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El exasesor presidencial José Obdulio Gaviria, el expresidente Álvaro Uribe y el exministro Fernando Londoño. | Foto: Daniel Reina

POLÍTICA

Álvaro Uribe oficializa su oposición a Santos

Tras cuestionar todas las políticas del actual gobierno, desde la seguridad, las relaciones exteriores, la lucha contra las drogas y la economía, hasta la política social, el expresidente anunció una "acción política" será de "centro democrático" y que pronto saldrán al ruedo sus candidatos.

5 de julio de 2012

Este jueves, en el Gran Salón del club El Nogal de Bogotá, y durante el homenajeque promovió para su exministro Fernando Londoño, el expresidente Álvaro Uribe lanzó una "acción política" contra el gobierno de Juan Manuel Santos.

Durante 45 minutos, y tras cuestionar todas las políticas del actual gobierno, desde la seguridad, las relaciones exteriores, la lucha contra las drogas y la economía, hasta la política social, el exjefe de Estado reforzó su rechazó a los caminos tomados por el actual gobierno, al que le recordó que se elegido gracias a él y  a la seguridad democrática, pero que, según Uribe, perdió el rumbo.
 
"Soy consciente de que necesitamos acción política, debemos emprender recorridos. Estamos en la lucha y esperamos que nuestros futuros candidatos salten a la arena", dijo.
 
El expresidente defendió la tesis de una constituyente para hacer reformas a la Justicia. No obstante, aceptó que dicha constituyente también se propone reformar el Congreso, no para revocarlo, pero sí para reducirlo a la mitad, es decir, una sola cámara.
 
"Un grupo de ciudadanos, que merece todo el respeto, ha propuesto una Constituyente. Una Constituyente, limitada en sus atribuciones a reformar la Justicia, dedicada a este propósito sin la interferencia de interés diferente, puede ser respuesta al clamor de la hora", precisó.
 
Estos son algunos apartes de su intervención:
 
Esta noche nos reúne el ánimo común de rendir homenaje a una personalidad destacadísima, lo expreso por los atributos del homenajeado, pero me veo obligado a precisar que es destacadísima, no porque el doctor Fernando Londoño Hoyos sea una especie extraña al pueblo colombiano, al contrario, es uno de sus más fieles intérpretes.

Con el reciente atentado, el país volvió a sentir los explosivos en su capital, con la diferencia de una seguridad democrática en abandono y erosión.

Se habría comprendido que la reacción gubernamental ante el atentado, además del rechazo, hubiera carecido de precipitud para lanzar imputaciones. Lo que para muchos es inaceptable es que se habló de mano negra, con la evidente intención de exculpar a los terroristas de la Farc, a propósito de que el crimen no alterara la opinión requerida para avanzar en las negociaciones, que han dejado de ser secretas, no porque haya información oficial, sino porque las delata el debilitamiento de la seguridad.

El día del atentado avanzaba a marcha forzada el Marco para la Paz. En múltiples ocasiones se han expresado los riesgos de impunidad, de abandono a las víctimas y de daño a la democracia al facilitar la elegibilidad política de los criminales. Voces del Gobierno y del Congreso engañan a la opinión ciudadana y también a las Fuerzas Armadas. Dicen en público que Timochenko no será elegible, pero quisieron imponer la elegibilidad del delito de lesa humanidad.

Hace poco, un columnista, me criticaba porque según él, al publicar yo en una cuenta de twitter las noticias sobre los hechos de violencia, los magnifico y hago daño al país y al Gobierno. Qué equivocado resulta pretender construir imagen a través de ocultar la violencia.

Encuentro muy injusto que cuando una ONG extranjera se opone al Marco para la Paz, el Gobierno la desoye en claro beneficio para la guerrilla. En cambio cuando la oposición es al fuero militar, el Gobierno, sumiso, corre a retirarlo, en claro perjuicio para nuestros soldados.

Debemos preguntar por qué el Gobierno escondió el Convenio de lucha contra el Narcotráfico con los Estados Unidos, cuyas negociaciones condujo nuestro Ministerio de Defensa, en sus inicios con la administración Bush y en la etapa crucial y final con el Presidente Obama.

Temo que en materia de economía y política social el Gobierno haya recogido una buena cosecha que heredó, se esté gastando incluso las semillas y volvamos a ritmos mediocres de desempeño.

El dr. Londoño diariamente presenta sus válidas preocupaciones por la ley de tierras y por la nueva crisis de ingresos que empieza a afectar a los cafeteros. Mucho más útil resulta para la economía y la cohesión social apoyar la remuneración de más de 500 mil familias cafeteras que estar inventando nuevos destinos de gasto público.

Nadie se opone a procedimientos expeditos para devolver la tierra a campesinos desplazados, es una consecuencia esperable de la seguridad democrática.

Hay sectores de la economía, anunciados como locomotoras, sometidos a la incertidumbre de las licencias. No se entiende que hayan creado nuevas y costosas entidades burocráticas para conocer estas solicitudes y pronunciarse sobre ellas, cuyo resultado ha sido la demora y el burocratismo.

La política social se estanca o se reduce a la par que aumenta la burocracia para manejarla, bajo el argumento equivocado de la reforma administrativa, de confundir eficiencia con gigantismo estatal. Se abandonó el Estado Comunitario, creo que se valieron de él para la elección, pero ni lo valoraron ni le prestaron atención.

Los gastos de personal, sumados el Gobierno central y los establecimientos públicos, pasaron en billones de pesos, de 15.8 en 2010, a 18.3 en la apropiación inicial de 2012.

El presidente Alberto Lleras nos dejó la gran lección de que la prudencia en las relaciones internacionales no puede justificar la legitimación de las dictaduras.

Estamos en desacuerdo que por 800 millones de dólares se legitime una dictadura que da refugio a los terroristas colombianos. Ese dinero se le habría podido prestar al sector privado a largo plazo.

Estamos en desacuerdo con que se considere a la dictadura Chavista como factor de estabilidad de Venezuela y la región.

Soy consciente que necesitamos acción política, debemos emprender recorridos. Estamos en la lucha y esperamos que nuestros futuros candidatos salten a la arena.

El Congreso no ha querido aceptar que las encuestas se deterioran al descubrir la ciudadanía que la aparente gobernabilidad, ese acuerdo que le permite al Gobierno sacar adelante sus proyectos, es deleznable al basarse en los favores entre titulares de instituciones.

En esta hora de la vida, al tener el cabello cubierto, en las bellas palabras de Gaitán, por la “nieve superior de la existencia”, no hay aspiración de distinciones ni búsqueda de halagos, pero siempre indefectible compromiso con el pueblo.

Sí, soy del pasado, así lo indica la cédula, sin embargo, lo grave es volver al pasado de la frontera con Ecuador retomada por la narco guerrilla, repoblada de coca, con asesinatos de trabajadores, como el de ayer, y la destrucción de equipos e instalaciones, que expulsan la inversión que atrajimos y nos devuelven a aquel pasado anterior al mío, sin esperanza.

Un grupo de ciudadanos, que merecen todo el respeto, ha propuesto una Constituyente.Una Constituyente, limitada en sus atribuciones a reformar la Justicia, dedicada a este propósito sin la interferencia de interés diferente, puede ser respuesta al clamor de la hora.


Vea el discurso completo.