Mal estreno del ‘Pacto por la Paz’ en el Congreso

El martes, con bombos y platillos, el presidente Juan Manuel Santos presentó en propiedad el gran Pacto por la Paz, una nueva coalición integrada, según sus palabras, por todos los partidos políticos “menos uno”, que están respaldando el proceso de paz.
 
En la foto cabían desde los partidos de la Unidad Nacional (Liberal, la U, Cambio Radical) hasta los independientes (Verdes, Mira, Indígenas, Opción Ciudadana) y los de oposición, caso del Polo Democrático. Su primer reto era la aprobación de la reforma a la ley de orden público y este miércoles era la gran cita. Pero la ausencia de algunos parlamentarios de esta nueva coalición terminó frustrando las intenciones del Gobierno.
 
Hubo debate, extenso y hasta tedioso. Los senadores y representantes de las comisiones primeras, sesionando de forma conjunta, se mantuvieron por casi siete horas. Se oyeron las intervenciones de los voceros y la del ministro Juan Fernando Cristo. Pero a la hora de votar cada uno de los incisos del proyecto, que sólo tiene dos artículos, los parlamentarios se empezaron a escabullir. A tal punto que en la tercera votación no había los votos suficientes.

La sesión se levantó y se postergó hasta el próximo martes. El proyecto, que tiene mensaje de urgencia pues el Gobierno necesita antes del 23 de marzo, debía surtir sus primeros debates esta semana. Pero el Pacto por la Paz no cumplió con el propósito. Mal estreno.
 
El ministro Cristo salió con cara de pocos amigos y sin hablar con la prensa. Apenas lamentó lo sucedido, pero confió en que la próxima semana haya mayor disciplina, especialmente en los miembros de la Unidad Nacional.
 
Y es que la postergación del debate fue responsabilidad de los políticos que están con el Gobierno y no del uribismo, que se retiró de la discusión, pues a pesar de su ausencia, el Gobierno cuenta con que el Centro Democrático votará en contra de la iniciativa.
 
Hernán Penagos, del Partido de la U, admitió la indisciplina de algunos de sus colegas, pero recordó que se evacuó todo el debate, se oyó a más de 35 parlamentarios y tras siete horas, la discusión se tornó desgastante.