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| Foto: León Darío Peláez

EN PLATA BLANCA

"A este gobierno no le gustan los disensos”

José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, habla del proceso de paz, de los cuestionamientos por su gestión y niega sus aspiraciones políticas.

María Jimena Duzán
20 de abril de 2013

María Jimena Duzán: ¿Por qué se están utilizando los dineros de los parafiscales para pagar sus viáticos y sus escoltas, comprar inmuebles y financiar el congreso de Fedegán que es un gremio privado? Eso y mucho más advierte una dura auditoría hecha por el Ministerio de Agricultura que no lo deja muy bien parado. 

José Félix Lafaurie: En esa auditoría veo una retaliación y no un ejercicio riguroso. A este gobierno no le gustan los disensos. No le gusta que levante mi voz en contra de la entrega que está haciendo del sector agropecuario en La Habana y mucho menos del mal manejo de la política sectorial. Ello en parte explica la forma apresurada como un ministro toma un informe preliminar para hacer denuncias mediáticas violando el debido proceso. El ministro, si está seguro de esos hechos, debe poner las respectivas denuncias en los organismos competentes. 

M. J. D.: Antes de entrar al tema de si es una retaliación o no, volvamos a la auditoría. Se dice que habría incurrido en posibles irregularidades por la venta que el Fondo Nacional del Ganado (FNG) hizo a Fedegán de una casa. En apenas cuatro años el primero le pagó al segundo por concepto de arriendos el total de lo que le costó la casa. Si para eso se usan los parafiscales, entiendo la furia del ministro.

J. F. L.: Eso es totalmente falso. El FNG nunca le ha pagado un peso a Fedegán por concepto de arriendo ni de esa casa, ni de ninguna otra. Ya instauraré contra el ministro una denuncia penal por calumnia e injuria. Él tendrá que responder. Como lo tendré que hacer contra la empresa auditora si consigna semejante falsedad en el informe final.

M. J. D.: Se afirma también en ese informe que con recursos parafiscales se le habrían cancelado a usted viáticos, nómina y gastos de representación y que sus escoltas estarían siendo pagados con dineros del Fondo Nacional del Ganado, cuando estos deberían ser asumidos por Fedegán. 

J. F. L.: Vamos por partes: las platas del FNG y de Fedegán no se pueden cruzar porque se incurriría en un peculado. Y la prueba de que nunca se han enredado es que siempre la Contraloría ha dado fenecimientos limpios, sin salvedades, año tras año, a las cuentas del FNG. El contrato del Ministerio con el FNG es con Fedegán y no con una persona en particular. Y Fedegán tiene su propia estructura, el secretario general es el ordenador del gasto y yo, como presidente ejecutivo, soy quien dirige el buen cumplimiento del plan operativo que aprueba en el Ministerio. Es cierto que mis viáticos son pagados por el FNG porque tengo funciones técnicas de dirección que me obligan a atender viajes que corresponden a la labor técnica, como es el caso de los tratados de libre comercio, o de los foros que hacemos. Y sí tengo un conductor que no es escolta, adscrito al FNG. La Contraloría valoró esa situación y no encontró nada. ¿Por qué ahora una auditoría privada puede conceptuar diferente?

M. J. D.: Dice el informe que usted utiliza el dinero de los parafiscales para financiar el Congreso Nacional de Ganaderos de Fedegán y para regalarles a los afiliados unos costosos maletines de cuero que le costaron al FNG cerca de 120 millones de pesos.

J. F. L.: Eso es cierto. Y los maletines son de cuero porque los ganaderos no vamos a dar maletines hechos de plástico para llevar todo el material académico que se les entrega a los ganaderos que pagan parafiscales. Pero además, el FNG participa de este congreso porque es un espacio para visibilizar sus programas. Además esa plata no corresponde a un Congreso sino a tres. Divida y llegará a una cifra diferente.

M. J. D.: Según el ministro Restrepo, usted invirtió más de 4.295 millones de pesos en publicidad con recursos del FNG, sin ningún beneficio para sus afiliados. Y los costos de producción de un programa Expedición Ganadera también son pagados con dineros del FNG…

J. F. L.: Son dos preguntas. La primera: no se trata de publicidad de Fedegán sino de promoción al fomento al consumo de carne y leche, un objetivo totalmente lícito. Pero le recuerdo al ministro que la Ley 89 en el artículo cuarto establece que el 10 por ciento del total del recaudo debe destinarse al fomento del consumo de carne y leche. Y para fomentar hay que publicitar. En cuanto al programa que menciona lo acabo de suspender hace cuatro o cinco meses porque me salía muy costoso a pesar de que tenía una buena audiencia. Y sus costos no tenían por qué ser asumidos por Fedegán, ya que se trataba de una labor técnica. Si yo estuviera haciendo un programa de televisión para mostrar unas viejas o para mostrarme a mí echando un discurso, pues sería otra historia. Esos programas estaban diseñados para ilustrar técnicamente a los ganaderos. 

M. J.D .: Su esposa es la que dirige el programa ‘Una vaca por la paz’, de Fedegán. ¿Ese programa también recibe dineros del Fondo Nacional del Ganado?

J. F. L.: Mire, ella no se gana en eso un peso. Y el trabajo que hace María Fernanda en el tema de víctimas en esa Fundación es impresionante. ¡Por favor, nosotros mismos pagamos los tiquetes!

M. J. D.: La auditoría contratada por el Ministerio de Agricultura detectó también una posición dominante del gremio ganadero en el manejo de la intermediación de la vacuna antiaftosa, sin beneficio para los afiliados al fondo. Dice que ustedes se ganaron 4.000 millones de pesos en esa venta…

J. F. L.: ¿Y cómo sacaron esa cifra si esa venta la hizo una empresa privada? ¿De dónde la sacaron? La información no se la dimos nosotros ya que nunca nos la pidieron. Si nos lo hubieran preguntado, les habríamos dicho la cifra exacta. Por eso voy a demandar ante la Procuraduría al ministro, porque violentó un proceso y decidió hacer público un informe preliminar que todavía no estaba probado. Luego está el lío de ese contrato de auditoría. Costó 1.000 millones de pesos, se realizó en tres meses, y con siete personas miraron desde 2007 hasta hoy. ¡La auditoría de la Contraloría se demoró cuatro meses para mirar un año y tienen diez personas trabajando con experiencia!

M. J. D.: Dice el informe preliminar que el FNG se gastó la astronómica suma de 2.374.977.000 en la compra de 1.500 embriones brangus que deberían haber sido sufragados por Fedegán.

J. F. L.: Primero, si esa cifra fuera cierta, sería un escándalo. ¿Sabe cuánto vale un embrión? Cien dólares o 200 por 1.500 no da esa cifra. ¿De dónde carajos la sacaron? Pero además ni siquiera escribieron bien en el informe la palabra brangus y pusieron otra, creando hasta una nueva raza. Segundo, esos embriones los pagó Fedegán porque es una actividad propia del sector. No los pagó el fondo. Eso se habría podido verificar si el ministro se hubiera esperado al informe final.

M. J. D.: Usted dice que lo están persiguiendo por ser uribista, pero los ganaderos no están contentos con su gestión. Hay un grupo que se ha agremiado bajo Demogan que no reconoce su autoridad y que insiste en la necesidad de democratizar el gremio, que ellos consideran está centralizado en sus manos. 

J. F. L.: Yo sí tengo gente que no me quiere porque es imposible que entre 500.000 ganaderos todos estén de acuerdo conmigo. Y los de Demogan son de esos casos. Ellos fueron los que pidieron la auditoría y, por lo que sé, ellos conocieron primero que yo el informe preliminar. Pero le respondo en el tema de la democratización. Fedegán no afilia a ganaderos. Eso lo hacen los gremios regionales o locales. Imagínese uno afiliando a un ganadero si uno no sabe si es paramilitar o de las Farc. Que se afilien pero a sus bases y si tiene problemas que les respondan a ellas. Eso es lo que el ministro llama un problema de representatividad en Fedegán. 

M. J. D.: ¿Pero no será, doctor Lafaurie, que eso de ser precandidato del uribismo y dirigente gremial no le está funcionando?

J. F. L.: Pero a ver, si es que yo no soy candidato. Ni me he dejado meter en el Centro Democrático. Y lo digo todos los días. Yo estoy de presidente de Fedegán. Otra cosa es que yo diga cosas y la gente me ponga de precandidato. No hay declaración mía donde diga que soy precandidato.

M. J. D.: Pero tampoco le he oído que salga a desmentir cuando su nombre sale a la palestra entre los precandidatos uribistas.

J. F. L.: No es cierto. Entre otras porque yo siempre he sido una persona aterrizada y no he fumado marihuana electoral. Hay gente que sí. Y yo no me creo ese cuento. Lo que hice fue opinar sobre el proceso de paz y advertir sobre los riesgos que asume el país en el tema de las zonas campesinas, porque se va a negociar el control de las Farc en esas zonas, donde ya tienen el control. 

M. J. D.: ¿Y cuáles son en su concepto esas zonas de reservas campesinas que son hoy de las Farc?

J. F. L.: La de Cimitarra, por ejemplo. Su dirigente máximo es de las Farc y le responde a Alape.

M. J. D.: Espero que tenga cómo probar tan duro señalamiento. No le gustan las zonas de reserva campesina porque legitiman el control de las Farc, pero acepta las zonas donde hay control del paramilitarismo.

J. F. L.: No…, pero si eso también está pasando pues también hay que repudiarlas.