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A la izquierda Fabio Andrés Salamanca. | Foto: Guillermo Torres

CRÓNICA

Así se dio la libertad de Fabio Andrés Salamanca

Roberto Bastidas, padre de una de las victimas, dijo que la juez “parece que fuera la mamá que lo estuviera defendiendo”.

30 de julio de 2013

Un sentimiento de indignación recorrió los pasillos del complejo judicial de Paloquemao. Se trataba de la decisión de la jueza segunda de garantías Carmen Gualteros, quien segundos antes había desestimado la petición de la Fiscalía de enviar a la cárcel a Fabio Andrés Salamanca, el joven responsable de la muerte de dos ingenieras y de dejar gravemente herido al conductor del taxi.

Temprano en la mañana Salamanca, de 23 años, vestido con un saco gris el cual reflejaba su estado de ánimo, ingresó al complejo judicial de Paloquemao para atender el llamado de la justicia. No era una audiencia corriente, la atención del país estaba puesta allí ya que se conocería si el joven universitario era llevado a una cárcel por los hechos ocurridos el 12 de julio, cuando en estado de embriaguez chocó su camioneta contra el taxi en la calle 26 con carrera 30.

Pocas fotografías se pudieron tomar del joven. La jueza impidió que las cámaras registraran la imagen de un Fabio Andrés abatido por un hecho que recuerda a medias y que le produjo un estrés que lo tuvo hospitalizado por más de una semana.

Salamanca se inquietó, movió la cabeza para ambos lados cuando el fiscal 13 de vida Martín Cortés le leyó los cargos y narró lo que pasó esa noche. El funcionario del ente acusador dijo que el joven bebió tequila en la calle 32 con carrera séptima. En un momento solicitó un conductor elegido, pero no lo esperó. También que la investigación había determinado que viajaba a 140 kilómetros por hora y que no frenó su vehículo en el momento del choque. Para Cortés estos eran suficientes argumentos para que Salamanca esperara su proceso en la cárcel. 

Luego de la narración y tras los 19 días de espera, las tres familias víctimas del accidente escucharon cómo el joven no aceptó los cargos. "No fue mi intención acabar con las vidas de ellas dos", dijo el universitario mientras en la sala se escucharon los murmullos de algunos asistentes.  

Tras los señalamientos del fiscal, el abogado del universitario aseguró que Salamanca ofreció renunciar a la licencia de conducción y entregar su pasaporte y que si la Fiscalía le hubiera imputado homicidio culposo, él habría aceptado el delito.

La narración de los hechos expuesta por el fiscal, la respuesta de Salamanca y lo que dijo el abogado aumentaron el desconsuelo en los familiares de las tres víctimas. No podían creer que el joven a quien la Fiscalía le señaló dos delitos graves pidiera perdón, pero a la vez no aceptara su responsabilidad.

A la salida de la larga audiencia, Roberto Bastidas, padre de Diana Bastidas, no guardó su indignación y se fue en contra de la jueza segunda. “Parece que fuera la mamá que lo estuviera defendiendo. Que sigan los borrachos haciendo de las suyas”. También dijo que él sólo busca justicia y calificó la decisión de la togada de herir a la familia.

José Cangrejo, padre de Hollman Cangrejo, el taxista que resultó lesionado de gravedad durante el accidente, indicó que las personas que comenten delitos en el país pueden hacer lo que quieren y “nadie les dice nada”.

Tras la decisión, los comentarios en el complejo judicial no se hicieron esperar. Sobre todo después de que se comparó un caso similar en el que el conductor en estado de embriaguez atropelló y mató a un joven el sector de Hayuelos, en el occidente de Bogotá. Este fue enviado al día siguiente a la cárcel.

Aunque Salamanca seguirá vinculado al proceso por los delitos de homicidio de dolo eventual y lesiones personales agravadas, por ahora podrá estar en su casa, al menos mientras otro juez se pronuncia sobre su caso.

Por qué quedó en libertad Salamanca

Después de que la Fiscalía le imputó al joven los delitos de homicidio doloso y lesiones personales agravadas y consideró que este debía ir tras rejas la juez que escuchó los argumentos, concluyó otra cosa. Para ella, la Fiscalía expuso una argumentación en la que deja entrever que dejar a una persona como Salamanca en libertad es enviarle un mensaje equivocado a la sociedad.

En su criterio, el ente acusador confunde la medida de aseguramiento con los fines de la pena. “Aquí no estamos haciendo una valoración de la pena, sino de la medida de aseguramiento”, reiteró.
 
La juez recordó, en tono irónico, que la Fiscalía pretende una medida de aseguramiento con la que "se protegería a la sociedad" -ya que Salamanca sería un peligro para la comunidad-, pero luego se preguntó: ¿De qué se quiere proteger a la sociedad?
 
Y continuó: “Hay un aspecto en estas diligencias y es que al señor Salamanca ya se le restringió conducir vehículos puesto que se le quitó la licencia de conducción y sabemos que desde el punto de vista administrativo ya se hizo eso”.