hicieron por primera vez en Madrid, en 2018. Hay que dejarla desarrollarse y estallar. En vivo es nada menos que descomunal.
And I Will Kiss (feat. Dame Evelyn Glennie)
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Más que músicos
Además de sus nueve discos de estudio, de sus varias entregas en vivo y compilaciones y del trabajo que desarrollan en su compañía de diseño gráfico Tomato (que ha trabajado con clientes como Nike, Sony, Adidas, y Pepsi), hacen remezclas de Depeche Mode, Björk, St. Etienne, Sven Väth, Simply Red, y Leftfield.
No paran, y desde el año pasado impulsan Drift, un ejercicio creativo musical y audiovisual en el que combinan sus propios talentos en diferentes escenarios e incluyen músicos y creadores de experiencia. Underworld ya han explorado tanto que innova en sus maneras de explorar y asumir su creación.
"DRIFT empezó como un viaje sin detino definido; un experimento y una investigación pública de los nuevos procesos de trabajo de Underworld", dicen en su página. "Karl y Rick pararon en una granja de cerdos en Essex, en la pista de Rockingham, en un hotel en Reikiavik, los estudios AIR, y una serie de clubs nocturnos en Amsterdam, Manchester y Londres . Cada una de esas paradas ayudó a influenciar la creación de DRIFT Episode 1 parts 1 to 5", aseguran en su página web.
Drift - Episode 1 - "Dust"
Este ejercicio está vivo, con colaboraciones visuales junto al cineasta Simon Taylor y el Manchester Street Poem project y musicales junto al DJ y productor Ø [Phase] y The Necks, banda australiana experimental de impro-trance. Es real. Acá, algunas de las piasta musicales.
Another Silent Way
Appleshine

Curiosamente, en sus espectáculos habla más la música que la visual. Es un verdadero muro de sonido. Foto: Victor Frankowski