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AUTOGOL

Con la renuncia de Aldana, Samper y Galan quedan contra la pared.

21 de diciembre de 1987

Después de un gol y un empate, nadie pensó que lo que se iba a producir enseguida era un autogol. Y eso fue exactamente lo que le sucedió a la coalición Galán-Samper que, en escasos quince días pasó de dominar la política liberal a estar dominada por los acontecimientos. Como haciendo honor a la frase de que "en política todo puede pasar", todo lo malo que les podía pasar a Galán y Samper, les pasó. Después del cuarto de hora de triunfo que representó el "aldanazo", se les alineó en su contra el " caicedazo", una coalición con la que no contaban, que incluía dos ex presidentes, maquinaria y buen candidato.
La pelea empezaba a ponerse buena, cuando el campeón tuvo que retirarse del ring dejando sólo al retador. En un comunicado digno, entregado a los medios de comunicación el sábado pasado, Eduardo Aldana anunció su retiro de la candidatura de la Alcaldía de Bogotá, alegando que "En el día de ayer, me enteré de la decisión de la actual administración del Banco de Colombia de someter de nuevo a examen de la Superintendencia Bancaria, actos de la junta Directiva a la que pertenecí como suplente por unos pocos meses, hace más de cuatro años".
Detrás de esto lo que había era que los documentos que habían aparecido en el famoso bunker del Banco de Colombia, habían llevado a que se abriera una investigación por parte de la Superintendencia Bancaria. Como consecuencia de ésta, todos los miembros de la junta serán interrogados para que den explicaciones sobre sus actuaciones en relación con los hechos objeto de la investigación. Aldana fue miembro suplente de la junta entre abril y septiembre de 1982 periodo en el cual se hicieron autopréstamos dentro del grupo Grancolombiano, para devolverle a los ahorradores de los fondos Bolivariano y Grancolombiano unos 2 mil millones de pesos como compensación de las pérdidas que se habían producido en los fondos a raíz de la pelea entre Michelsen y los antioqueños.
Las acusaciones contra Aldana no son otra cosa que un capítulo más de la cacería de brujas que desencadenó la crisis financiera y en la cual no ha quedado títere con cabeza. El personalmente no asistió a la junta más de siete veces, pues se encontraba gran parte del tiempo en los Estados Unidos durante ese período. Y lo que nunca podrá invocar es lo que todo el mundo sabe, pero nadie puede admitir. Que la mayoría de las juntas son de adorno.
Pero el hecho es que el candidato del Colegio Electoral y de la coalición Galán-Samper, no podía cargar con la cruz de una investigación a cuestas, que inevitablemente lo convertiría en un blanco para sus adversarios que, en este caso, también incluía a sus copartidarios de la línea Durán Dussán.
Esto lo entendieron Aldana y sus patrocinadores, y todo terminó dentro de la mayor cordialidad.
Lo que parece evidente es que la cordialidad no va a ser la nota de las relaciones internas del Partido Liberal en los días que vienen. Las cartas han cambiado de mano y ahora los ases los tiene Durán Dussán. El nombre de Caicedo ha pegado y el bando contrario ha perdido el monopolio de la legitimidad. A pesar de que Galán y Samper obraron de acuerdo con procedimientos institucionales y Durán optó por montar tolda aparte, que era lo mismo que irse por las vías de hecho, la realidad política desbordó las reglas del juego. Ahora, si el Colegio Electoral se vuelve a reunir y sac otro candidato, éste será percibido como un "anti-Juan Martín", en la misma forma en que un momento dado Juan Martín fue el "anti-Aldana". Esta evolución demuestra, el debilitamiento de su posición.
Por un golpe de mala suerte, Galán y Samper están contra la pared. Galán, dándose cuenta de que por fuera no tenía nada que hacer, se jugó la carta de entrar al oficialismo y quedó en el limbo. Aun cuando puede defender su posición con gran elocuencia, demostrando que el suyo es un movimiento autónomo, dispuesto a estudiar alianzas, el hecho es que está hoy más lejos del oficialismo que cuando firmó el pacto con Mestre. Ha perdido parte de los grandes apoyos que tenía dentro del oficialismo, que incluían a Carlos Lleras y a la prensa liberal. Y dentro del Nuevo Liberalismo perdió al sector radical, que considera que su jefe se entregó.
A Samper no le ha ido mejor. Mientras a Galán siempre le queda la posibilidad de decir "yo no soy de estos", Samper sí es de ellos, pero se encuentra en una encrucijada en la que puede quedarse sin el pan y sin el queso. Es decir, sin el apoyo de la clase política que tenía en el oficialismo, y sin la gloria electoral que anticipaba el día en que se alió con Galán para lanzar a Aldana. En las actuales circunstancias puede haber superviviencia electoral, pero la gloria se ve esquiva.
En los próximos días se verá un esfuerzo de ambas partes para que los liberales lleguen con un candidato único a la elección de alcaldes. SEMANA se ha enterado de que Barco está interviniendo activamente para evitar otra division señalando que le están volviendo la elección de alcaldes una primaria. Pero la cosa no es fácil. Para comenzar, es absolutamente imposible que Galán y Samper apoyen a Juan Martín Caicedo. Las cicatrices del último mes son demasiado profundas y están demasiado frescas. Para el jefe del Nuevo Liberalismo, Caicedo cometió el error imperdonable, que ya había cometido Abdón Espinosa, de no tener en cuenta el movimiento. Para Samper, son tantas las diferencias filosóficas y programáticas con Caicedo, que han pasado al campo del rencor personal. Más grave aún, ambos consideran que el gran pecado mortal de Caicedo fue haber desconocido la legitimidad de] Colegio Electoral, después de haberse inscrito acatando las reglas del juego. Como toda la posición de Galán y Samper tiene como defensa la legitimidad de este organismo, sobre este punto no pueden transar. El candidato que ellos apoyen tendría que salir de ahi. De los nombres inscritos originalmente, quedan tres: Patricio Samper, Jaime Castro y Hernando Gómez Buendía, que vuelven a quedar sobre el tapete. Como tienen que buscar el retiro de Caicedo y la participación del duranismo en el Colegio Electoral, se podría pensar en una reapertura de matrículas e inscribir otros nombres. Uno de los nombres nuevos sobre el cual se especulaba el fin de semana, era el de Rodrigo Escobar Navia por su récord como alcalde de Cali y su equidistancia de los diferentes grupos. Sin embargo, no se ve fácil que Durán vaya a modificar su posición actual, a no ser que sea en sus términos. Para comenzar, ha manifestado que no le solicitaría el retiro a Caicedo. Podría alegar que creyó en el Colegio Electoral, pero que le pusieron conejo. Durán y Caicedo están utilizando un tono conciliador, no arrogante, pero el hecho es que tienen el sartén por el mango y toda la sencillez que están mostrando no es para entregarse, sino para que se les entreguen.
Eso es seguro que no va a suceder. En política los intereses del partido no necesariamente van por encima de la dignidad personal y las dos partes prefieren caer como Sansón y sus filisteos, antes que arrodillarse. Muy probablemente el Presidente, los ex presidentes y todas las jerarquías, intentarán llegar a un gran acuerdo para lograr la unión. Cuentan como instrumento con los acuerdos MestreGalán que, en principio, todos ya aceptaron. Esto les permitiría la búsqueda de soluciones conjuntas sin que nadie parezca estar cediendo. Seguramente también se hablará de "cumbres" al más alto nivel para llegar a un candidato de unión. Pero ninguna reunión puede cambiar el hecho de que es casi imposible llegar a una fórmula en que no haya vencedores ni vencidos. Esto se ve agravado por la circusntancia de que ahora las dos partes se tienen más desconfianza que hace más de un mes.
La unión del partido es aún muy remota. Curiosamente si llega a producirse, sería solamente por una conclusión, que ya dejaba entrever el mano a mano Aldana-Caicedo, que el Partido Liberal no puede ganar las elecciones dividido.