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Durante 14 años el padre Camilo Bernal dedico su trabajo a la rectoría de la Universidad Minuto de Dios. | Foto: Foto: Archivo Semana.

EDUCACIÓN

Camilo Bernal, sacerdote y ejecutivo de primer nivel

Este miércoles el religioso se posesionará como director del Sena. Aunque su nombramiento resultó ser toda una sorpresa para el sector educativo, su hoja de vida habla por sí sola. Conozca la historia de este sacerdote con múltiples éxitos como gerente.

18 de enero de 2011

Si hay algo que el padre Camilo Bernal sabe hacer muy bien es administrar la plata. No en vano, antes de ordenarse como sacerdote, fue delegado por la Conferencia Episcopal como tesorero de la gira que el Papa Juan Pablo II hizo en el país en 1986. Ese sería el primer paso de una carrera brillante como sacerdote y como gerente de empresas creadas al servicio de la comunidad.

Calmado, estricto, organizado, humano y muy bien informado. Así describen amigos y allegados al padre Camilo, quien pronto dejará su cargo como rector de la Universidad Minuto de Dios, para asumir la dirección del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), un nombramiento que causó sorpresas por tratarse, para muchos, de una decisión nada burocrática.

Una firma cazatalentos lo recomendó. Su trabajo, silencioso y con resultados, convirtió poco a poco al padre Camilo en una figura de respeto en el sector educativo, suficiente para que el Gobierno le propusiera la dirección del centro de formación pública más importante del país, que maneja un presupuesto de 2 billones de pesos al año y cuenta con 8’219.383 estudiantes.

El 24 de noviembre de este año cumplirá 24 años de sacerdocio. Sin embargo, su vida como universitario no tenía grandes diferencias a la de sus compañeros, uno de ellos, Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín.

“Él estudiaba ingeniería de sistemas y nos encontramos en los cursos de matemáticas: era mi compañero de pupitre. Lo conocí con novia, pero siempre lo he visto como sacerdote. Es calmado, amable, educado, serio, riguroso y no abusa del poder. Se preocupaba por uno: recuerdo que como yo era un paisa en la capital, siempre me preguntaba cómo estaba”, cuenta Fajardo.

Y mientras departía y disfrutaba de fiestas y viajes “sabrosos” como los describe el exalcalde, el tema espiritual tomaba fuerza en la vida de Bernal y para ese entonces conoce al padre Diego Jaramillo, actual presidente de la organización Minuto de Dios y su amigo desde hace 35 años.

“Era un joven estudiante que comenzó a participar conmigo en distintos grupos juveniles de oración y reflexión sobre la Biblia. Participamos en una comunidad que llamamos Tierra Nueva”, cuenta el padre Jaramillo.

Un año después de graduarse como ingeniero de sistemas y matemático en la Universidad de los Andes, en 1978 asume la subdirección Nacional de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal y luego como profesor de ingeniería de sistemas en Los Andes. Gracias a su labor, le fue otorgada una beca para estudiar en Francia. Empacó maletas y se fue a la capital francesa a cursar su doctorado en Inteligencia Artificial en la ‘Ecole Nacional Politecnique de Grenoble’, entre 1980 y 1981.

“Cuando Camilo estaba en Francia me escribió una carta en la que me decía que pensaba en el sacerdocio, que si lo apoyaba. Fui la Universidad Javeriana para hablar sobre la posibilidad de que empezara sus estudios de teología. Me aceptaron la propuesta”, cuenta el padre Jaramillo.

Un gerente con sotana

Se graduó como teólogo y en 1986, después de encargarse del manejo financiero de la visita del Papa, es nombrado gerente general de Lumen 2000, la productora de televisión de la Corporación Minuto de Dios que el padre García Herreros fundó en 1958.

Con esta comunidad eudista comenzó su exitosa carrera como gerente. Pronto asumiría las riendas de la Corporación Minuto de Dios y por último, desde hace 14 años, la rectoría de la Universidad Minuto de Dios, que recibió con 2.500 estudiantes y que entrega con 57 mil en todo el país.

Gabriel Burgos, exviceministro de Educación Superior y exrector de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab), lo conoce. La educación los hizo amigos desde hace 12 años, tiempo suficiente para calificarlo como un “ejecutivo de alto nivel” y como una ficha clave en el crecimiento de la universidad, sostenible y con estándares de calidad.

“Yo le dije que no creía que lo nombraran porque era una persona muy especial, pero lo nombraron para fortuna del país”, confiesa Burgos, uno de los sorprendidos con la designación de Camilo Bernal.

Desde su rectoría, el padre Camilo lideró dos proyectos que son ejemplo en el sector educativo: trajo al país la idea de descentralizar la educación técnica y tecnológica y llevarla a las zonas más apartadas del país a través de los Ceres (Centros Regionales de Educación Superior), que fueron incluidos en la política educativa del gobierno anterior y creó la Cooperativa Uniminuto, dedicada a financiar la matrículas de los estudiantes de la universidad.

“La mayoría de nuestros estudiantes son de estrato 2 y 3. Son muchachos sin capacidad económica, entonces, la cooperativa les hace préstamos semestrales para financiar sus carreras. También busca trabajo para ellos de medio tiempo, de manera que les sirva para ejercitar lo que van aprendiendo y tengan una retribución económica para cubrir los gastos de su estudio”, cuenta el padre Jaramillo.

El reto para el padre Camilo Bernal ahora es más grande y seguro su vida también dará un giro: sus compañeros se preguntan si será el gran ausente a los Laudes (oración de la mañana), a los que sin falta asiste todos los días 15 minutos antes de las siete de la mañana.

Este miércoles, a las 5:00 de la tarde, el exrector se posesiona ante el Presidente. Y desde ya quienes lo conocen están convencidos de su capacidad: todos coinciden en que sabe muy bien las necesidades del país y lo que significa la educación para hacer una transformación social lejos de la politiquería y las negociaciones ocultas.