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Una de las personas que habló sobre las irregularidades que venían ocurriendo con los paramilitares en la cárcel de Itagüí fue nada más y nada menos que la directora de ese centro carcelario

autodefensas

Algo huele raro

Aunque el gobierno y los paramilitares insisten en que en la cárcel de Itagüí se cumplen las normas, existen grabaciones y documentos que sugieren lo contrario.

19 de mayo de 2007

En su edición pasada, SEMANA reveló el contenido de algunas grabaciones en las que quedaba en evidencia de que en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí estaban ocurriendo irregularidades relacionadas con los paramilitares que allí se encuentran recluidos. Tras la publicación, el primero en salir a negar cualquier anomalía y a afirmar que los ex miembros de las AUC que allí se encuentran no estaban realizando ninguna actividad ilícita desde la prisión fue Salvatore Mancuso. Después del jefe paramilitar vinieron sendas declaraciones, en igual sentido, por parte del ministro del Interior, Carlos Holguín; el comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, y el director del Inpec, general (r) Eduardo Morales, entre otros funcionarios del Estado.

La denuncia sobre lo que estaba pasando en Itagüí quedó relegada a un segundo plano debido a que el debate se desvió completamente y terminó reducido a buscar quiénes contaron y entregaron las pruebas de lo que estaba pasando en esa prisión. Muy poco importó que una de las bases de la denuncia se fundamentaba en el testimonio, nada más y nada menos, que de la propia directora de la cárcel de Itagüí, Yolanda Rodríguez, considerada como una de las funcionarias más respetadas y con mayor experiencia en el Inpec.

En una conversación con su amiga la directora de la cárcel La Picota, Imelda López, la ex directora cuenta varias irregularidades en el interior de Itagüí relacionadas con los paramilitares. "Cambian de órdenes todos los días...Yo aquí digo que no y entonces ahí mismo llaman (los paramilitares) al director regional, y si no, al Ministro, y si no, al Presidente". Estos, entre muchos otros, argumentos, que obligaron a Rodríguez a solicitar su traslado, quedaron en un segundo plano.

Grabaciones y documentos de agencias de inteligencia obtenidos por SEMANA dejaban claro que algunos ex paramilitares recluidos en Itagüí coordinaban actividades ilegales desde allí. Uno de los casos mencionados fue alias 'Goyo'. Funcionarios del gobierno anunciaron que este hombre nunca había estado en Itagüí. Argumento que no deja de ser desconcertante, ya que, al menos hasta febrero de este año, aparecen registros e informes de agencias de inteligencia que evidencian que 'Goyo' estaba en Itagüí y estaba dedicado a actividades non sanctas (ver documento).

El general (r) Morales, director del Inpec, al igual que otros funcionarios del gobierno, afirmó a lo largo de la semana pasada que los jefes paramilitares tenían un régimen especial en la prisión. Como parte de esto se les había autorizado el uso de 10 teléfonos celulares. No deja de ser extraño que en las grabaciones y los documentos de las agencias de inteligencia aparecen registros de por lo menos 20 números celulares diferentes que son usados por ex paramilitares en el interior de Itagüí. Un documento de inteligencia revela que tan sólo el pasado 6 de febrero, José Bernardo Lozada, alias 'Mauro', ex militante del Bloque Catatumbo, recibió una llamada en la cárcel de uno de sus contactos con quien coordinó el ingreso de celulares al centro penitenciario (ver documento).

Aunque el gobierno y los propios paramilitares repitieron insistentemente que los jefes paras actuaban con transparencia, existen grabaciones y documentos que por lo menos dejan varios interrogantes respecto a algunos de ellos. Tal es el caso de Ramiro Vanoy, alias 'Cuco', quien, según un documento de agencias de inteligencia, el pasado 23 de enero recibió una llamada en la que colaboradores del ex jefe del Bloque Mineros le informaban detalles de una reunión, no muy clara, que sostendría en Tarazá gente cercana a 'Cuco' con un alto funcionario de la empresa Banacol. No menos curioso resulta el reporte que recibió el pasado 2 de abril Carlos Mario Jiménez, alias 'Macaco'. En una llamada de uno de sus colaboradores, el ex comandante del BCB recibe un reporte sobre una desmovilización de presuntos miembros de la guerrilla. "Eso está bien. De todas maneras, el que tiene que decir si eran guerrilleros o paracos es el gobierno", dice uno de los apartes de la conversación (ver recuadro).

A diferencia de lo que aseguran el general (r) Morales y otros miembros del Estado, algo huele mal en Itagüí. La versión que maneja el gobierno no coincide con grabaciones e informes de inteligencia que evidencian irregularidades en la que, se supone, es una de las más estrictas cárceles del país.