Home

Nación

Artículo

Nación

¿Qué significa la muerte de ‘Megateo’ para la gente del Catatumbo?

La directora de Estudios del Programa de Guerra de la Universidad de Oxford analiza los efectos de la muerte del temido capo en esa región.

Annette Idler
10 de octubre de 2015

“Es un hombre que era ciudadano. Los campesinos dicen que es un hombre que entiende a la gente, les habla en códigos. Es un hermano. Se ha vuelto un referente.” Así describió un ciudadano de Norte de Santander a ‘Megateo’ cuando conversé con los habitantes del Catatumbo durante mi recorrido de la región hace un par de años. 

La muerte violenta de ese mismo hombre el 2 de octubre del 2015 fue celebrada como un gran éxito en los medios de comunicación nacionales y extranjeros. Uno de los narcotraficantes más buscados de Colombia, cuya muerte fue un golpe importante contra la industria ilegal de la cocaína. Sin embargo, la gente del Catatumbo tiene menos razón para celebrar. Para ellos, el futuro cercano podría ser aún más duro, con un escalamiento de la violencia que no se ha visto durante el reino de ‘Megateo’.

¿Cuál fue la función de ‘Megateo’ en el narcotráfico?

‘Megateo’ no fue un narco cualquiera. Empezó su carrera como guerrillero. Se convirtió en el líder del EPL, del cual todavía existe una pequeña fracción en el Catatumbo. Su función como “narco-bróker” fue lo que le dio tanto poder: coordinaba los acuerdos entre los eslabones de la cadena de producción de cocaína. Ayudaba a superar la desconfianza entre los grupos que participan en el negocio: las FARC, el ELN y el EPL; los paramilitares y luego sus sucesores, y varios grupos criminales.

Logró cumplir exitosamente esta función de intermediario porque tenía tres características: confiabilidad, credibilidad y “sociabilidad”. Siendo frecuentemente el único contacto directo con los grupos, tenía una gran responsabilidad en lograr acuerdos exentos de problemas, por eso tenía que ser confiable para todos los grupos involucrados. Además, la reputación de un “buen bróker” a lo largo de 25 años le confería la credibilidad necesaria en el negocio ilícito. Finalmente, tenía una amplia red de contactos que le sirvió para conectar y reconectar los eslabones mientras garantizaba la validez de los acuerdos sin poner en peligro el negocio.

¿Qué significa la muerte de ‘Megateo’ para el futuro del narcotráfico?
Con el asesinato de ‘Megateo’ se logró romper una parte importante de la cadena de producción de cocaína. Como esas tres características son escasas entre los narcotraficantes, será difícil restablecerla de manera rápida para asegurar el suministro continuo de coca a los laboratorios y el flujo de la cocaína por las rutas de narcotráfico hacia Venezuela y el Caribe. Pero esto solo es una cuestión de tiempo.

Lo preocupante ahora es que la muerte de ‘Megateo’ deja un vacío de poder. Esto se refiere tanto al negocio de la droga como al control del territorio en el Catatumbo. Sin esta figura que sabía reconciliar las diferentes necesidades de varios grupos que ideológicamente son adversarios, una lucha por el sucesor de ‘Megateo’ es muy probable.

Aunque el final de las FARC puede estar más cerca que nunca, todavía están vigentes. En el Catatumbo es donde su poder todavía es particularmente fuerte. En esta región también operan el ELN, el EPL, los numerosos otros grupos, denominados bacrimes, y hasta las pandillas de jóvenes subcontratadas por los grupos más poderosos.

Mientras combates entre esos grupos y las Fuerzas Armadas son bastante frecuentes, entre ellos mismos han logrado llegar a acuerdos de conveniencia que ayudan reducir el número de luchas violentas. Esta estabilidad relativa que se veía en la región se debe en parte a ‘Megateo’. En su función como bróker contribuyó a un “equilibrio maquiavélico”, como lo describió un defensor de derechos humanos de la zona, en el cual cada uno sabía sus límites. Había que pensar dos veces si era demasiado costoso sobrepasar ese límite.

¿Qué significa la muerte de ‘Megateo’ para la gente del Catatumbo?
Ahora este equilibrio ya no está garantizado. Puede dar lugar a una lucha de poder que, por lo menos a corto plazo, aumentaría la violencia en la región que pondría en peligro las vidas de los habitantes del Catatumbo.

Los habitantes del Catatumbo ya han sufrido “daños colaterales” durante las operaciones de persecución contra ‘Megateo’. Ante la crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela que surgió en esos mismos días, el calvario de esa gente no recibió mucha atención. Pero mientras Santos reclamó del presidente venezolano respetar los derechos humanos de los colombianos, se violaron los derechos humanos de cientos de colombianos que tenían que huir los operativos militares sólo algunos kilómetros al lado de esa misma frontera: las intensas operaciones militares contra ‘Megateo’ en agosto desplazaron a por lo menos 300 personas y causaron temor en todo Catatumbo. Es esencial que esta situación insoportable pare ahora después del golpe militar, y no se ponga más grave.

El abandono del Estado
Lo que hace falta son no sólo acciones en contra del narcotráfico, sino también acciones a favor de la gente del Catatumbo. Es cierto que ‘Megateo’ produjo terror en la población, como dice la Policía, pero esto sólo es una cara de la moneda. Cuando visité los pueblos del Catatumbo donde ‘Megateo’ fue buscado y matado conocí que él también era conocido como un hombre que cumple lo que dice.

¿Por qué muchas personas, como el ciudadano que mencioné al inicio de ese texto, apreciaban a ‘Megateo’? Hay que recordar que esto, entre otros, es el resultado del abandono del Estado. Mientras ‘Megateo’ cumplía –aunque con medidas ilegales y violentas– el Estado falló en cuidar a sus propios ciudadanos. En el Catatumbo pasé por carreteras donde la gente cobró peaje para mejorarlas porque no había autoridades locales para hacerlo. Conocí campesinos que cultivaron coca porque no había carreteras para llevar productos como café o yuca a los mercados. Y esperaba cuatro horas frente a un puente caído en una cola de carros porque nadie llegó a repararlo hasta que la misma gente lo hizo.

Priorizar a la gente del Catatumbo
Hay que respetar, apoyar y proteger a los colombianos del Catatumbo, sobre todo ahora en este ambiente de incertidumbre, esta tensa calma ante una posible erupción de la violencia.

Para acabar con la industria de cocaína, la violencia que esa industria nutre y el sufrimiento que el entrelazamiento de la guerra y del narcotráfico ha producido, hay que poner primero a la gente. Resultaría en un equilibrio más humano. Más que la muerte de un narcotraficante, la vida de la gente en el Catatumbo debería atraer la atención de los medios de comunicación. Esta sería una verdadera razón para celebrar. 

*Directora de Estudios del Programa Carácter Cambiante de la Guerra, Pembroke College, Universidad de Oxford.