Polémica por proyecto que pide honrar a militares del Palacio de Justicia

El 6 y el 7 de noviembre de 1985 el país vivió las 28 horas más convulsionadas de su historia reciente. A sangre y fuego un grupo del M-19 se tomó el Palacio de Justicia para exigir el cumplimiento de los acuerdos de paz, ese ataque originó una fuerte respuesta del Ejército. En la toma y la retoma murieron casi 100 personas, entre ellas 11 miembros de la fuerza pública a quienes hoy un concejal quiere honrar con una placa en la Alcaldía de Bogotá, una iniciativa que ya levanta ampolla.   

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El proyecto de acuerdo que presentó el concejal del Centro Democrático Daniel Palacios tiene como propósito “exaltar la memoria” de los integrantes de la fuerza pública que perdieron la vida en el Palacio de Justicia. “El país tiene que tener una memoria histórica de lo que pasó y no sólo una versión”, dijo el cabildante para defender la iniciativa.     

Para el concejal es indiscutible que en la toma y la retoma del Palacio hubo un sacrificio de los integrantes de la fuerza pública que no se ha reconocido tras 31 años de ocurrido este episodio.

Semana.com le preguntó al cabildante la razón por la cual pide un placa en la sede de Alcaldía cuando los hechos ocurrieron en la actual sede de las altas Cortes. Señaló que en su calidad de concejal no podría obligar a los administradores de las altas cortes a que se instale una placa, pero ocurre lo contrario con la sede de la Alcaldía. “En el Palacio Liévano hay 24 placas que recuerdan episodios importantes de la ciudad y este hecho hace parte de la historia”, dijo.

El proyecto fue presentado este viernes con las firmas de los otros cinco concejales que componen la bancada del CD y con el acompañamiento del coronel (r) Alfonso Plazas Vega, quien lideró la retoma. “Me parece que el concejal saca la cara en nombre del Concejo para hacerle un reconocimiento a la gente sencilla que murió en el Palacio, a los policías y los miembros del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS)”, manifestó Plazas.  

Esta iniciativa se da justo el día en que el CTI inició la exhumación de los restos de Enrique Girando Piñera, un guerrillero del M-19 que participó de la toma y cuyo cuerpo fue enterrado en el cementerio Jardines de Paz.   

En desacuerdo

René Guarín, hermano de Cristina Guarín, una de las desaparecidas en la retoma del Palacio de Justicia, señaló que más allá de la instalación de una placa, para él las heridas siguen abiertas, por lo que los reconocimientos deben estar acompañados de otros hechos, “la mejor manera de que estas (heridas) sanen es que los militares y policías le cuenten la verdad al país”.  

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Juan Francisco Lanao, hijo de Gloria Anzola, otra de las desaparecidas, manifestó que es importante que se asegure la reparación simbólica de todas las víctimas, pero reclamó por qué la Alcaldía no ha instalado en la casa del Florero un monumento para recordarlas, “es importante la reparación y que el monumento aglutine a todas las víctimas, no sólo a unas”.

No es la primera vez que se desata una polémica por la idea de instalar una placa que recuerde las víctimas de este oscuro episodio de la historia de Colombia y de Bogotá.

En marzo de este año, hubo cuestionamientos luego de que se conoció que se tenía que corregir la placa puesta en la fachada del Palacio Liévano y que señalaba a Plazas Vega como responsable de la desaparición de 11 personas en la retoma. Lo anterior luego de que la Corte Suprema de Justicia emitió una sentencia que lo declaró inocente. En las próximas semanas el Concejo deberá tomár la decisión.