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CAMARA OCULTA

La captura por parte del DAS de la líder guerrillera Marìa Edelmira Contreras 'La Heroína', fue un verdadero despliegue de tecnología detectivesca.

21 de marzo de 1994

EL ASUNTO VENIA COCInándose desde julio de 1992. Informes de inteligencia obtenidos por el DAS señalaban que una mujer, identificada por los organismos de seguridad como María Edelmira Contreras Contreras y quien aparentemente tenía vínculos con la cuadrilla Che Guevara del ELN, se encontraba en Bogotá. Otros informes, logrados gracias a la colaboración de un desertor del ELN, arrojó los mismos resultados: María Edelmira, alias 'La Profe', 'La Pola' o 'La Heroína', se encontraba en la capital desde hacía un tiempo. Una unidad especial de detectives fue encargada de seguirle los pasos y de investigarla. Pero 'La Heroína' tenía excelentes conocimientos de las técnicas de seguimiento de los servicios de inteligencia, y su rastro se perdió largo tiempo.
Un año y medio más tarde, nuevas informaciones sobre su paradero llegaron a la División de Investigaciones del DAS. María Edelmira Contreras había sido ubicada de nuevo. Residía en una casa ubicada en el norte de la ciudad, e iba con frecuencia al Congreso de la República, donde, se presumía, estaba realizando labores de lobby y de canalización de dineros para el ELN. Fue justamente en el Capitolio donde el equipo de 10 investigadores la vio por primera vez. De allí la siguió durante toda la tarde. 'La Heroína' visitó cafeterías, oficinas de Telecom, subió varias veces en buses y taxis, y finalmente llegó a una residencia. Una vez allí, no salió durante varios días. Los detectives, quienes montaron guardia las 24 horas, creyeron que había salido por otra puerta y que, nuevamente, le habían perdido la pista.
Hasta ese momento, los organismos de seguridad habìan establecido que se trataba de la profesora de primaria del colegio Rafael Pombo en Saravena, quien a los 20 años había comenzado a colaborar con los frentes guerrilleros que operaban en Arauca. En su calidad dc maestra, adoctrinaba a sus alumnos de acuerdo con las instrucciones de la guerrilla, y en poco tiempo pasó de ser una simple colaboradora de la subversión e instigadora de paros cívicos en Saravena, a ser el terror de la región. Fueron muchos los asesinatos que se cometieron en el departamento bajo sus órdenes, a nombre del estado mayor del Ejército de Liberación Nacional. A 'La Heroína' se la acusa de haber dirigido el secuestro y asesinato del obispo de Arauca, monseñor Jesús Emilio Jaramillo; de haber ordenado la matanza de 12 soldados, y de haber sido una de las principales responsables de reclutar personal para engrosar las filas de la subversión. Escondía en su casa dinamita y armas largas de propiedad de la guerrilla. Fue una de las fundadoras del frente Domingo Laín del Ejército de Liberacion Nacional. Contra ella había varios autos de detención, y pesaba una condena de 10 años por rebelión y homicidio. Su traslado a Bogotá obedecía, según fuentes de los organismos de seguridad, a que participaba en la formación de las Milicias Populares de la capital.
Por su prontuario, los detectives a cargo de la investigación sabían que se trataba de un pez gordo, y que el seguimiento no sería fácil. 'La Heroína' salía poco, y tomaba varios buses y taxis para un solo desplazamiento. El mayor problema, sin embargo, consistía en saber si en realidad se trataba de la misma persona que figuraba en los expedientes. Antes de una identificación completa, no podrían proceder a su captura. Y fue ahí en donde comenzó el verdadero trabajo de sabuesos.
Un dactiloscopista se unió al grupo de vigilancia, con el único fin de obtener la prueba irrefutable de la identidad de la sospechosa: sus huellas digitales. Durante días, los investigadores montaron guardia ante la residencia donde 'La Heroína' se había recluido, a la espera de que volviera a asomar la nariz. Finalmente, cuando lo hizo, se detuvo en una cafetería. Allí, para gran ilusión de los detectives, tomó una Coca-Cola. La botella sería una superficie lisa, pulida y sólida, ideal para tomar las pruebas dactilares. Luego de una acalorada discusión durante la cual propietarios e investigadores se raparon la botella, los agentes del DAS lograron comprar el envase. No obstante, sólo pudieron recuperar algunos razgos generales de la morfología dactilar, que resultaban insuficientes para hacer una confrontación con las huellas de la Registraduría. Lo mismo sucedió con el dinero con el que la sospechosa había pagado una carrera de taxi, y con el teléfono de Telecom desde el cual hizo varias llamadas a distintas zonas del paìs.
Los detectives se dedicaron entonces a seguir montando guardia, camuflados y disfrazados en distintos atuendos, con el ánimo de tomar fotografías y videos sin despertar sospechas. Equipos de grabación dignos de Misión Imposible registraron las entradas y salidas de 'La Heroína', sus visitas a algunas oficinas del Senado y cada uno de sus movimientos. Por último, durante una de sus salidas, la mujer entró a un restaurante lujoso. Uno de los detectives tenía que entrar a comer en una mesa cercana, pero fue necesario hacer una colecta entre todos los miembros del equipo para pagarle la cena. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena. Las huellas quedaron claramente grabadas en un vaso.
Una vez cotejadas las huellas, la captura fue cuestión de horas. 'La Heroína' salió de su casa poco después de las dos de la tarde del jueves. Los agentes del DAS la dejaron recorrer unas cuantas cuadras antes de arrestarla. "Mi nombre es María Edelmira Contreras y me llaman La Heroína", fue lo único que logró decir. A los pocos minutos, una orden de allanamiento de la Fiscalía permitió entrar en la casa, donde fue arrestado Alvaro Castro, alias 'El Palomo' o 'El Entrenador', un sicario acusado de haber cometido varios crímenes y un homicidio en Yopal, y quien estaba casado con ella. Antes de 36 horas, la mujer fue trasladada a la cárcel de Cúcuta, donde pagará su condena de 10 años. Castro, por su parte, fue puesto a disposición de las autoridades de Yopal.
Sin embargo, ahí no pararon las sorpresas. En la casa donde residía la pareja, se encontró una carta del alcalde de Saravena dirigida al alcalde de Bogotá, Jaime Castro. En ella, se solicitaba a Castro reubicar a Contreras, la cual fue presentada como una docente amenazada y exiliada por la fuerza. Para las autoridades, resulta muy diciente que el alcalde de la localidad donde 'La Heroína' es ampliamente conocida por su participación en actividades subversivas, recomiende de manera especial su reubicación. Igualmente reveladoras resultaron las fotografías tomadas durante una marcha organizada en la Plaza de Bolívar por Fecode y otras organizaciones de educadores, en las que María Edelmira Contreras aparece llevando una de las pancartas. Las fotos son la prueba más clara de una realidad que los sindicatos se han esforzado por desmentir a toda costa: que las agrupaciones sindicales están infiltradas por la guerrilla. Y si aún caben dudas al respecto, otras dos capturas efectuadas durante la semana pasada lo confirman. Fredy Pulecio y Alvaro Solano, dirigentes de la USO, fueron detenidos por sus vínculos con la guerrilla y sindicados por rebelión. Se trata, pues, de etapa de duros golpes para las organizaciones sindicales, y de una racha de éxitos para el DAS, que cerró la semana con el hallazgo de una importante caleta de dinamita de las FARC.