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Claudia Rujeles, esposa del ex gobernador del Meta Alan Jara, abraza a su hijo adolescente Alan Felipe. Juntos esperan su llegada al mediodía del martes, en Viallvicencio. (Fotos: Daniel Reina- SEMANA)

LIBERACIONES

Ahora la libertad será para Alan Jara

A las 8 de la mañana de este martes comienza la operación que tiene como objetivo traer de regreso a la libertad al ex gobernador del Meta. En Villavicencio, todos preparan su llegada al mediodía.

Thomas Sparrow, enviado especial de SEMANA
3 de febrero de 2009

El domingo pasado en la noche, antes de la alocución del Presidente Álvaro Uribe que puso en vilo el proceso de liberaciones, Claudia Rujeles de Jara estaba esperanzada. Con confianza, después de haber presenciado la llegada de los cuatro uniformados, hablaba con los fotógrafos y camarógrafos que estaban en el Hotel María Gloria de Villavicencio para ver qué necesitaban al día siguiente para el cubrimiento de la liberación de su esposo.
 
Su casa en el barrio Bajo Caudal también estaba a punto para la liberación que debía producirse hoy: recién pintada, con la decoración navideña intacta, con 3 pendones gigantes a la entrada y 8 banderas de Colombia enarboladas en la cuadra.

Pero el lunes temprano, los planes que tenía para recibir a su marido cambiaron la comisión humanitaria había decidido, sin dar muchos detalles, postergar la operación para recoger al ex gobernador del Meta. “Lo que sentimos fue preocupación”, dijo Alan Felipe, el hijo de Jara, a las 7:10 de la noche, cuando ya su mamá había aparecido frente a los medios para confirmar que la operación, a pesar del retraso, seguía adelante.

Durante el día, Claudia y su hijo prefirieron no salir mucho a la calle. Más bien continuaron con los preparativos para la recepción de Jara, que en teoría será hoy martes. Alan Felipe se dedicó a hacer, junto con sus primas, carteleras con escarcha, una torta y a empacar más regalos para su papá. Afuera, varios periodistas esperaban a que Rujeles se pronunciara.

Después del saber del retraso, anunciado por el portavoz del Cicr, Yves Heller, las noticias concretas de cómo avanzaría el plan de liberación llegaron a las 12:35 p.m., pero al otro lado de la ciudad. En el Hotel María Gloria aparecieron Piedad Córdoba, Daniel Samper Pizano y los demás miembros de Colombianos por la paz, para confirmar detalles de la operación que está prevista para hoy a las 8 a.m.

"!Qué viva la senadora Piedad Córdoba!”, “!Alan, libre con Piedad!” y “!El Llano con Piedad!” fueron algunos de los gritos que se escucharon momentos antes de que la senadora comenzara su discurso. Afirmó que ella sería, en principio, la única de Colombianos por la paz que iría por Jara en la misión humanitaria junto con el Cicr y la tripulación del avión brasilero. La razón para ello es que, temprano en la mañana, el presidente Uribe se había retractado de su decisión de la noche anterior, cuando retiró su apoyo a Córdoba y a Colombianos por la paz, y había autorizado únicamente a Piedad para continuar en el proceso. “Cerca del medio día, si la naturaleza lo permite, estaremos celebrando”, señaló Córdoba. Cada vez que Córdoba pronunciaba la palabra “Jara” o mencionaba frases como “esta empresa que se llama libertad”, había aplausos en el fondo del salón.

Ese agradecimiento hacia la labor de la senadora es común en Villavicencio. El pendón más imponente a la entrada del aeropuerto Vanguardia reconoce la labor de la política del turbante. En el María Gloria, por ejemplo, poco después del medio día, ingresó un grupo de personas con una pancarta gigante que colgó en la entrada del salón principal. En ella, así como en un aviso similar a la entrada de la casa de Jara, hay un agradecimiento a todos los miembros de este proceso de liberación. Piedad aparece en el segundo renglón debajo de Dios.

Ese aprecio por la senadora liberal se debe a que en ella, principalmente, están puestas las esperanzas de muchos para que regrese Alan Jara, sin duda el nombre más sonado del momento en Villavicencio, una ciudad en la que enfocó su trabajo político para beneficiar comunidades pobres.
 
En las calles, en los taxis y en los hoteles, los llaneros preguntan apenas ven a un periodista cuándo va a ser la liberación del hombre que ha estado ausente por más de siete años. En la plaza central de la ciudad, donde está la catedral, hay por lo menos siete pasacalles alusivos a la liberación. A las 5 de la tarde del lunes todavía había gente colgando más para preparar su llegada. “Mañana, eso va a ser un caos”, me dijo una mujer que asistía a una misa conmemorativa de la Alcaldía y llevaba una camiseta del político secuestrado el 15 de julio de 2001.

Muchas personas, incluyendo funcionarios públicos, llevan manillas que dicen “Alan, bacano estar libre” y hay carros con adhesivos y banderines similares. Además, según Henry Fernando Ladino, presidente del Directorio Departamental (Meta) del Partido Liberal, al cual pertenece Piedad Córdoba, su partido mandó a hacer 36 pasacalles en Villavicencio y hay alrededor de 400 del partido en el departamento para recibir al ex gobernador.
 
Cada uno de ellos, contó Ladino, vale entre 80.000 y 100.000 pesos. Y esa cifra de pancartas es mínima para las que se ven en el municipio, pues hay escuelas, gremios, entidades y hasta amigos personales de Jara que han pagado de su bolsillo para colgar un aviso de los postes de luz. Para poner un ejemplo, Nilson Camajarca, un publicista de la ciudad especializado en campañas políticas, ha vendido sólo en los últimos días cerca de 25 pasacalles, 200 botones y más de 2.000 adhesivos para carro, todos con la imagen de Jara.

A partir del medio día de hoy comenzó en Villavicencio, por decreto del alcalde, la “Semana blanca por la paz”. Así lo confirmaron Pedro Nel Macías, secretario social del municipio, y Jenny Andrea Capote, directora de la Corporación Cultural Municipal de Villavicencio. La idea es que los llaneros lleven ropa blanca y cuelguen banderas del mismo color para reconocer a los que recobraron la libertad y pedir por los que aún permanecen en cautiverio.
 
Ya se planea la caravana para la llegada de Alan y también, dependiendo de las condiciones de salud del político, se piensa en un día cívico.

Por eso, a pesar de que se postergó la llegada de Jara, quien era esperado  por todos los ciudadanos de Villavicencio el lunes, la esperanza de ver a su familiar y amigo no ha cambiado para nada.