CRIMEN
¿Por qué matan a las caleñas?
El asesinato de 14 mujeres en Cali en lo corrido del año muestra un panorama crítico en la protección de sus derechos. El escenario también es preocupante en el resto del país.
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La cifra escandalizó a todos los caleños. Entre el 1 y el 24 de enero de este año 14 mujeres fueron asesinadas. Las alarmas ya se habían encendido a mitad de mes cuando las autoridades reportaron ocho casos. Sin embargo, el 24 de enero el asunto se volvió crítico cuando la Policía reveló seis muertes más, cuatro de las cuales ocurrieron el día anterior.
Lo más preocupante es que detrás de esta terrible situación se esconden dos grandes problemas: el feminicidio y la participación de mujeres en bandas criminales. El general Nelson Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, le dijo a SEMANA que seis de las asesinadas estaban vinculadas con las bandas Chiflis, Iguis y Eduardo Santos, que operan principalmente en el distrito de Aguablanca. Y agregó que otras cinco muertes se debían a crímenes pasionales.
Lo sucedido cayó como un baldado de agua fría. Sobre todo porque desde hacía varios meses, Andres Santamaría, personero de Cali, no paraba de manifestar públicamente su preocupación por los altos índices de violencia contra la mujer, al punto de molestar con sus declaraciones a otros funcionarios municipales. “No pienso ocultar las cifras. Para la Personería es primordial fortalecer los mecanismos de defensa de la mujer. Este problema no es único de Cali, es de Colombia en general, lo que pasa es que a las otras ciudades no les gusta mostrar los números”, asegura.
Esa violencia puede desembocar en feminicidios, entendidos como el asesinato de mujeres perpetrado por hombres por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad sobre ellas. Sin embargo, en Colombia es difícil determinar cuándo la muerte se debe a esta causa y por eso la Corporación Sisma Mujer utiliza para sus análisis los datos de homicidios cometidos por pareja o expareja. Según las cifras más recientes, 145 mujeres en Colombia fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en 2014, cada 12,5 minutos una mujer fue agredida y el número de feminicidios aumentó un 63 por ciento comparado con 2013.
A pesar de que Cali ha estado en boca de todos por el número de asesinadas este año, datos de la organización Casa de la Mujer, que desde hace más de 30 años trabaja por los derechos femeninos en el país, muestran que las ciudades con riesgo extremo son Popayán, Bogotá, Cartagena, Bucaramanga y Soacha, seguidas de riesgo grave en Cúcuta, Cali, Neiva y Medellín.
En cuanto a la participación de las mujeres en bandas criminales, el general Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, afirma que es una estrategia cada vez más utilizada por grupos delincuenciales en el país. “Las usan para transportar armas y drogas, pues así evitan las requisas de la Policía. También para cobrar extorsiones y peor aún, muchas veces las obligan a involucrar a sus propios niños para que los delincuentes pasen desapercibidos”, asegura.
En este punto hay que tener mucho cuidado, ya que en la mayoría de casos “son mujeres en condición de vulnerabilidad económica, víctimas de abuso de poder y de muchas otras formas de violencia, que son obligadas a participar en los delitos” comenta Diana Quigua, abogada de la Casa de la Mujer.
El camino para proteger a las mujeres sigue siendo largo y lleno de obstáculos. Todas las organizaciones que trabajan el tema coinciden en que muchas de ellas no denuncian porque desconfían del personal que las atiende. También falta que las entidades se articulen para recibir y manejar las denuncias, para evitar que las mujeres permanezcan en riesgo. Lo más grave es que muchas de las asesinadas antes habían denunciado algún tipo de violencia. “Más del 90 por ciento de las denuncias de violencia interpuestas por mujeres en Cali quedan en la impunidad y el porcentaje es muy similar a nivel nacional”, concluye Santamaría.