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AVALANCHA DE PAROS

Una estrategia del Ministro de Comunicaciones y las directivas de Telecom impidió que el paro de Telecom pasara a mayores.

29 de septiembre de 1997


La semana pasada el país permaneció en paro. Al cese de actividades de los maestros que dejaron a cerca de 700.000 estudiantes sin clases y la orden de paro indefinido de 24.000 trabajadores del Instituto de Seguros Sociales _ISS_ que logró suspender las consultas y los servicios generales en las clínicas y los hospitales en todo el país, se sumaron paros en el sector de la televisión estatal, en el eléctrico, en Colmotores, en los servicios de transporte de pasajeros y carga y en Telecom.
En un solo día los colombianos se vieron amenazados de no contar con cuatro servicios públicos. Sin embargo, y pese a las consecuencias que podían llegar a generar las huelgas en la salud o la educación, la que más temor generó fue la de Telecom. Cuando el martes de la semana anterior el sindicato de trabajadores de esta empresa anunció paro por la decisión que tomó el gobierno de quitarle a Telecom el monopolio en la prestación de servicios de larga distancia, muchos recordaron las marchas de protesta de los trabajadores de esta empresa que en 1992 se oponían rotundamente a la privatización y amenazaban con una suspensión total del servicio local e internacional.
El presidente del sindicato de Telecom, Eberto López, argumentó para llegar al paro que una entidad que tiene una facturación anual de 1.500 millones de dólares al año no es una empresa que pueda ser considerada como no rentable. "Con la privatización _aseguró_ estamos matando la gallinita de los huevos de oro y si no hay algún acercamiento con el gobierno no nos queda más remedio que el paro".
A pesar de que hubo acercamientos entre el gobierno y los trabajadores de la empresa, el jueves el paro se llevó a cabo. Sin embargo éste no tuvo los alcances que esperaba el sindicato. De hecho, en la mañana del miércoles, José Blackburn, presidente de Telecom, y 114 funcionarios más, pusieron en marcha una estrategia para evitar que los sindicalistas se tomaran la empresa. Ese día sus maletines de trabajo en lugar de estar llenos de papeles y libros contenían ropa y crema dental. La idea de ellos, según Blackburn, era estar presentes y laborando en la madrugada del jueves cuando se iniciaran las jornadas de protesta. "Los del sindicato llegaron a las cinco de la mañana y yo ya estaba trabajando. En vez de ellos fuimos nosotros los que nos tomamos la empresa", afirmó el presidente de Telecom. La estrategia rindió sus frutos: el nivel del servicio de comunicaciones funcionó sin ningún contratiempo en un 96,7 por ciento y no se recibió ninguna llamada de protesta por el servicio.
El Ministerio de Comunicaciones, por su parte, contribuyó también a conjurar el paro al facilitar el diálogo entre los sindicalistas y el gobierno, cuyos argumentos fueron incluso transmitidos por televisión. La llave entre el Ministerio y Telecom surtió efecto y detuvo una protesta que pudo haber tenido consecuencias muy negativas para el país. Esta semana las conversaciones entre los trabajadores y la empresa continuarán. No se descarta la posibilidad de que se bloqueen nuevamente y se presente otro intento de paro. Pero de ser así, según el ministro de Comunicaciones, José Fernando Bautista, "el gobierno tiene un plan de contingencia para evitar a toda costa que los colombianos queden desconectados del mundo