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Alejandro Ordóñez y Gustavo Petro. | Foto: Archivo SEMANA

DECISIÓN

Ordóñez le da la razón a Petro

El procurador general, Alejandro Ordóñez, resolvió una recusación en contra el alcalde de Bogotá que le impedía firmar un decreto que protegiera a los cerros orientales.

27 de noviembre de 2015

Son conocidas las divergencias ideológicas entre el procurador general, Alejandro Ordóñez, y el alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro. Sin embargo, eso no fue impedimento para que el jefe del Ministerio Público le diera la razón a la cabeza de la Administración Distrital, que ahora podrá proteger los cerros orientales de la capital mediante la firma de un decreto.

Ambos son conocidos por estar en diferentes orillas. A mediados de septiembre pasado los dos protagonizaron un singular enfrentamiento cuando el procurador le abrió una investigación al mandatario por haber decretado el Plan de Ordenamiento Territorial luego de que el Concejo rechazó su aprobación.

Tras el golpe de Ordóñez, Petro dio a entender públicamente que el jefe del Ministerio Público quería inhabilitarlo para que “no concurra a las elecciones, donde el piensa asistir sin resistencia”, en alusión a los comicios presidenciales del 2018.

Pero no fue el único episodio en que terminaron frente a frente. El más grave ocurrió en diciembre del 2013, cuando Petro resultó fuera de su cargo e inhabilitado por 15 años. En esa oportunidad la Procuraduría determinó que hubo irregularidades por el cambio de modelo de basuras.  

Ahora, el procurador se puso del lado del mandatario e invalidó los argumentos de Édgar Romero, un ciudadano que recusó a Petro para evitar que firmara el decreto que habilita el plan de manejo para los cerros orientales, considerados el pulmón de Bogotá.  

Uno de los argumentos de Romero para impedir la firma del decreto fue la presunta inhabilidad que tenía el alcalde al mostrar, en repetidas oportunidades, su posición a favor de la protección radical de ese territorio. Para el quejoso, Petro no podía ser juez y parte.

Romero también consignó en el documento de la recusación que esa reglamentación no salvaguardaba los intereses generales y que existía una motivación oculta. En resumidas cuentas, el querellante presentó 12 justificaciones para solicitar la inhabilidad de Petro, argumentos que no convencieron a Ordóñez.

La decisión tiene la firma del procurador y fue expedida el 23 de noviembre, la misma es tajante en advertir que “la pretensión del recusante parece huérfana de fundamento puesto que no se materializó el presunto interés personal y directo (del alcalde)”. Además señala que no incurrió en ninguna de las causales alegadas por el (sic) incidentante”, es decir, quién lo recusó.    

En definitiva no sólo el procurador le dio dientes al plan de manejo para que, de inmediato, Petro pueda firmar el decreto y proteger el área de reserva. También terminó por concederle la razón a uno de sus rivales más enconados.