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Así se cocinó la reforma tributaria

En el tira y afloje por la reforma tributaria, el gobierno logró la aprobación del grueso del proyecto. Pero el Congreso también hizo valer muchas de sus propuestas. Así fue la metamorfosis de la iniciativa.

21 de diciembre de 2012

Contra viento y marea, la segunda reforma tributaria del gobierno Santos, que desmonta una buena parte de los parafiscales (impuestos a la nómina) y hace cambios sustanciales en la tributación de las personas naturales, será Ley de la República.

El gobierno logró lo que muchos creían imposible: que antes de terminar este año, el Congreso aprobara la propuesta que hace solo dos meses el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, había radicado en el Legislativo.

No fue fácil y tampoco salió gratis. Como toda iniciativa fiscal, el gobierno jugó sus cartas y debió ceder ante muchas de las peticiones de los parlamentarios, en aras de salvar los ejes centrales de su propia propuesta. 

La metamorfosis que sufrió el proyecto durante su trámite legislativo confirma lo complejo que fue el tira y afloje entre gobierno y Congreso. La reforma original que presentó el ministro Cárdenas tenía 100 artículos. En el primer debate en las comisiones económicas conjuntas subió a 150 y salió finalmente de las plenarias con poco más de 200 artículos. Eso significa que  creció cien por ciento, desde la idea original.

El alud de más de 300 proposiciones que tenían los parlamentarios, en la que había de todo como en botica, dificultó la cocción de esta reforma que, en algún momento, se vio al filo de la navaja. Para respaldar o negar las propuestas del Congreso, el gobierno tuvo que hacer malabares. No solo había que evaluar el impacto fiscal de ellas, sino el efecto político que tendrían en el Congreso su rechazo o aceptación.

El cierre de la reforma fue particularmente tenso. Algunos llegaron a pensar que se le podría salir de las manos al gobierno. En los últimos dos días de las sesiones extras, el ministro de Hacienda tuvo que jugar con cuatro cartas que le impuso el Congreso. Se trataba de propuestas de gran alcance. Una, pedía gravar los dividendos para las personas más adineradas, lo que le podría representar al gobierno ingresos por 400.000 millones de pesos. La segunda tenía que ver con un aumento de un punto en el Cree  (impuesto para la equidad) para la minería y el sector petrolero, con lo cual se podrían obtener recursos por 600.000 millones de pesos. La tercera carta buscaba quitarle un punto de los parafiscales a las cajas de compensación y dárselo a la educación superior y por esta vía obtener 1 billón de pesos. Y la cuarta opción se refería a incrementar un punto del Cree para todas las sociedades, con lo cual el fisco recibiría 1,2 billones de pesos.
La primera alternativa tuvo tantos adeptos como adversarios. El propio presidente Juan Manuel Santos, le dijo a La W Radio que consideraba justo gravar los dividendos con un 5 por ciento, cuando pasaran de 200 millones de pesos. Esto generó reacciones de la dirigencia gremial, que se opuso tajantemente a esta iniciativa.

Finalmente, el gobierno se la jugó por la última opción, es decir,  pasar el Cree del 8 al 9 por ciento para todas las sociedades. Con esta propuesta no solo recibiría más plata,  (1,2 billones), sino que se ganaría al Congreso que respaldaba en su mayoría este incremento en el nuevo impuesto para la equidad.

Por lo demás, esta propuesta permitió que los partidos tomaran la iniciativa sobre la destinación de los recursos adicionales a obtener. Así, los conservadores defendieron el 30 por ciento para ayudar a cerrar la brecha social en el agro; los liberales el 40 por ciento para la educación superior y La U el 30 por ciento para la salud. No podían quedar más satisfechos.

Por supuesto, al gobierno le atraía la idea de incrementar en un punto el Cree. Significaba contar con plata adicional para tres importantes sectores, aunque con esto, sin querer queriendo, incumpliera la promesa de campaña del presidente Juan Manuel Santos de no subir los impuestos durante el cuatrienio. En la práctica el impuesto de renta pasará de 33 al 34 por ciento para las sociedades. También se consideró más equitativo gravar las empresas en sus utilidades con ese punto de más, pues esta reforma les quita los parafiscales.

Lo cierto es que, al final del día, el gobierno puede sacar pecho, porque logró la aprobación de una novedosa reforma tributaria que busca mayor equidad y estimular el trabajo en lugar del capital, como había sucedido con anteriores iniciativas.

El ministro de Hacienda se salió con la suya al cambiar radicalmente el manejo de los parafiscales en Colombia en pro del empleo y la formalidad laboral. Además introdujo el nuevo concepto del Iman (Impuesto Mínimo Alternativo Nacional) que establece un piso para el pago de impuestos para las personas naturales, de tal manera que quienes más ganen, más paguen. Otro logro importante fue modernizar la estructura del IVA, al pasar de 7 tarifas a 3. A última hora en la conciliación, el gobierno ganó el pulso sobre el alza de la gasolina que será de 200 pesos, en lugar de los 400 que se había propuesto y aprobado en el Senado.

Por supuesto, el Congreso también logró lo suyo. Triunfó su propuesta de incrementar en un punto el Cree lo que le da nuevos recursos a la universidad pública, la salud y el agro. También consiguió bajar el precio de la gasolina, el IVA a la medicina prepagada, que no se tocara la canasta familiar  y plata para las madres comunitarias. 

Pero, a pesar de los importantes avances, se quedan dentro del tintero algunos temas que contribuirían con el objeto buscado de mayor equidad. Se trata de las propuestas de gravar las pensiones más altas e insistir en el impuesto a los dividendos –como existe en los países desarrollados– para los más ricos. Y hacia futuro la tarea pendiente, si se quiere avanzar realmente en equidad, será una reforma que permita actualizar los impuestos a la tierra.

Tras la reforma, entre los analistas quedó una preocupación sobre las cuentas fiscales. El interrogante tiene que ver con que, si realmente compensa la reducción de 13,5 puntos de los parafiscales, con lo que se recaude en total.  El ministro Cárdenas dice que sumando y restando renta, IVA, Cree, ganancia ocasional, normas antievasión, las cuentas cuadran. El faltante calculado para el 2014 ascendería  a 446.000 millones de pesos, suma que no es preocupante.

Lo cierto es que hay reforma tributaria y los colombianos se deben preparar para estos cambios a partir del próximo año.Los siguientes son algunos  de los puntos clave aprobados en el Legislativo.

1. Aumenta el Cree

Un cambio significativo se dio en este punto. El Cree (impuesto para la equidad) que tendrán que pagar las empresas para cubrir la parte que se elimina de los parafiscales (ICBF, Sena, salud), subió al 9 por ciento (la propuesta original era de 8 por ciento). La base de este impuesto son las utilidades y para su cálculo no se reconocerá beneficios especiales. Al ser este un impuesto nuevo, no se encuentra amparado por los contratos de estabilidad jurídica. De acuerdo con lo aprobado en el Congreso, el punto adicional será temporal por 3 años. Los recursos adicionales se distribuirán así: 480.000 millones de pesos para las universidades públicas, los institutos técnicos y tecnológicos; 360.000 millones para la nivelación de la UPC (Unidad de Pago por Capitación) en el régimen subsidiado con el régimen contributivo. Y otros 360.000 millones para combatir la pobreza en el campo.

2. Personas naturales

Este fue uno de los temas más polémicos durante la discusión. De acuerdo con lo aprobado se crea el llamado Iman (Impuesto Mínimo Alternativo Nacional) que fija un piso para el pago de impuestos de los asalariados. La tabla que se aplicará se endureció para las personas con ingresos por encima de 10 millones de pesos mensuales.

Aunque los beneficios tributarios de los asalariados como cuentas AFC y fondos de pensiones voluntarios se mantienen, se podrán usar hasta un 30 por ciento del ingreso con un tope de 100 millones de pesos al año. Los recursos los tendrán que mantener por lo menos diez años, para conservar el beneficio tributario. Hoy el tiempo es de cinco años. Este cambio aplica solo para los nuevos ahorros, es decir, se mantienen las condiciones anteriores para los ahorros depositados allí hasta el 31 de diciembre de 2012.

A los asalariados y trabajadores independientes con ingresos inferiores a 3.350.000 pesos mensuales (una vez sean excluidos sus aportes a salud y pensiones) no se les practicará retención en la fuente. En términos brutos esto equivale a decir que quienes ganen menos de 3.600.000 pesos no pagarán impuestos de renta.

De un tajo los parlamentarios rechazaron la propuesta de gravar las pensiones, en el monto que excediera 10 millones de pesos, como pretendía el gobierno. En este punto sigue como está hoy, que solo pagan impuesto las pensiones superiores a los 26 millones de pesos.  
El impuesto a las ganancias ocasionales pasa del 33 al 10 por ciento.

3. Unificación del IVA
El Congreso aprobó la propuesta del gobierno de unificar el IVA en 3 tarifas (ahora quedarán 0, 5 y 16). Y se fijaron 3 tarifas de impuesto al consumo (4, 8 y 16 por ciento).

Los restaurantes quedaron así: para las franquicias seguirán con el IVA del 16 por ciento o régimen general, para aquellos que facturen menos de 105 millones de pesos al mes, quedarán en el régimen simplificado por fuera IVA. Para los demás restaurantes se fijó un impuesto al consumo del 8 por ciento.

En general, los impuestos al consumo son para bienes suntuarios (que también tienen IVA).
El IVA a la medicina prepagada baja del 10 al 5 por ciento, lo que representa un alivio para 5 millones de personas que utilizan este sistema de salud. Inicialmente el gobierno quería subir la tarifa al 16 por ciento, pero el Congreso se opuso.

En el IVA a la hotelería donde se dio un gran debate, quedó la 16 por ciento, como venía.

4. Dientes para la Dian

En el tema sobre abuso en materia de impuestos se estableció que la Dian queda con una capacidad de iniciar procesos cuando se tenga evidencia de fraude en las declaraciones de impuestos. También habrá más herramientas para poder producir una lista de países que entran en la categoría de paraísos fiscales y controlar la evasión a través de estos.

Los patrimonios no declarados, pero que ahora voluntariamente se revelen, podrán declararse como ganancia ocasional en los años 2012 y 2013 a una tasa del 10 por ciento y tendrán un plazo de cuatro años para el pago.

5. Recursos para el Sena, ICBF y salud

Se aprobó una cláusula que establece una garantía de que los recursos del Sena e ICBF -que llegarán ahora por la vía del Cree- nunca podrán ser inferiores a la fuente del presupuesto de 2013. Y a futuro esta aumentará cada año a una tasa del IPC más 2 puntos. Con esto se asegura que no se desfinancien los programas de dichas instituciones. En caso tal, responderá el presupuesto general de la Nación. Los empleadores de trabajadores que devenguen más de diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes, sean o no sujetos pasivos del impuesto sobre la renta para la equidad - Cree, seguirán obligados a realizar los aportes parafiscales para estas entidades.

6. Fin a nuevos contratos de estabilidad

Se derogó la Ley 963 del 8 de julio de 2005 por medio de la cual se instauraron los contratos de estabilidad jurídica para los inversionistas en Colombia.  Quedó claro que las solicitudes que se encuentren radicadas ante el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, así como los procedimientos administrativos que se encuentren en curso en el momento de entrada en vigencia de la reforma, deberán ser tramitados. Además, los contratos de estabilidad jurídicavigentes a la fecha de la promulgación de la presente ley continuarán su curso en los precisos términos acordados en el contrato hasta su terminación.