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JUSTICIA

Así espiaban a Piedad

Después de haber recibido el beneficio de principio de oportunidad, la ex subdirectora de Operaciones del DAS, Martha Leal, le contó a Fiscalía los seguimientos que le hicieron a la senadora Piedad Córdoba.

10 de septiembre de 2010

En sus declaraciones a la Fiscalía, la ex subdirectora de Operaciones del DAS, Martha Leal habló sobre el espionaje que desde esa entidad se le hacía a la senadora liberal Piedad Córdoba.

Según contó Leal, desde cuando ella llegó a esa subdirección el 27 de noviembre de 2005, cuando Andrés Peñate era director del DAS, el gobierno de los Estados Unidos estaba financiando cuatro grupos dentro de esa institución. Dos eran contra terrorismo y dos de contrainteligencia, que para ese entonces se denominaban Venus y Bahía.

De acuerdo con Leal, en los grupos de contratinteligencia, “los temas de seguridad de Estado que se investigaban era sobre agentes venezolanos y cubanos infiltrados en Colombia y que estaban promoviendo actividades hostiles en nuestro país, para abrir un espacio a la implantación de la revolución bolivariana del presidente Hugo Chávez en Colombia”.

Por eso, el DAS estaba investigando a la senadora Córdoba y al entonces senador Gustavo Petro.

“Había información que indicaba que la entonces senadora Piedad Córdoba estaría recibiendo dineros del presidente Hugo Chávez para financiar su campaña al Senado, lo mismo que el senador Gustavo Petro”, dijo Leal, como consta en su declaración hecha pública este viernes por Caracol Radio.

Respecto a los dineros que supuestamente recibía Córdoba, la ex funcionaria del DAS dijo que “se decía que sus asesores, algunos de los cuales habían sido militantes de movimientos subversivos, eran los que recibían el dinero y lo ingresaban ilícitamente a Colombia”. Y contó que sobre Petro, se suponía “que sería su ex esposa quien recibiría estos aportes”.

Los grupos Venus y Bahía fueron trasladados por Peñate a la subdirección de contrainteligencia, que dirigía Jorge Lagos. Allí, según Leal, continuaron esas investigaciones.

“Por mi parte, la información que yo recibí sobre estos aspectos, en particular de la doctora Piedad Córdoba, fueron allegados por funcionarios de mi oficina que trabajaban aquí en Colombia para obtener información de las operaciones que realizaban venezolanos en nuestro país, pero que de alguna manera involucraban a ciudadanos colombianos en las mismas”, aclaró Leal en su versión ante la Fiscalía.

Respecto a los seguimientos que se le hicieron a la senadora, la ex funcionaria del DAS comentó que la observaron durante “reuniones que ella tuvo con agentes encubiertos de la inteligencia de esos países aquí en Colombia que se hacían pasar como miembros del cuerpo diplomático acreditado...”.

Igualmente, mientras Córdoba gestionaba las liberaciones de Clara Rojas y su hijo, agentes del DAS la seguían, pues “había interés del gobierno nacional de saber la ubicación de los mismos y cómo se iban a llevar a cabo estas liberaciones”.

En un intento por escuchar las conversaciones de la Senadora, el ex director de Inteligencia del DAS Carlos Arzayuz ordenó la implantación de un micrófono “en el vehículo del DAS que le servía de escolta”, de acuerdo con la versión de Leal.

A los investigadores les inquietaba saber “qué conversaciones estaba teniendo ella y con qué personas estaba comentando, ya que en el carro en que ella acostumbraba desplazarse no solía llevar a los funcionarios del DAS, sino a unos de su confianza”, explicó Leal.

Entonces los encargados de hacer la instalación aprovecharon un día que el carro fue a mantenimiento al taller y pusieron el micrófono. Gracias a éste, se obtuvieron informaciones que, según Leal, se le entregaron a Peñate. Pero esta ex funcionaria cree que el micrófono no se usó por más de 15 días porque no era fácil mantener cargada su batería.

Además de este método, otro que usaron las directivas del DAS para saber más sobre Córdoba fue la información que le pidieron a los funcionarios encargados de velar por su seguridad.

“En la dirección General de Inteligencia, a las diferentes subdirecciones se nos solicitó aportar toda la información que se tuviera disponible de todas las épocas de la senadora Piedad Córdoba, la cual iba a ser entregada y aportada a la investigación que estaba llevando la Policía por el caso de los computadores de Raúl Reyes, en los que al parecer ella aparecía con el alias de Teodora”, contó Leal.

La ex funcionaria del DAS también recordó que durante la administración de Peñate, le encargaron la tarea de conseguir la factura con la que se podría evidenciar que el Partido de los Trabajadores de México pagó un viaje que Córdoba hizo a ese país y que ella alegaba que había pagado con su dinero.

Era la Presidencia de la República la interesada en confirmar que así fue, dijo la ex funcionaria. La razón, Córdoba “participó en una reunión a la cual asistieron miembros de las Farc”, según explicó Leal. Al final, ella encontró que “los gastos de su estancia los pagó el Partido de los Trabajadores y no ella (Piedad Córdoba)”.

Leal también contó que en 2008, el ex director de inteligencia Fernando Tabares le mandó un oficio pidiéndole que averiguara sobre unos dineros que, supuestamente, la senadora habría recibido de la empresa Monómeros Venezolanos.

La versión que se intentaba confirmar era la de una fuente que dijo que aquella empresa, por instrucción de PDVSA, habría girado a Córdoba unos 120.000 dólares “aparentemente para financiar gastos del acuerdo humanitario, pero que según lo había manifestado la fuente, este dinero se legalizó de esta manera, pero venía con fines de apoyarla económicamente a ella por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez”. Entonces el DAS pidió información a la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) “y, efectivamente, se corroboró que de este dinero, una parte la recibió ella, otra parte sus asesores y un dinero fue girado a personas que se dijo estaban haciendo una publicidad sobre el acuerdo humanitario”, dijo Leal a la Fiscalía.

Después, el DAS analizó los viajes hechos por la senadora antes de la entrega de los secuestrados. La información encontrada, según Leal, permitió conocer que aquellos vuelos, entre los que había charter, costaron alrededor de 400 millones de pesos. El fin, de acuerdo con la declaración de la ex funcionaria, era demostrar “que su patrimonio económico y el dinero recibido normalmente de su salario no le permitían pagar” a la senadora aquellos gastos.

De acuerdo con Leal, la directora en ese entonces del DAS, María del Pilar Hurtado, le preguntaba semanalmente a Tabares por sus avances en la investigación sobre aquellos dineros que presuntamente recibía la senadora.

Esa información “era para que se le abriera una investigación disciplinaria a la senadora, ya que ella, como funcionaria, no podía recibir dineros, dádivas y ningún presente que no estuviera autorizado por resolución como se acostumbra con cualquier funcionario que trabaja con el Estado”, explicó Leal. La directora del DAS recibió periódicamente informes sobre aquella investigación.

“Fue así como fui citada a un comité de proyectos para exponer el caso Monómeros al tiempo que un funcionario de Policía Judicial presentó otro caso que ya estaba judicializado sobre unos dineros, fueron tres mil quinientos millones de pesos, que entraron de Venezuela y que fueron consignados a una ONG en Buenaventura”, contó la ex funcionaria.

La intención con la presentación de aquellas dos investigaciones era considerar si ambas podrían considerarse como un mismo caso de financiación venezolana a colombianos.

“Cuando yo tuve organizadas las carpetas y la información con todos estos datos, la doctora María del Pilar me solicitó en momentos diferentes dos cosas. La primera, que le entregara esta información, más la copia del original de la factura que se consignó en México, a la doctora Nancy Patricia Gutiérrez”, contó Leal. Por esos días, Gutiérrez era presidenta del Senado y se disponía a hacer un debate a la senadora Córdoba con la información suministrada por el DAS, según la versión de esta ex funcionaria que habló ante la Fiscalía.

Leal dijo que le entregó parte de esta información a Nancy Patricia Gutiérrez en su apartamento y otra en una agencia de asesoría de medios de comunicación.

Más tarde, la senadora viajó a Estados Unidos a entrevistarse con Simón Trinidad. Funcionarios del DAS estuvieron pendientes de sus movimientos y reportaron información que decía que “quien la recibió en el aeropuerto, la trasladó al hotel fueron funcionarios del gobierno de Venezuela”, de acuerdo con la versión de Leal.

La ex funcionaria dijo que le parecía normal investigar los dineros recibidos por Piedad Córdoba, pues podría tratarse de una irregularidad que estaba cometiendo como empleada pública. Y si ese era el caso, debía ser investigada disciplinariamente.

Por eso, “me sentí desconcertada cuando hace aproximadamente dos meses la doctora María del Pilar Hurtado en una visita que me hizo en compañía del señor capitán Tabares a mi anterior sitio de reclusión en Aquimindia, y cuando me preguntaba si me acordaba sobre esta investigación en especial, y yo le empecé a contar de qué se había tratado este asunto y que incluso ella me había enviado a entregarle dicha información a la doctora Nancy Patricia Gutiérrez, me dijo que yo por qué tenía que nombrar o hablar de la doctora Nancy Patricia, y ella me dijo que no había necesidad, máxime que este tema sólo lo conocíamos Tabares, ella y yo”, confesó Leal.

En respuesta, Leal cuestionó a Hurtado sobre por qué no podía mencionar el nombre de Nancy Patricia. “¿Por qué no? – dijo la ex funcionaria a la Fiscalía – si acaso precisamente el objetivo no era que se sancionara disciplinariamente a Piedad Córdoba, máxime que yo había averiguado que la doctora Nancy Patricia como presidenta del Senado tenía todas las facultades de abrirle la investigación a la senadora y ella (María del Pilar Hurtado) me replicó que no, que esta nunca había sido la idea”, confesó Leal.

Martha Leal dijo que se cuestionó para sí misma aquella actitud de Hurtado. “Si ella no se acordaba de qué se trataba la investigación, primero, por qué me preguntó qué tanto sabía o me acordaba de la misma y cómo al final me dice que este no era el objetivo de la investigación, cuando para mí siempre fue claro por las instrucciones que recibí que yo debía establecer que efectivamente la senadora sí había recibido plata por orden de PDVSA a través de Monómeros, como consta en la misión de trabajo que se adelantó en la subdirección de operaciones”.