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El río Arauca se encuentra en alerta naranja. Fotos: Jhon Barros. | Foto: John Barros

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Arauca: los estragos de un invierno histórico

Entre mayo y agosto de este año, más de 3.000 personas se han visto afectadas por la ola invernal en este departamento, que podría ir hasta octubre. Las lluvias alcanzaron los 420 milímetros, cuando lo normal son 300. El río Arauca, que se encuentra en alerta naranja, superó su cota máxima e inundó viviendas, cultivos y asentamientos ilegales.

Jhon Barros
6 de agosto de 2018

Por estos días, a Mario Alberto Valderrama Puerta, un moreno acuerpado nacido hace 62 años en Arauca, se le arruga el corazón y se le aguan los ojos cada vez que pasa por las zonas aledañas al río Arauca, cuerpo de agua que sirve de frontera entre Colombia y Venezuela.

Desde mayo, mes en el que el cielo araucano se rompió y no ha dejado de llover a cántaros, este ingeniero civil y padre de tres hijos, ha sido testigo del devastador panorama generado por el crudo invierno que azota a la capital del departamento.

Cada vez que se dirige a su finca, ubicada en el área rural y donde tiene extensos pastizales para el ganado, no ve más que agua, desolación y pérdidas; casas con el agua hasta el techo, cambuches en inmediaciones de las vías, árboles con los tallos sumergidos y reces intentando salir del fango.

“En mis seis décadas de vida jamás había visto al río Arauca tan crecido. En julio se salió de su cauce, superó el dique que controlaba las inundaciones y dejó bajo el agua a los barrios ribereños, a los asentamientos ilegales de venezolanos que se han instalado en la ronda del río y cultivos y pastizales. Aunque las lluvias han bajado un poco los primeros días de agosto, todavía estamos en emergencia. Las casas y los árboles aún flotan entre las carmelitas aguas del Arauca”.

Según Mario, Arauca no era testigo de un periodo de lluvia tan crítico desde hace 30 años. “Hace tres décadas tuvimos un fenómeno parecido, que dejó a la ciudad inundada. Pero hoy es mucho más crítico, ya que antes no contábamos con tanta población vulnerable del vecino país. El impacto ha sido terrible, negativo, perjudicando a personas humildes y a los finqueros que viven a las orillas de los ríos. Varios de los pastizales de mi finca están repletos de agua”.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) concuerda con lo divisado por Mario. La entidad informó que lo normal para esta época es que en Arauca se registren lluvias con valores de 300 milímetros, pero en julio se registraron excesos entre 360 y 420, es decir aumentos entre 20 y 40 por ciento.

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A raíz de esto, el nivel del río Arauca superó su cota máxima de 7,8 metros a comienzos de julio, alcanzando un tope de 8,04 metros (más de 20 centímetros), por lo cual el cuerpo de agua se desbordó por sus zonas de amortiguación.

Mario asegura que la tragedia se intensificó por la falta de mantenimiento de los diques. “Acá no hay planeación. Las autoridades debieron prever y realizar obras en los diques en época de verano, como se lo habían pedido los campesinos. Pero como no se han arreglado, el río colapsó y se desbordó. El gobierno ha atendido a los damnificados con comida, refugio y ropa mientras bajan las aguas, pero no es mucho lo que se puede hacer. Es difícil que den una solución definitiva si no se atienden las necesidades de nuestros diques, como reconstruirlos y hacerles el mantenimiento”.

Jorge Chávez, quien vive hace 38 años en Arauca, ratifica que esta es la segunda crisis más fuerte por lluvias en el departamento. “Lo que vemos hoy es como un espejo de lo que ocurrió en 1988, cuando el río Arauca se salió de su curso y se metió en las casas y cultivos. Pero ahora hay más gente vulnerable”.

Lo mismo recuerda Saúl Díaz, habitante del barrio la Unión que llegó a la capital hace 33 años. “En el 88 fue muy dura la situación, aunque la verdad todos los años sufrimos por inundaciones. Habitamos en un terreno plano, por lo cual las riberas de los ríos se inundan. Eso es inevitable, es la ley de la naturaleza. Lo que sí nos preocupa es el incremento de las invasiones y damnificados, que son los que han sufrido más al vivir en cambuches cerca al río Arauca”.

Reportes de la Defensa Civil Colombiana indican que 3.442 personas del departamento se han visto afectadas por las lluvias, al igual que 870 hectáreas inundadas que eran destinadas al pastoreo del ganado y cultivos de pancoger como plátano, yuca y maíz. Por su parte, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo informó que en los departamentos de Arauca, Guainía, Guaviare, Meta, Casanare y Vichada, las familias perjudicadas ya suman 11.400 por las lluvias.

Voces oficiales

El Gobernador del departamento, Ricardo Alvarado Bestene, reveló que la capital de Arauca tiene 72 invasiones cercanas al río, conformadas en su mayoría por venezolanos, las cuales hoy están bajo el agua, siendo Bello Horizonte la más afectada. Además, 70 por ciento del municipio de Cravo Norte está inundado, al igual que 60 por ciento de Rondón.

Para el mandatario, esta temporada de lluvias no es atípica. “Se ha dicho que es el año con más carga pluvial en la historia, pero no es así. Solo se ha presentado un día con esas características. Estamos siendo afectados con las inundaciones propias que se dan todos los años, pero en el imaginario la gente lo ve como algo nuevo. Es un error considerar fenómenos naturales como agresivos. Más de la mitad de nuestro territorio está conformado por sabanas inundables; somos un descansadero del material orgánico que viene con los ríos”.

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Sin embargo, Alvarado atribuye los resultados de las actuales inundaciones a factores como entubamientos y dragados. “Acá se cometió un ecocidio histórico al entubar el río Arauca, que le quitó sus zonas de amortiguamiento. En 1992 se construyó el dique, un terraplén que permitió ser soporte para la inundación, pero luego empezamos con dragados e inundamos de arena casi el 60 por ciento del municipio. El agua tiene memoria y hoy está reclamando lo suyo. Estamos entubando los ríos y eso conlleva consecuencias graves para el país”.

El arroz preocupa al mandatario. “En 2016 se registraron 36 mil hectáreas con arroz, para las cuales se desviaron caudales de ríos y se inundaron zonas sin entender las características de los suelos. Debemos saber cómo utilizar la tierra para hacer una mapificación del riesgo en el caso de inundaciones”.

El alcalde de Arauca, Benjamín Socadagui, manifestó que las inundaciones actuales nunca se habían visto en el municipio. “Aunque somos un territorio receptor de aguas de departamentos como Boyacá, Meta y Casanare y de Venezuela, hoy padecemos por la falta de drenaje del río Arauca. Hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que se drene, ya que si no se realiza las consecuencias serán peores en los años venideros”.

Socadagui informó que la capital cuenta con cerca de 4.000 personas afectadas por las lluvias, las cuales se incrementaron desde hace 40 días, y que las zonas más críticas en la zona rural son el Torno, Corosito, la Payara, Barrancones, Bocas del Arauca, el Vapor y toda la rivera del caño Jesús; y en la urbana invasiones como Bello Horizonte y Villaluz.

Por esta razón, en la zona rural y urbana de la capital de Arauca declaró calamidad pública, que se extenderá por seis meses más debido al aumento de los niveles del río Arauca y el recrudecimiento del invierno.

Esta declaratoria de la Alcaldía municipal, contenida en el Decreto 0057 de 2018, permitirá dar respuesta a los daños en viviendas, pérdidas materiales, afectaciones de cultivos, pérdida o avería de enseres, así como problemas de salubridad pública.

Falta de dragado

Federico Rodríguez, araucano de 60 años que trabaja tomando radiografías, considera que todos los pobladores conocen de antemano que entre julio y agosto llueve a cántaros en el departamento, pero que los desbordamientos son causados principalmente por la falta de dragado del fondo o lecho del río Arauca.

“Los sedimentos del fondo del río han subido su nivel en los últimos años. Todo este material, que es generado cuando los barrancos se desprenden y quedan depositados en el lecho, debe ser dragado. Así se hizo en una época, pero no sé por qué fue suspendido. Por eso, cuando llueve, los desbordamientos se intensifican. Hay que sacar estos sedimentos, pero es complicado por presupuesto. Tengo conocimiento que hay una draga en el departamento, pero las autoridades no la han podido utilizar”.

Las invasiones de los venezolanos intensifican la problemática, según Federico. “Nuestros hermanos del vecino país están construyendo sus casas alrededor del río Arauca y sus zonas inundables. Esto no solo genera más damnificados sino un riesgo para la salud, ya que al no contar con sistema de alcantarillado arrojan sus aguas negras al río. También se han presentado casos de tuberculosis y enfermedades de transmisión sexual desde que se intensificó la invasión”.

El malecón turístico del río Arauca es el sitio de mayor concentración de venezolanos. Mientras que algunos se dedican a sacar las arenas para venderlas o comercializan gasolina en pimpinas, otros exhiben carne con ningún tipo de control sanitario. “Esa carne viene de Venezuela y no tiene la vacuna de la fiebre aftosa. Está contaminada y su consumo nos pone en riesgo”, afirma Rodríguez.

Eloína Guarare, quien vive hace 32 años en Arauca, es una de las víctimas del invierno. “La época invernal ha sido grande. Mi barrio Llano Alto ha tenido muchas inundaciones en los últimos días, incluida mi casa, tanto por la cantidad de agua lluvia como por el desbordamiento del caño Córdoba”.

El agricultor Yesid Reyes, de 32 años, perdió 50 por ciento de los cultivos que tenía en su finca de una hectárea. “En la parcelación agrícola Nueva Esperanza, donde vivo, se perdió la mayoría de las siembras. El nivel del agua sube por la falta de mantenimiento de los caños y del dique del río Arauca. La Alcaldía está haciendo recuentos sobre las pérdidas en las granjas, para hacer un estudio y una evaluación para ver cómo nos ayudan”.

Alerta naranja por lluvias y crecientes

Por las fluctuaciones moderadas con valores altos del río Arauca en el municipio de Arauquita, así como en los afluentes de la cuenca alta, el IDEAM mantiene la alerta naranja en la cuenca hidrográfica del río.

Christian Euscátegui, jefe de pronósticos del IDEAM, aseveró que el periodo de lluvias en Arauca podría extenderse hasta octubre, con algunos picos como los registrados en el mes de julio. “El departamento tiene un periodo marcado de lluvias hacia mitad de año. Sin embargo, desde mayo el comportamiento ha sido ascendente, por lo cual debe continuar bajo alerta. Otros años con incrementos en la precipitación fueron 2015 y 2016”.

El experto les recomienda a las autoridades estar atentos a los informes diarios de la entidad, al igual que tener en cuenta las zonas altas del río Arauca, donde se podrían generar deslizamientos de tierras. “También se debe hacer un buen manejo de los residuos y manejo de basuras tanto en el caso urbano, que tiende a contar con taponamientos de ductos y encharcamientos, como en las áreas rurales. Esto aumenta la sedimentación en los ríos, y por ende incrementos súbitos del caudal en época de lluvia”.

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El IDEAM pide hacer un monitoreo continuo en los niveles de ríos como Margua, Cobugón, Chitagá, San Miguel, Banadía, Satoca, Bojabá, Cobaria y Royota, ya que cuentan con nuevos incrementos súbitos en sus niveles por las lluvias registradas en los últimos días.

La cuenca del río Casanare, que también cobija a Arauca, se encuentra en alerta roja por el IDEAM. “Se han registrado niveles altos próximos a la cota de afectación a la altura del municipio de Cravo Norte. Las autoridades locales y regionales de gestión del riesgo deben estar atentos al comportamiento del nivel del río, ante posibles afectaciones por desbordamientos".