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| Foto: Archivo particular

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Absuelto el controvertido pastor Álvaro Gámez

Un juzgado en Pasto absolvió al líder espiritual de la Iglesia Salem. El religioso estaba sindicado de haber abusado sexualmente de algunas de sus fieles.

21 de agosto de 2015

Tal como lo había previsto su abogado defensor Abelardo de la Espriella, el pastor Álvaro Gámez quedó absuelto este viernes.

El líder espiritual de la Iglesia Salem de Pasto estaba sindicado de haber abusado sexualmente de algunas de sus fieles. Gámez presuntamente se aprovechaba de su poder para convencer a las mujeres jóvenes que asistían a su iglesia de que tener acercamientos sexuales con él las acercaba a Dios. 

Para comprobar las acusaciones, el abogado defensor de las víctimas, Javier Goyes, tenía un arsenal de pruebas contra el religioso, incluyendo unos videos. Sin embargo, parece que estas evidencias no convencieron al Juzgado Cuarto penal de conocimiento de Pasto, que lo absolvió del delito de "abuso sexual en personas en incapacidad de resistir".

El  juez también dejó libres de cargos a Tatiana Tulcán y Alexandra Castro. Estas dos mujeres estaban acusadas de ayudar al pastor para que tuviera relaciones sexuales con varias de las seguidoras.

El funcionario judicial tiene sus argumentos bien definidos. Según él, Mirna García, la representante de una ONG estadounidense que explicó a favor de las víctimas la supuesta alienación mental a la que fueron sometidas por el pastor, no es psicóloga, razón por la que su opinión no es del todo válida.

Para la justicia, las mujeres no estaban en "incapacidad de resistir", pues no padecían de ningún trastorno mental que pudiera hacer que se consideraran interdictas. Así, con estos argumentos, el pastor que una vez conmocionó a Colombia por sus excéntricas formas de conquista salió libre.

La historia


El presunto abuso del poder por parte Gámez para convencer a las fieles de su iglesia para tener relaciones sexuales con él, sucedió durante varios años en el sur del país hasta que una de las víctimas no aguantó más y decidió grabarlo en un video y denunciarlo.

Por este escándalo Gámez se fue del país, pero lo detuvieron en febrero del 2007 en Honduras y tras un proceso de deportación fue recluido en la cárcel del Distrito Judicial de Pasto. Allí concentró a miles de seguidores que lo han considerado su dios.

A lo largo de los últimos meses, los pastusos presenciaron uno de los juicios más sonoros en esa región del país. La defensa de las víctimas presentó un arsenal de pruebas para demostrar que el pastor sí cometió el delito de acceso carnal.

Al juicio llegaron siete víctimas que, se supone, fueron accedidas desde 2007 hasta cuando estalló el escándalo. Sin embargo, Gámez no fue el único señalado. También estaban acusadas las dos mujeres que supuestamente se prestaban para que el pastor lograra tener las relaciones sexuales con varias de las seguidoras de la iglesia.

Una de ellas, Alexandra Castro Becerra, de 28 años, supuestamente tenía la misión de convencer a decenas de jóvenes de que era un acto divino permitir que el pastor las tocara y abusara de ellas.

El abogado Goyes había asegurado a Semana.com que estaba optimista con las evidencias mostradas a lo largo del juicio. Aseguró también que había dos víctimas más que estaban pendientes de interponer nuevas denuncias contra Gámez y que por esto, seguramente, él tendría nuevos procesos futuros distintos al adelantado.

En la otra orilla estaba el penalista Abelardo de la Espriella. En conversación con Semana.com aseguró que “lo único que la Fiscalía pudo demostrar es que Álvaro Gámez sostuvo relaciones sexuales con las referidas mujeres mayores de edad, las cuales fueron llevadas a cabo de manera consentida y voluntaria por ellas; quienes comprendían plenamente la naturaleza y significado sexual de tales encuentros. Prueba de ello son los videos publicados en Youtube, donde se observa claramente que las relaciones sexuales fueron consentidas”.

De la Espriella afirmó que la publicación de tales videos fue la verdadera razón por la cual las supuestas víctimas, después de sostener reiteradamente y durante varios años relaciones sexuales consentidas con Gámez, alegan que no comprendían la naturaleza sexual de tales relaciones y que fueron inducidas en error por él. El abogado de Gámez tenía claro desde mucho antes que el pastor sería absuelto. Su predicción se cumplió.