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P R O T E S T A S

Al filo de la sospecha

Los investigadores insisten en que Jairo González, un profesor de bachillerato, es el responsable de la muerte del patrullero en la Universidad Nacional.

16 de octubre de 2000

'El Guerrero'. Este es el apodo con el que se conoce en el ambiente universitario a Jairo Augusto González Moreno, señalado por las autoridades como la persona que lanzó la papa explosiva 5-5, la de mayor poder, contra el patrullero Mauricio Andrés Soto Londoño el día de la visita del presidente Bill Clinton a Cartagena, el pasado 30 de agosto.

Al principio las propias autoridades dudaban de que ‘El Guerrero’ fuera el encapuchado que le causó la muerte al miembro del cuerpo antimotines. Su declaración en la Fiscalía señalaba que, durante todo el día, estuvo dictando clases de matemáticas y física en el colegio Mariano Santamaría, en el municipio de Santandercito, a menos de una hora de Bogotá. Con esta versión parecían coincidir el rector y las estudiantes del plantel. Pero los investigadores no le creen.

Ellos dicen que hay serias inconsistencias en el testimonio del profesor, un hombre de 32 años y de larga melena y que por eso le dictaron medida de aseguramiento. Según la investigación González estuvo, efectivamente, en el colegio en la mañana, pero las pruebas revelaron que él salió desde las 10:45 de la mañana y que no se presentó a las dos últimas horas de clases. Esto lo corroboran los investigadores con los testimonios de las estudiantes y con los registros de los libros de asistencia de los profesores.

Eso significa, para los fiscales, que González tuvo tiempo de llegar a la manifestación. Las otras pruebas que parecen comprometer seriamente a ‘El Guerrero’ son cuatro testimonios. Los testigos aseguraron que lo vieron en la Universidad ese día en medio de la revuelta cerca de las 2 de la tarde. Uno de los testigos fue más preciso en sus declaraciones. Dijo que segundos después de haber explotado la papa bomba en el cuello del agente de la policía, González se echó a correr y se quitó la capucha debajo de la cual escondía su identidad. Por eso pudo verlo de frente y reconocerlo de inmediato. Además el video publicado por la cadena RCN confirma que sí estuvo en Bogotá y en la Universidad.

Según se supo, González frecuenta el campus desde hace varios años, pero no propiamente para asuntos académicos. Lejos de ser un profesor, como se dijo en un principio, es señalado como una de las personas que vende droga dentro de la Universidad. Y también como un asiduo participante de las revueltas que se presentan allí de tiempo en tiempo.

‘El Guerrero’ estudió en la Universidad Pedagógica entre 1989 y 1997. En 1992, cuando era estudiante, se hizo miembro del grupo Anarcol al Combate, protagonista de la mayoría de las protestas en esa alma mater. En 1993 montó una caseta para vender dulces dentro de la Universidad pero al año siguiente las directivas le cerraron el negocio y lo expulsaron por utilizarla para vender drogas. Además lo identificaron como uno de los responsables de la quema de un bus y como participante en varios de los enfrentamientos contra la Policía. En 1997, según las investigaciones, volvió a la Pedagógica para terminar algunas materias pendientes y a realizar su trabajo de grado. Pero, según los investigadores, prefirió relacionarse con los expendedores de drogas y seguir un camino que lo condujo esa tarde del 30 de agosto a una cita con su destino en una revuelta que resultó fatal.