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Canciller María Ángela Holguín se reunió este lunes con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. | Foto: Tomada de @CancilleríaCol

RELACIONES BILATERALES

Canciller rinde cuentas tras su reunión en Naciones Unidas

María Ángela Holguín se reunió con el alto comisionado para los Derechos Humanos en Ginebra (Suiza) y le expuso la dramática situación que viven los colombianos deportados.

7 de septiembre de 2015

La ofensiva diplomática del Gobierno contra Venezuela avanza. Este lunes la canciller María Ángela Holguín se reunió con el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, en Ginebra (Suiza), para exponerle la situación que vive la frontera.

Durante el encuentro, la jefe de cartera expuso que 1.408 colombianos han sido expulsados de Venezuela sin cumplir con los protocolos mínimos que exigen las deportaciones. Además de los más de 10.000 connacionales que han retornado de manera voluntaria.

“Pocas veces se ha visto que a los migrantes los traten de esta manera”, manifestó Holguín, quien agregó que aunque la vía diplomática es la mejor forma de solucionar los problemas, es “importante que las organizaciones de derechos humanos conozcan la magnitud de la tragedia”.

La visita de la canciller fue más que oportuna y le salió adelante al defensor del pueblo de Venezuela, Tarek William Saab, quien también se encuentra este lunes en Ginebra en busca de una reunión con la oficina del alto comisionado.

“Creo que es una buena ocasión para enviarle el mensaje al señor defensor del Pueblo de que, independientemente de las razones, la cuestión es el tratamiento que le dan a una gente que ha creído que Venezuela podía ser un buen lugar para vivir, pero que de la noche a la mañana los sacan como lo peor. Creo que es un buen momento para que la oficina del alto comisionado converse con el defensor del Pueblo”, manifestó Holguín.

¿Un pronto encuentro?

El jueves pasado el presidente Juan Manuel Santos aseguró que estaba dispuesto a reunirse con su par venezolano, Nicolás Maduro, siempre que existan “condiciones humanitarias”.

Aunque el mandatario venezolano tildó las condiciones que puso Santos como “amenazas”, Venezuela cedió y abrió un corredor para que cientos de niños de Ureña y trabajadores pudieran pasar a Cúcuta a cumplir sus labores.

Sin embargo, los esfuerzos no han sido suficientes. El Gobierno insiste en que se les brinden garantías a las familias expulsadas, que se les permita regresar por sus pertenencias al país vecino y que se les brinde la posibilidad de encontrarse con sus seres queridos, pues hay padres colombianos que dejaron sus niños en Venezuela.