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| Foto: Archivo particular

ORDEN PÚBLICO

El cobarde asesinato de tres policías que custodiaban zona veredal del Cauca

A la indignación por el crimen se sumaron las imágenes donde se ve a un grupo de campesinos llevarse las pertenencias de la patrulla. Disidencia de las FARC estaría detrás del cruento ataque, perpetrado pocos minutos antes de comenzar el cese al fuego.

1 de octubre de 2017

El país no acababa de celebrar el anuncio del inicio de un cese bilateral de hostilidades pactado entre el Gobierno y el ELN, y que arrancó a la media noche de este sábado 30 de septiembre, cuando un nuevo acto de violencia y barbarie guerrillera se apoderó de la cruda realidad colombiana.

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Se trató del asesinato de tres policías que se desplazaban este sábado 30 de septiembre a las 4:00 pm, en una patrulla oficial por zona rural del municipio de Miranda, al norte del departamento del Cauca. Ellos transitaban por una de las vías rurales cuando estalló un artefacto explosivo y posteriormente desde la montaña los emboscaron con tiros de fusil.

Según el reporte oficial no todos los uniformados murieron a causa de la onda explosiva y se cree que algunos de ellos fueron impactados por las balas. Lo cierto es que en ese atentado criminal murieron instantáneamente el teniente Wilfredo Medina Pulido, de 32 años; los patrulleros Carlos Alfredo Lara Márquez, de 26 años y Juan Gabriel Narváez Cabrera, de 27 años.

Las primeras versiones oficiales indican que detrás de esa acción violenta estaría alias ´Mordisco´ un cabecilla del Frente primero de las Farc. Fuentes oficiales de inteligencia militar de esa región del país, coinciden en asegurar que ese subversivo habría realizado alianzas criminales con jefes disidentes de la compañía móvil Jacobo Arenas y el Frente 60 de las Farc, para seguir con el control de la producción, tráfico, comercialización de cocaína y marihuana en el norte del Cauca.

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Como era de esperarse la reacción de las autoridades cívicas y policiales fue de dolor e indignación ante semejante acto de guerra en medio de vientos de paz. Hasta gremios como Asocaña, que agrupa a todos los cultivadores y productores de azúcar en el país, se pronunciaron, “es lamentable que sucedan estos hechos de violencia que atentan contra la policía mientras ejerce sus funciones para garantizar la seguridad en la región”, señaló Juan Carlos Mira, presidente de Asocaña.

A ese dolor se suma que los tres uniformados eran integrantes del puesto de mando de protección y seguridad de la Unidad para la Edificación de la Paz, Unipep. Es decir, esos tres policías cumplían la labor de proteger y brindar seguridad a la Zona Veredal de Normalización, ZVN, conocida como Monterredondo, en Miranda, que es donde se agrupan cientos de excombatientes de las Farc que dejaron sus armas y se acogieron al proceso de paz con esa guerrilla.

Dicho en carta blanca, los tres policías emboscados y asesinados no estaban en labores de ataque o inteligencia, sino que por el contrario eran garantes de la seguridad e integridad de los subversivos que firmaron la paz.

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La muerte de los uniformados contiene otra ironía: fueron emboscados cuando retornaban hacia la ZVN, luego de llevar hasta el casco urbano de Miranda, a un grupo de personas que justamente desarrollaron actividades sociales con los guerrilleros desmovilizados.

Pero sin duda lo que más indignación produjo luego del asesinato de los tres uniformados, fue la revelación de un video que circula en redes sociales donde se aprecia a un grupo de personas, entre hombres, mujeres y menores de edad, merodear la zona del atentado, manipular los cuerpos sin vida de los uniformados y al parecer apropiarse de sus pertenencias. Por la sensibilidad de las imágenes, SEMANA se abstiene de publicarlas.

Aún no es claro si en el grupo de personas que husmean la escena del crimen se encuentran los guerrilleros de la disidencia que habrían ejecutado el atentado. Tampoco se puede asegurar si el hombre que se aleja de la patrulla de la policía atacada y con un fusil en su hombro, se trata de un guerrillero armado que llegó al lugar para confirmar su crimen, o es un campesino que se apropió del arma de dotación de uno de los uniformados asesinados.

Mientras todas esas dudas se aclaran, el video que circula en redes sociales de los minutos posteriores al atentado en el que murieron tres policías en el Cauca, al parecer a manos de guerrilleros de la disidencia, se convirtió en un motivo más de dolor e indignación.