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| Foto: Juan Carlos Sierra

ELECCIONES 2014

Tercería en cuidados intensivos

Con la decisión de Antonio Navarro, las opciones de una candidatura alternativa unificada agonizan.

6 de diciembre de 2013

Antonio Navarro, uno de los precandidatos presidenciales de la Alianza Verde que mejor registraba en las encuestas, decidió declinar su aspiración. Y en lugar de someter su nombre en una consulta para enfrentar a Enrique Peñalosa, decidió inscribirse como candidato al Congreso, y será la cabeza de lista del movimiento para el Senado de la República.

Navarro fue muy concreto al explicar cuál fue la razón por la que decidió bajarse de la baraja de presidenciables. “La posibilidad de unificar una sola candidatura entre los sectores independientes fue imposible”. Para el líder de Progresistas si no se unificaban los sectores alternativos al uribismo y al santismo “no vale la pena” participar en el debate por la presidencia. Por eso, según sus palabras, prefirió fortalecer al movimiento para que tenga representación en el parlamento.

Con esta decisión prácticamente las posibilidades de una tercería cada vez más agonizan, y eso a pesar de que a la luz de las encuestas, que han revelado que las opciones de una candidatura alternativa con verdaderas posibilidades de poder, tendría en el 2014 más opciones que nunca.

Porque el margen de indecisión que rodea los albores de la campaña es más elevado que en ninguna otra ocasión. Según la reciente encuesta de Ipsos Napoleón Franco para la alianza de medios entre RCN, radio y televisión; La Fm, y SEMANA, entre el 21 y el 23 por ciento votarían en blanco, y los que aún no saben por quién votar corresponden al 26%. Unos resultados que indican que el camino para que germine una candidatura alternativa estaría servido.

Pero los líderes de la izquierda y los sectores alternativos no pudieron encontrar mecanismos para consolidar una candidatura unificada. Navarro la ve ahora mismo como una opción imposible.

Aunque otra cosa piensa el concejal Antonio Sanguino, copresidente de la Alianza Verde, quien incluso se fue a la Registraduría para inscribir al movimiento dentro de una consulta interpartidista que permita escoger un candidato presidencial con otros sectores. Sin embargo, el Polo Democrático decidió no firmar dicha petición, y se ratificó que Clara López será su carta única para las elecciones. En consecuencia la única posibilidad sería hacerla con la Unión Patriótica, movimiento que tiene en Aída Abella su candidata presidencial.

Según Sanguino, esa solicitud casi que en tiempo de descuento, se debe entender como la posibilidad de dejar abierta la puerta a una tercería. “Vamos a ver si aún es posible madurar una propuesta de confluencia política”, dijo en cierto tono de resignación.

La Alianza Verde venía adelantando acercamientos para confluir con sectores de la izquierda y otros independientes para conformar la tercería, prácticamente esta posibilidad tenía una gran dificultad desde el mismo momento en que se selló la alianza entre el Partido Verde y los Progresistas de Navarro y Gustavo Petro.

Porque el 26 de septiembre, contra viento y marea, Enrique Peñalosa, quien se resignó a aceptar esa alianza, sacó un as bajo la manga y consiguió aprobar la realización de una consulta interna para elegir el candidato presidencial. Posteriormente fue el primero en inscribirse como precandidato y reto a Navarro a participar de ella.

Navarro intentó por todos los medios abortar la consulta interna de los Verdes. Sugirió buscar otro mecanismo para escoger un candidato y promovió la consulta interpartidista con otros sectores. Lo que nunca aceptó fue medirse con Peñalosa, quien además, según las encuestas, lo derrotaría en todos los escenarios.

La presencia de Peñalosa fue rechazada por los otros candidatos de la posible tercería, pues no veían en el exalcalde de Bogotá una opción alternativa real, pues lo ven más cercano al expresidente Álvaro Uribe, quien lo respaldó en su última apuesta electoral, pasó factura a la hora de la convergencia.

Navarro, por su parte, fracasó en sus reiterados intentos de modificar las reglas de juego y nunca aceptó medirse contra Peñalosa y que fueran los ciudadanos los que decidieran quien debería representar a los verdes en las elecciones. En consecuencia la consulta interna del Partido Verde, de momento, quedaría reducida a tres opciones. Peñalosa y los senadores Jhon Sudarsky y Camilo Romero, aunque los dirigentes del movimiento aún esperan que Ingrid Betancourt tome sus decisiones internas y acepte medirse en la consulta.

Para Camilo Romero, uno de los precandidatos, la decisión de Navarro fortalece a la Alianza Verde como partido, pues considera que con su presencia en la lista de Senado tendrá el suficiente arrastre para que la Alianza Verde llegue, con seguridad, al próximo Congreso.

Y con respecto a las posibilidades de una candidatura alternativa, Romero sugiere fortalecer la consulta para que la Alianza Verde sea la que convoque a ese amplio espectro de indecisos e indignados para poderle disputar la presidencia a Juan Manuel Santos.

Sin embargo, nada en la Alianza Verde es claro. Pues tras la decisión de Navarro los copresiderntes de la colectividad advirtieron que seguirían discutiendo cuál sería la estrategia de cara a las presidenciales.

Navarro insinuó que lo mejor no era participar del debate, y concentrar las fuerzas en las elecciones parlamentarias. "Cada día trae su afán", fue su respuesta sobre si apoyaría a Peñalosa. Pero Sanguino insiste que mantendrán la decisión de tener candidato presidencial propio.

Lo cierto es que mientras la Unidad Nacional cerró filas con Santos, y el uribismo ya decidió sus cartas, la Alianza verde, que parecía ser el paraguas bajo el cual se arroparía una candidatura alternativa, fracasó en su intento de unidad. Sus dirigentes son los únicos responsables.