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En medio de minas fueron hallados cadáveres que podrían ser los de ecuatorianos secuestrados

Las autoridades avanzan en la identificación de los cadáveres encontrados, para confirmar si se trata de los trabajadores del diario El Comercio, de Ecuador, asesinados por alias Guacho y sus hombres. Un cuarto cuerpo, que sería de un guerrillero, fue encontrado en el lugar.

22 de junio de 2018

El anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que varios cuerpos encontrados cerca de Tumaco podrían ser los de los tres trabajadores de El Comercio, de Ecuador asesinados por Guacho abre al menos un alivio para sus familiares.

Desde que el mandatario hizo el anuncio en su cuenta de Twitter, familiares y colegas de las víctimas se reunieron para permanecer en vigilia hasta que se ratifique la información.  "Ojalá sea cierta la información, para que los familiares tengan algo de paz", dijo a la agencia EFE una de las periodistas que acudió a la vigilia, realizada en un sector de Quito.

Con pancartas que decían "Nos faltan tres" y "Los queremos de vuelta", los participantes de la vigilia encendieron velas para pedir que se confirme que los cadáveres encontrados por las autoridades colombianas sí corresponden a los de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, quienes fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la región ecuatoriana de Mataje, cerca de la frontera.

Los cuatro cuerpos fueron encontrados en una fosa común de una zona selvática de Tumaco. Siete minas antipersonas tuvieron que ser desactivadas para poder llegar al lugar en donde se encontraban. Se cree que el cuarto cuerpo corresponde al de uno de los miembros de la disidencia de la desmovilizada guerrilla de las Farc.

Guacho, señalado por las autoridades como autor del secuestro y asesinato de los comunicadores, se convirtió en el terror de la zona fronteriza desde que se apartó de las filas de las Farc en 2016. En las últimas semanas, ha recibido varios golpes de parte de la Fuerza Pública, que han afectado a varios de sus hombres cercanos. Hace una semana, la Fiscalía y la Fuerza de Tarea Hércules, que opera en Nariño con hombres de la Policía, el Ejército y la Armada, capturaron  en el corregimiento de Llorente, Tumaco a Juan Gabriel Arizala Vernaza, alias Javier, el hermano del delincuente. A Javier se le solicitaba por concierto para delinquir. Al parecer, a la sombra de su hermano, era uno de los principales en la estructura de narcotráfico en esta región.

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La historia de un secuestro que desafío a dos países

Hace tres meses, la incertidumbre sobre el paradero de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, invadió a las autoridades de Colombia y Ecuador. El 26 de marzo, los hombres bajo el poder de Guacho confirmaron el secuestro de los ciudadanos de 32, 45 y 60 años en la parroquia de Mataje, provincia de Esmeraldas. Los profesionales fueron retenidos “mientras realizaban una cobertura periodística sobre las condiciones de vida de los pobladores que habitan en esta zona, en la que en los últimos meses se han registrado varios atentados con explosivos", aseguraron los familiares en su momento.

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Las imágenes de una prueba de vida en la que los tres aparecían encadenados empezaron a circular. Ecuador amplió el Estado de Excepción y anunció la creación de un Consejo de Seguridad Fronterizo. El país vecino desplegó toda toda su capacidad y con orden del presidente Lenín Moreno empezaron a utilizar todos los recursos necesarios en la zona de frontera. Desde ese momento inició la tensión entre los dos países. En una reunión del máximo organismo de seguridad que analizó el secuestro múltiple, Lenín Moreno envió un jalón de orejas a sus tropas por haber caído en una permisividad extrema en el límite territorial.

Además, un total de 385 periodistas ecuatorianos hicieron pública una carta y se la entregaron a la delegación diplomática de Colombia en Quito. En el documento exigían el rescate de los secuestrados, y resaltaron la obligación que tenían los gobiernos de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, y más aún de los equipos periodísticos que se encontraban de cobertura en la zona de conflicto.

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“Exigimos a los Gobiernos de Colombia y Ecuador que coordinen las acciones necesarias para el rescate de nuestros compañeros. La seguridad de la frontera colombo-ecuatoriana es responsabilidad de ambas naciones, que deben velar por la seguridad de los periodistas secuestrados. Es necesario que se tomen acciones para conocer cómo se encuentra el equipo de El Comercio”, pidieron los periodistas.

A pesar de los esfuerzos, los mismos comunicadores tuvieron que cubrir la noticia que enlutó a los ciudadanos de ambos países. Sus compañeras habían sido asesinados. Guacho y sus hombres habrían cometido el crimen para demostrar el control que tenían sobre la zona y el fortalecimiento que había adquirido su organización. El prófugo de la justicia se convirtió en el objetivo principal entre las autoridades de Colombia y Ecuador. En la zona fronteriza, los países han iniciado labores de inteligencia para cerrarle el cerco. Sin embargo, los operativos se han convertido en trabajos de inteligencia fallidos.

*Con información de EFE