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| Foto: JORGE RESTREPO

ELECCIONES

Alcaldía: Bogotá en su laberinto

A ocho meses de las elecciones, la carrera por la Alcaldía de la capital ya está agitada. SEMANA explora cuatro escenarios posibles.

14 de febrero de 2015

La competencia por suce-der a Gustavo Petro en el Palacio Liévano se anticipó desde finales del año pasado. Mucho antes de lo acostumbrado, tres candidatos se lanzaron al agua: el exministro Rafael Pardo por la Unidad Nacional, la exalcaldesa Clara López por el Polo Democrático y el ex vicepresidente Francisco Santos por el uribismo. A estos pesos pesados se sumaron dos precandidatos de los verdes, los concejales Carlos Vicente de Roux y Antonio Sanguino, y  tres de los petristas: Hollman Morris, María Mercedes Maldonado y Guillermo Jaramillo. Todas esas aspiraciones, en medio de un electorado bogotano con altos índices de pesimismo frente al rumbo de la ciudad y un porcentaje considerable de rechazo a la actual administración.

Además de candidaturas, han surgido iniciativas para poner orden en el confuso panorama capitalino. La de mayor impacto fue la invitación del senador Carlos Fernando Galán a varios dirigentes para definir un candidato único que pueda enfrentar a Clara López, puntera en las encuestas. El llamado del director de Cambio Radical ha sido bien recibido por los excandidatos en las pasadas elecciones: el exalcalde Enrique Peñalosa y el excongresista David Luna.

La propuesta de un ‘equipo por Bogotá’ del partido del vicepresidente Germán Vargas podría convertirse en un obstáculo en el camino, hasta ahora despejado, de Rafael Pardo como candidato de la Unidad Nacional. Peñalosa, quien a pesar de varias derrotas consecutivas sigue contando con un importante respaldo, se declaró amigo de una encuesta entre aspirantes de los verdes y los de la coalición santista para definir un nombre que enfrente a Clara López y Francisco Santos.

Por el lado de los seguidores del alcalde Petro, a la dificultad de no tener aval se le añaden disputas internas entre los precandidatos. En el Polo, la solidez de la aspiración de Clara López no se pone en duda pero su cercanía con la Casa de Nariño, por el apoyo a Juan Manuel Santos en la segunda vuelta presidencial, genera suspicacias en la tendencia del senador Jorge Robledo.

A ocho meses de las elecciones Bogotá enfrenta una intensa actividad política. SEMANA explora cuatro posibles escenarios para el pulso por la joya de la Corona de las elecciones de 2015:

Todos contra Clara

El principal objetivo de Galán, Peñalosa y Luna para convocar el ‘equipo por Bogotá’ es enfrentar unidos a Clara López. La candidata del Polo lidera las encuestas en el arranque de la campaña y significaría cuatro años más para la izquierda. Estos tres dirigentes quieren evitar la reedición de su mala experiencia en 2011: la dispersión de votos permitió la elección de Petro con solo tres de cada diez votos depositados.

Y esa alternativa no se puede descartar. Clara se podría llevar la mayoría de los votos de izquierda, por la debilidad de los aspirantes petrista y verde. En cambio, los votos del centro y la derecha se distribuirían entre todos los partidos de la Unidad Nacional y el Centro Democrático. Esa preocupación podría servir de punto de convergencia para todos los que no quieren más Polo, ni petrismo, en el Palacio Liévano.

La alianza contra Clara López ha sido rechazada por el exministro Pardo. “No estoy de acuerdo en hacer una coalición ni contra Clara ni contra Pacho. Creo que todos los temas de política que son en contra de alguien terminan fortaleciendo al opositor. No hay que estigmatizar a la izquierda”, afirmó. Pero la encuesta entre Peñalosa, los verdes y la Unidad Nacional para contrarrestar al Polo no se puede descartar en un clima de opinión tan negativo hacia la administración actual.

Todos contra Pacho


El otro ‘coco’ está al otro lado del espectro ideológico. Si bien los partidos de la Unidad Nacional y la izquierda, sumados, superan a los uribistas, en el proceso electoral del año pasado quedó claro que el Centro Democrático juega duro en Bogotá, y tiene una amplia acogida.
Esa fuerza apoya a Francisco Santos. Sobre los hombros del exvicepresidente está la misión de ganar Bogotá para el uribismo.

Durante los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, sus candidatos nunca ganaron en la capital por lo que un triunfo de Pacho sería un golpe certero al corazón del santismo. Para evitar un cogobierno en la capital con su primo hermano doble y opositor, el presidente Santos sería el primer impulsor de una alianza contra Francisco en el caso de que el aspirante uribista punteara. Clara López también ha advertido que se debe impedir una victoria de Uribe.

Para Pacho Santos, los santistas y la izquierda son lo mismo: “La Unidad Nacional es copartícipe junto con la izquierda de la crisis que está viviendo Bogotá. El pueblo bogotano no es bobo. Que no vengan ahora a posar de independientes porque ellos son más de lo mismo. La única opción distinta es Centro Democrático”, afirmó. En la medida en que se ‘nacionalice’ el debate bogotano, es decir, que se reproduzca el pulso Santos-Uribe, aumenta la probabilidad de una manguala contra Pacho para frenar al expresidente.

La Trinidad

Otro escenario que debe contemplarse es el de la atomización absoluta: cada cual por su lado y con lo suyo. Es decir, que el balance actual de fuerzas se mantenga hasta el final. Ante la evidencia de que ninguna candidatura se despega del lote, nadie está dispuesto a salirse porque todos creen que pueden ganar.

En la práctica, eso significaría que la elección de octubre sería un pulso entre Clara López, Rafael Pardo y Francisco Santos, representando a la izquierda, al santismo y a la derecha.

Este sería el mejor escenario para los gestores de la propuesta del ‘equipo por Bogotá’: una encuesta para unificar las candidaturas de la Unidad Nacional y los verdes. Con Clara en la izquierda y Pacho en la derecha, un nombre único desde el centro contaría con posibilidades de desmarcarse de los dos extremos y ganar la punta.

Funciona la Unidad Nacional

Otro escenario sería el de la consolidación de la Unidad Nacional con un solo abanderado, Rafael Pardo. Sería la mejor alternativa para el presidente Juan Manuel Santos, para quien la competencia por Bogotá tiene un carácter estratégico, simbólico y hasta personal, por ser su ciudad. Tras amarrar el apoyo de La U más los liberales, a Pardo le queda pendiente el compromiso de Cambio Radical, que le ha sido esquivo.

La invitación del senador de ese partido, Carlos Fernando Galán, a Enrique Peñalosa y a la realización de una encuesta, a celebrarse en junio o julio, favorece al exalcalde, cuya propuesta urbana es más conocida que la del exministro. De hecho, ha sido calificada como un torpedo a la aspiración de Pardo. Lo que falta por aclarar es si ese torpedo es un cañazo de Cambio Radical para negociar, o un intento por sacarlo del juego.

Sin embargo, no es imposible que Pardo impida que el llamado de Galán tome fuerza y que se quede con toda la versión capitalina de la Unidad Nacional. Al fin y al cabo, las tres colectividades tienen un mismo jefe natural que es Juan Manuel Santos.
 
Además, podría aspirar también al apoyo de algunos sectores de la izquierda. Hasta ahora ha sido evidente la resistencia de Pardo a descalificar a Petro o al Polo. La fórmula de Unidad Nacional más algo de izquierda –parecida a la que triunfó en la segunda vuelta de las presidenciales– podría ser atractiva para pelear, a pesar de que el candidato no es el más carismático ni el más innovador.