Atención | Reapareció la viuda de Marcelo Pecci. Reclama ser reconocida como víctima en juicio contra la mujer que pagó por el asesinato

Este martes se llevó a cabo la audiencia de acusación en contra de Margareth Lizeth Chacón Murcia, compañera sentimental del narcotraficante Andrés Felipe Pérez Hoyos, quien simulaba ser empresario, y ya aceptó su participación en el crimen del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, registrado el 10 de mayo de 2022, mientras estaba en su luna de miel en la isla de Barú, muy cerca de Cartagena.

En la audiencia virtual, desde Paraguay, compareció por primera vez Claudia Andrea Aguilera, quien le pidió a la jueza tercera de conocimiento de Cartagena que tanto ella como su bebé recién nacido sean reconocidos como víctimas dentro del proceso penal contra Chacón Murcia.

La mujer, quien fue detenida el pasado 18 de enero en El Salvador, fue señalada de ser pieza fundamental en el manejo del dinero que fue utilizado para contratar a los sicarios y adquirir las armas. “Se habría concertado con su esposo y su cuñado, Andrés Felipe y Ramón Emilio Pérez Hoyos, respectivamente, para planear y definir aspectos determinantes en la logística y financiación del crimen”.

Las pruebas documentales permitieron inferir que esta mujer “tuvo el fin de planear y proveer al articulador todos los insumos criminales para acabar con la vida del señor Marcelo Pecci”. En un almuerzo que se realizó en un restaurante de Cartagena, la mujer habría insistido en que el crimen se ejecutara lo más rápido posible, señalando que, estando en su plan vacacional, el fiscal Pecci era una persona vulnerable.

Y es que, de acuerdo con la investigación y argumentos de la Fiscalía, Margareth Lizeth Chacón Murcia fue determinante en el crimen del reconocido fiscal antimafia paraguayo. En primer lugar porque el 8 de mayo de 2022, en un encuentro que se realizó en un restaurante de Cartagena, fue ella quien insistió en que el asesinato debía realizarse cuanto antes.

Además de pagar por el homicidio, fue la persona que proporcionó la logística de armas y vehículos. Incluso el arma homicida fue enviada desde Medellín a Cartagena en una camioneta. Estos movimientos fueron coordinados por Chacón Murcia.

Por estos hechos deberá responder en juicio por los delitos de homicidio agravado, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Contrario a su pareja sentimental, la mujer no aceptó los cargos durante la audiencia de imputación.

En la audiencia de acusación, el abogado Luis Henríquez, quien defiende a Chacón Murcia, pidió anular el proceso al considerar que se modificaron varios hechos jurídicamente relevantes citados en la imputación de cargos.

Frente a esto, y visiblemente molesto, el fiscal Mario Burgos manifestó que esto se trata de una maniobra dilatoria. “Esa nulidad es impertinente”, manifestó el delegado del ente investigador, quien señaló que en la acusación se citaron claramente los hechos que vinculan a Chacón con este crimen.

“Estoy acusándola por la coautoría”, reiteró el fiscal Burgos, quien señaló que no entiende las quejas del abogado defensor. “Se busca en río revuelto a ver qué prospera, eso es lo que quiere, frenar el transcurso del proceso”.

Para el próximo 3 de mayo se fijó la audiencia en la que se emitirá el fallo contra los hermanos Ramón y Andrés Pérez Hoyos, quienes reconocieron los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas. Esto por haber entregado el dinero para que se finiquitara el asesinato.

Por estos hechos ya fueron condenados a 23 años y ocho meses de prisión el venezolano Wendre Still Scott Carrillo, quien –según las pruebas– disparó contra el fiscal paraguayo; Eiverson Adrián Arrieta Zabaleta, responsable del transporte y la logística, y Marisol Londoño Bedoya y su hijo Cristian Camilo Monsalve Londoño, involucrados en los seguimientos.

Los cuatro procesados firmaron un preacuerdo en el que aceptaron su participación en los delitos de homicidio agravado, y tráfico, fabricación o porte de armas de fuego agravado. Tras esto pidieron perdón a los familiares de la víctima, su esposa y a la ciudadanía en general.