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ENTREVISTA

“Nadie puede ganar sin coaliciones”: Armando Benedetti

En video: El presidente de La U habla sobre la crisis que atraviesa su colectividad y las razones que llevaron al partido del presidente Santos a no tener candidato presidencial propio en las elecciones de 2018.

29 de julio de 2017

SEMANA: La U está en crisis: dos de sus congresistas más votados fueron involucrados en el escándalo de Obedrecht; Roy Barreras declinó su aspiración presidencial y Juan Carlos Pinzón renunció al partido; y el presidente Juan Manuel Santos, su jefe natural, tiene una imagen muy negativa. ¿Cómo llegaron a esto?

ARMANDO BENEDETTI: La llamada crisis de La U es el mismo proceso por el que están pasando otros partidos y tiene que ver con la incertidumbre que generan las elecciones de 2018. Las encuestas dicen que ningún partido, excepto el Centro Democrático, podría ganar por sí solo y que quien vaya a ser elegido presidente tiene que hacer coaliciones. No tener candidato propio no nos preocupa. A diferencia de otras elecciones, la medición de fuerzas esta vez comienza el 12 de marzo, con las elecciones parlamentarias.

Sobre los investigados por el escándalo de Odebrecht, esperamos que pronto se sepa quiénes más hacen parte del mismo. Musa Besaile y Ñoño Elías no son las únicas piezas del rompecabezas. ¿Dónde están los nombres de los funcionarios que participaron en las adiciones y contrataciones?

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Y frente a la popularidad del presidente, es cierto que es muy baja. Sin embargo, tenemos claro que en algunas regiones, como la costa Caribe, el fin de la guerra por cuenta del proceso de paz es muy valorado. Nuestros candidatos a Congreso, además, son líderes regionales que ponen el pecho por sus propios votos. La semana pasada decidimos seguir unidos y convertirnos en la fuerza parlamentaria definitiva para escoger presidente.

SEMANA: ¿Cómo puede ser relevante un partido sin candidato?

A.B.: No debería usar este ejemplo, pero después de postular a Andrés Pastrana los conservadores no han vuelto a tener candidatos fuertes. Sin embargo, han tenido una participación en el poder importantísima.

SEMANA: Pero el Partido Conservador ha perdido curules en el Congreso cuando no ha tenido candidato propio…

A.B.: Pero siempre incide en las decisiones claves. Nosotros terminaremos determinando la elección presidencial. Y repito: la parlamentaria será la definitiva. Después de elegir senadores y representantes los electores cambian el chip y definen sus posiciones frente al presidente. Es por eso que Germán Vargas está concentrado en armar listas regionales. Él es consciente de que solo ampliando su bancada y con un número alto de parlamentarios electos que lo apoyen puede competirle a Uribe en la etapa final de la campaña.

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SEMANA: Si es claro que el Partido de la U busca hacer parte de una coalición, ¿cómo escogerá a quién apoyar?

A.B.: Muy seguramente haya diferencias para tomar esa decisión. Solo quiero decir que en política prima el instinto de sobrevivencia y la gente se va con los candidatos más fuertes, no con los perdedores. No somos los únicos sin candidato hasta el momento: los conservadores no saben qué hacer en las presidenciales y los liberales ni siquiera tienen claras las reglas de juego para escoger un nombre entre cuatro precandidatos. A final de año escogeremos a quien apoyar, pero esa es una decisión que depende del liderazgo del presidente.

SEMANA: ¿Cómo asegurar que la falta de candidato no golpee la cantidad de congresistas que La U puede elegir?

A.B.: Lo ideal es que la reforma política que presentará el gobierno permita que los partidos grandes puedan hacer coaliciones para postularse al Congreso. Con esa posibilidad, si se hablara de una lista de la unidad de la paz, esta podría llegar a sacar 55 o 60 senadores. Entiendo que no tener candidato podría impactar las listas, pero si se permite que todos los partidos hagan coaliciones para llegar al Congreso, mantener la representación de La U no tendría problema. En parte, además, porque independientemente de las decisiones judiciales contra algunos de sus congresistas, La U es el partido más fuerte en el Caribe.

SEMANA: Usted insiste en que en todos los partidos reina la incertidumbre, pero en el Centro Democrático y Cambio Radical hay total claridad…

A.B.: En el Centro Democrático hay cuatro candidatos que tampoco tienen definido su norte.

SEMANA: Pero ese norte no necesita consensos, lo define Álvaro Uribe…

A.B.: En el Centro Democrático Uribe no es el jefe, es el prefecto de disciplina. Pero él no puede decidir por sí solo lo que pase con Marta Lucía Ramírez, con Alejandro Ordóñez o con los cristianos. Hacia afuera de su partido necesita algún grado de consenso para apostarle a lo que quiere: ganar en primera vuelta.

SEMANA: ¿Cuáles son entonces las perspectivas para las coaliciones que no estén con Uribe?

A.B.: Uribe es capaz de volver a polarizar el país como lo hizo con los del Sí y los del No, lo cual le daría muchas posibilidades. En la orilla contraria, la única persona que puede recoger todos los sectores del Sí, en una hipotética segunda vuelta, se llama Humberto de la Calle. Su nombre tiene acogida en sectores amplios de La U, en la izquierda, entre los verdes, entre algunos conservadores y los liberales.

SEMANA: ¿Qué posibilidad real le ve a que el ministro Iragorri, quien asumirá la presidencia del partido, pueda mantenerlo unido?

A.B.: Él ya aceptó ese reto. En temas del respaldo a la paz no será difícil. El 85 por ciento de La U ha apoyado el fast track. Pero yo ya no podré seguir liderando ese apoyo porque estaré en campaña. Él único que puede estar ahí es Iragorri, por su lealtad al presidente, por su disciplina, por las relaciones dentro del partido. No se me ocurre otro nombre para esa presidencia.

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SEMANA: En campaña, los partidos necesitan sumar. ¿Por qué minimiza el retiro de una figura prestigiosa como Juan Carlos Pinzón?

A.B.: No la minimizo. Nosotros nunca tuvimos a Pinzón. Él nunca ha tenido un capital político y ha demostrado que no sabe nada de política. Despierta poco interés entre los ciudadanos y entre los parlamentarios tiene poca acogida. Nunca se dedicó a enamorarlos. Con su renuncia a La U, en el partido no perdemos nada.

SEMANA: Sin candidato presidencial, ¿cuál es el elemento que garantiza la unidad?

A.B.: Vengo de una crisis expuesta por los medios, y que tocó su punto final el 20 de julio cuando el partido llegó dividido en dos a la escogencia del primer vicepresidente del Senado. Esa crisis generó la reflexión de que separados no podemos llegar a ninguna parte.

SEMANA: Pero hay un sector del partido que quería incluir el transfuguismo en la reforma política…

A.B.: En la reunión de bancada que tuvimos después de la crisis con la elección de las mesas directivas, 18 de 19 senadores presentes decidimos que no vamos a apoyar esa iniciativa. Los que estamos en La U, en La U nos mantenemos. No sé qué decisión habrán tomado los parlamentarios de otros partidos. En lo que a nosotros concierne, lo claro es que nuestro partido se mantiene y que nos concentraremos en las elecciones a Congreso.