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Bajo el signo de...

El astrólogo Mauricio Puerta explora desde la perspectiva astrológica la historia de Colombia.

25 de diciembre de 2000

Mientras politólogos, violentólogos, colombianólogos y pazólogos se han dedicado durante décadas a desentrañar las causas objetivas y estructurales del despelote colombiano el astrólogo Mauricio Puerta se dio a la tarea de explicar las contradicciones del país a través de las conjunciones de los astros y los planetas.

Su libro Colombia bajo los astros es un manual de astrología llamado a cambiar los paradigmas de la historia del país. Gracias a una serie de cartas astrales de Colombia, América, distintas ciudades del país y de personajes de la historia y de los tiempos recientes, el conocido antropólogo y astrólogo señala a los artífices de todo lo bueno y malo que le ha ocurrido al país.

Puerta afirma que Colombia es una típica Cáncer con ascendente Géminis y, “como nació en los últimos días del signo, pertenece al tercer decanato, de cuyos miembros se dice que son más impresionables, les cuesta más trabajo dominar su emotividad pero a cambio de ello tienen una fecunda imaginación y un carácter más amable, dispuesto a acoger o proteger a los demás”. Según Puerta, esto describe a los colombianos como tercos pero tolerantes, “tal vez demasiado”.

Pero el diagnóstico no termina ahí. Quienes piensan que los males de este país son culpa del imperialismo yanqui y del Fondo Monetario Internacional están muy equivocados. Como a Cáncer lo rige la Luna y a Géminis lo rige Mercurio, Puerta indaga el significado de esta relación y destaca la importancia de la ubicación de Mercurio en la carta astral de Colombia para enumerar algunas de sus cualidades y defectos: inteligencia, destreza, intelectualidad, ingenio, arte de escribir, dialéctica, astucia, agilidad, humor, talento para imitar, pero también sobornable, ladrón, fraudulento, embustero, falsificador, sectarista y superficial. También dice que las andanzas de Plutón por los lados de Escorpión han sido responsables de sucesos tan diversos como la devastación ecológica tras la llegada de los conquistadores, la creación del MAS, el comienzo del narcoterrorismo, los magnicidios de Rodrigo Lara Bonilla, Luis Carlos Galán y Guillermo Cano.



Astrohistoria de Colombia

Los verdaderos responsables del triunfo militar que selló la independencia no fueron Bolívar, Santander y el coronel Rook sino Saturno y Plutón, que aquel 7 de agosto de 1819 a las 11:11 de la mañana (Leo con ascendiente Escorpión) les dio por entrar en conjunción en terreno de Aries, el signo de las batallas.

Más que una guerra entre liberales y conservadores la de los Mil Días fue el resultado de “una agrupación planetaria que no sólo dividió el sistema solar en dos, sino también al propio país”. Teodoro Roosevelt y su política del garrote no fueron los responsables de la separación de Panamá. Fue el Sol de Panamá que el 3 de noviembre de 1903 “cruzaba por encima del Urano de la carta de Colombia (Urano es el planeta que encarna la independencia y la libertad), exactamente en la casa V, la de los hijos del país”.

El asesinato de Gaitán no fue una conspiración de Fidel Castro, ni de la CIA, ni de la oligarquía ni de los godos. Fue un contubernio y una manguala de Plutón, Saturno y Marte que a la 1:20 de la tarde, cuando le dispararon a Gaitán, estaban a menos de siete grados de distancia. Tanto Gaitán como Bogotá sufrieron las consecuencias de esta conjunción porque “quedó ubicada sobre el Sol de la carta de Bogotá y del Urano regente del sigo Acuario de Gaitán”.

Se equivocaba Rousseau cuando dijo que “el hombre nace bueno pero la sociedad lo corrompe”. ‘Tirofijo’ no se encuentra en estado de guerra permanente tras el bombardeo a Marquetalia sino por haber nacido bajo el signo de Tauro, constelación que en la carta astral de Colombia estaba en la casa XII, la de los karmas más pesados: secuestros, amarguras, complots, cementerio, enemigos ocultos y grupos de oposición. Pablo Escobar se dedicó a profanar tumbas, a desguazar carros, a exportar cocaína y a matar policías porque nació con la conjunción de Marte y Saturno. Su faceta de benefactor (‘el Robin Hood paisa’) la explica el hecho de que el día de su nacimiento Júpiter y Venus también andaban muy cerca, aunque no tanto como Marte y Saturno.

A Laureano Gómez lo derrocaron el 13 de junio de 1953 a las 11:20 de la mañana porque a esa hora “Marte, el regente de los militares, se ubicaba nuevamente al lado del Sol, que representa los asuntos de dignidad y gobierno (…), todo esto puesto en la casa X, la de la avidez por el éxito, el despliegue social, la vida pública”.

Este evento resultó nefasto para el país porque, una vez más, “el Sol de dicho día quedó ubicado en la casa XII del país”, la de los karmas más duros. Y también es culpa de la casa XII que el país padezca la violencia de las Farc porque, como indagó Puerta, éstas se crearon el 27 de mayo de 1964. “Unicamente un factor astrológico pasaba por Géminis, el signo de la agrupación, el propio Sol; pero lo hacía (¡adivinó!) por la casa XII de Colombia”.

El edificio de Avianca se quemó porque el 23 de julio de 1973 Urano andaba sobre el Marte de la carta astral de Bogotá. El terremoto que sacudió a Popayán el 31 de marzo de 1983 a las 8:10 de la mañana no fue el resultado de una acomodación de las placas tectónicas sino de una conjunción de Saturno (que representa los museos, las casas y las cosas viejas) y Plutón (el planeta de los terremotos, las avalanchas y los volcanes) cuando el Sol salía de la casa XII, la de los karmas, las amarguras y las pesadillas. Conjunciones similares explican las avalanchas de Armero, el río Páez y el terremoto de Armenia.

En fin, para cada asunto de la historia de Colombia hay un planeta, un signo, una conjunción y una casa. El lío es que predominan las fuerzas oscuras de los planetas oscuros, los signos oscuros y las casas oscuras.