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AVIACIÓN

¡Ábranse los cielos!

Algo está pasando en la industria aérea colombiana: nuevas aerolíneas, billonarias compras de aviones, acuerdos como el de Estados Unidos. Vienen mejores vientos.

22 de septiembre de 2007

El viernes 14 de septiembre, la cúpula de la Aeronáutica Civil logró cerrar un duro proceso de negociación con Estados Unidos: el nuevo tratado aéreo bilateral. Se trata de un verdadero revolcón para el sector aeronáutico nacional: 42 frecuencias nuevas entre ambos países y cielos abiertos para Cartagena y Barranquilla. Todo un "TLC aeronáutico" con la principal potencia mundial. Pero esto no ha sido lo único importante que ha pasado en el sector aéreo en el último año.

Por ejemplo, Avianca y Aero República anunciaron inversiones superiores a los 4.000 millones de dólares para modernizar sus flotas. Esta semana Easyfly, la primera aerolínea nacional de bajo costo, creada por Alfonso Ávila, fue presentada en sociedad. Spirit, la firma estadounidense líder en el negocio en ese nicho, ya anunció su interés por ingresar al mercado colombiano y hasta ha hecho contactos para adquirir participación en la aerolínea nacional Aires. La lista de noticias se podría extender.

Todo este ajetreo demuestra que el negocio de las aerolíneas en Colombia sube a toda velocidad. En los primeros siete meses de 2007 se habían transportado 2,8 millones de pasajeros internacionales desde y hacia Colombia y las proyecciones de los más optimistas ya hablan de que este año se podrían completar cinco millones de pasajeros, a los que se sumarían los casi nueve millones de viajeros entre destinos nacionales. El negocio está volando y las cosas van a cambiar para todos los pasajeros.

Uno de los primeros beneficios de esta tendencia es la reducción en las tarifas de tiquetes. Además de la creciente competencia, la Aerocivil les dio su empujoncito a los precios cuando, hace dos meses, decidió eliminar la regulación de tarifas mínimas que había para este mercado. Hoy las compañías aéreas están ofreciendo descuentos hasta del 30 por ciento en los pasajes aéreos.

Pero los buenos precios van a estar acompañados de una mayor cantidad de destinos; por ejemplo, Aero República empezará a ofrecer viajes directos entre Bucaramanga y Panamá. Easy Fly enfiló sus baterías hacia Barrancabermeja, Arauca, Ibagué, Popayán, Neiva, Corozal, Manizales, Pasto, Cartago, Valledupar, Yopal y Villaviencio, ciudades que entrarán más fuertemente en el mapa aeronáutico nacional.

Como si fuera poco, Armenia tendrá vuelos chárter ilimitados desde y hacia Estados Unidos, por cuenta del nuevo acuerdo aeronáutico bilateral; en ese documento también se definen cielos abiertos para los vuelos entre Estados Unidos y Barranquilla y Cartagena. Además habrá 42 nuevas frecuencias.

Así que muchos ya están haciendo sus cuentas. El propio Germán Efromovich, dueño de Avianca, ha manifestado que tiene interés porque Avianca vuele directamente a Washington desde Bogotá en un futuro. Y muy probablemente aerolíneas como United empezarán a mirar hacia el país.

La liberalización total no se puede hacer de la noche a la mañana. Pero nadie pone en duda que Colombia va hacia un mercado aeronáutico más flexible: la mayor apertura con Estados Unidos es apenas un paso en ese camino. Un fenómeno, como los aviones, que no tiene reversa.