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Álex Char con su esposa Katia Nule y sus hijos alejandro y mariana char nule. | Foto: Gustavo Torres

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Álex Char, el rey de Barranquilla

El exalcalde dice estar hoy mejor preparado para gobernar la ciudad y llevarla hacia el ideal de la que quiere vivir.

25 de octubre de 2015

Uno de los pocos aspirantes a las alcaldías en el país que no se desvelaron armando alianzas o amarrando concejales para asegurar su elección es Alejandro Char Chaljub, el alcalde electo de Barranquilla.

Desde el momento en que anunció su nombre, en mayo, Char encabezó las preferencias de los electores. A dos días de las elecciones, la última encuesta le daba una intención de voto del 78 % y durante las semanas previas mantuvo guarismos similares frente al 14 de Rafael Sánchez Anillo, quien se inscribió por un grupo significativo de ciudadanos, quien militó en el movimiento cívico del Padre Bernardo Hoyos y fue concejal del Polo Democrático durante dos períodos.





Es parte de las familias que han tenido el poder político y económico en esta zona del país. El próximo alcalde de Barranquilla nació en 1966 en el hogar conformado por Fuad Char Abdala, un comerciante oriundo de Lorica, Córdoba, y Adelita Chaljub, una barranquillera cuya familia se dedicaba a los negocios de joyería. Sus abuelos, oriundos de Líbano, llegaron a Colombia en el año 1926. Ricardo Char Zaslawy llegó a Lorica, Córdoba, y en 1955 vendió todo lo que había logrado acumular con su esposa Erlinda Abdala y se trasladó a Barranquilla donde compró una tienda conocida como El Olímpico.

Los cinco hermanos Char Abdala trabajaban con su padre en el negocio familiar. El mayor, Fuad, vio un buen negocio en las droguerías y fundó Olímpica. Con los años surgieron nuevas sedes de las droguerías y las supertiendas, y en menos de tres décadas habían forjado un negocio de supertiendas y droguerías, al que se unieron en los años 70 la emisora radial Olímpica y el equipo de fútbol Junior.

Álex Char, el segundo de los hijos de Fuad y Adelita Chaljub, que estudió ingeniería civil en la Universidad del Norte y realizó una maestría en construcción en Estados Unidos, fundó su empresa de construcción y se lanzó al Concejo en 1997. Resultó elegido, pero no se adaptó y a los seis meses se retiró, y le cedió su curul a su segundo renglón.

En el 2000 aspiró a la Gobernación del departamento de Atlántico, pero fue derrotado por Ventura Díaz, un veterano periodista radial. Alex Char demandó la elección, en el Consejo de Estado le dieron la razón y declararon nula la elección de Ventura, así que Char alcanzó a ejercer el cargo durante ocho meses en el 2003.

En el 2007 ganó la Alcaldía de Barranquilla, y la popularidad con la que hoy cuenta Char está cimentada en sus logros cuando ocupó el cargo.

Se le reconoce haber cambiado el rumbo de la ciudad con una serie de iniciativas que había anunciado en la campaña del 2007. Acabó con la concesión encargada del recaudo de los impuestos. Inauguró Transmetro, Sistema Integrado de Transporte. Pavimentó 600 kilómetros de vías con el programa Barrios a la Obra, continuó la ampliación de la avenida circunvalar, obra que está terminando la actual alcaldesa Elsa Noguera. Organizó el ingreso a Barranquilla por el puente Pumarejo,  al reconstruir el bulevar del barrio Simón Bolívar y expropiar terrenos para construir la glorieta de la calle 17.

Reconstruyó 120 colegios, construyó 40 puestos de salud, con lo cual revivió la red pública de hospitales, y comenzó el proceso de rehabilitación del Centro Histórico de Barranquilla con la recuperación de la plaza de San Nicolás. Son obras que durante su gobierno le cambiaron la cara a Barranquilla y las que la alcaldesa Elsa Noguera continúo en su implementación y que la ciudadanía aprecia.

En sus declaraciones a los medios y en las presentaciones en público, ha dicho que ampliará la intervención en las escuelas y en los puestos de salud. Quiere invertir en cultura y deporte para impulsar nuevos talentos. Ampliará la cobertura de Transmetro. Demolerá la cárcel distrital de El Bosque, localizada en una zona popular, para construir allí una sede de la Universidad del Atlántico y así acercar la educación a las clases populares. Pero su aspiración más grande es devolverle a la ciudad el río Magdalena, a emprender un proyecto de desarrollo urbano en la Isla de la Loma, que se encuentra en la prolongación del Paseo Bolívar, donde ya hay un bulevar y pasa la Avenida del Río, donde se construirá la nueva sede administrativa distrital.