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El recurso que tiene en vilo debate por adopción gay

La Fundación Marido y Mujer interpuso un recurso de nulidad que busca dejar sin efectos la ponencia que favorece a la comunidad LGBTI.

4 de noviembre de 2015

La posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar niños volverá a estar en boca de la opinión pública en esta semana. Todo gracias a una demanda de inconstitucionalidad que busca que la homosexualidad no sea un obstáculo para quienes aspiran a ser adoptantes de niños a cargo del ICBF. Sin embargo, la Fundación Marido y Mujer presentó un recurso de nulidad que podría obstaculizar el desarrollo del debate.
 
La Corte esperaba retomar la discusión este mismo miércoles. Sin embargo, el presidente de la fundación, Javier Suárez, invocó un recurso de nulidad por considerar que la discusión se inició sin tener en cuenta que uno de los magistrados, el ponente Jorge Iván Palacio, se encontraba impedido. En su criterio, tal inhabilidad se hace evidente porque el togado es el tío del padre biológico de una niña adoptada por una pareja de lesbianas, la misma que esperó durante años a que la Corte le reconociera su derecho a adoptar.
 
La pareja de Medellín se convirtió en el cambio de paradigma que permitió que los homosexuales adoptar, aunque de manera restringida. Aun cuando ese expediente ya fue resuelto y no tiene que ver con la nueva demanda que está siendo discutida, el recurrente Suárez considera que esa misma inhabilidad debería impedirle actuar ahora.
 
Y es que como el magistrado no se apartó de la tutela que le fue concedida a la pareja de lesbianas, Suárez lo denunció ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara. Para él, esta actuación judicial que cursa en esa célula legislativa inhabilita a Palacio para hacer parte de esta nueva discusión, en la cual se busca determinar si las parejas gay pueden adoptar. Como en esta oportunidad Palacio tampoco se declaró impedido, el recurrente considera que el proceso está viciado y se debe rehacer.
 
El objetivo del presidente de la Fundación Marido y Mujer es que la ponencia de Palacio no pueda ser discutida. En ella, el magistrado propone establecer que la adopción no puede estar vedada para las parejas del mismo sexo. En estricto sentido, plantea que los requisitos para adoptar son constitucionales siempre que se entienda que la identidad sexual del solicitante no puede ser un criterio a tener en cuenta para que el ICBF evalúe si la pareja es idónea o no para obtener la custodia de un menor.
 
Según el escrito que presentó Suárez este viernes, Palacio debe ser marginado de la discusión. De ser acogida su tesis, el caso tendría que ser repartido nuevamente. Ello obligaría a la elaboración de una nueva ponencia, lo que, inevitablemente, generaría que el caso no pueda ser fallado este fin de año.
 
Aun cuando la discusión de fondo no se ha iniciado, esta vez los homosexuales tienen una alta probabilidad de obtener la bendición de la Corte Constitucional. Pese a que en la última discusión les faltó un voto para que se materializaran sus intenciones, la llegada al tribunal constitucional de dos magistrados de línea liberal, como Alberto Rojas y Myriam Ávila, podría cambiar la situación.
 
El primero ocupará la silla que entonces estaba a cargo de Martha Sáchica. Dado que la abogada apoyó a quienes se oponían a establecer la cláusula en favor de las parejas gay, la llegada de Rojas les restaría un voto a quienes se oponen y se lo sumaría a quienes lo aprueban. Un efecto parecido generaría la llegada de la magistrada Ávila al cargo que ocupaba Mauricio González. Dado que este último estaba impedido para participar del debate y su sucesora no lo está, su presencia podría entregarles otro voto a los partidarios de la adopción gay.
 
Si los cálculos son reales, el 4-4 con el cual se selló la discusión de la Corte en febrero de este año se cambiaría por un 6-3. Así, el debate no quedaría en manos de un conjuez, como ha sucedido en tantos casos de trascendencia, especialmente los relacionados con los derechos de la comunidad LGBTI; si los dos nuevos magistrados, como se espera, apoyan la tesis de Palacio, el ICBF estará obligado a estudiar la solicitud de adopción que eleve cualquier persona y decidir si es apta o no para ser padre o madre putativa, sin importar su condición sexual.