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Luis Ignacio Hincapié señalado de ser el autor del crimen de Ruby Serpa | Foto: Archivo

CRIMEN

A la cárcel presunto asesino de Ruby Serpa

A Luis Ignacio Hincapié, el inquilino de la mujer que apareció desmembrada en Fontibón, le imputaron el delito de homicidio con sevicia, pero no lo aceptó.

2 de agosto de 2012

Durante una audiencia realizada en la Unidad de Reacción Inmediata, URI, del barrio La Granja, en Bogotá, en contra de Luis Ignacio Hincapié, el hombre que posiblemente es el autor del atroz crimen de Ruby Stella Serpa, la Fiscalía detalló la forma en la que presuntamente Hincapié ocultó el cuerpo de la mujer y luego lo sacó, desmembrado, al humedal de Fontibón.
 
La historia se inicia cuando Hincapié llegó hace cerca de cinco meses a la vivienda del barrio El Recodo, de la mencionada localidad, en el occidente de Bogotá, donde vivía Ruby. Su idea era buscar un sitio para vivir por lo que la santandereana optó por arrendarle.
 
A los pocos días empezaron las peleas entre propietaria e inquilino por dos razones. El primero, por las continuas fiestas que hacía el hombre en el predio y a las que asistían personas de dudosa reputación, a juicio de los vecinos.
 
El segundo motivo de las contiendas era por el dinero del arriendo. De hecho, la última discusión que tuvieron fue por esa razón y la mujer le gritó que se fuera de la propiedad.
 
Pero las peleas se silenciaron por varios días y de allí que a los residentes del conjunto se les hizo extraño y le preguntaron al hombre qué había pasado con Ruby a lo que él sostuvo que ella se había ido de viaje.
 
A los pocos días de esa declaración hubo una nueva juerga en la vivienda, pero con un ingrediente adicional: un olor nauseabundo emanaba del interior del predio. Todos los notaron menos los asistentes al festejo que, dicen los testimonios, ya estaban pasados de tragos y se cree que hubo consumo de algún alucinógeno.
 
La farra fue interrumpida, sostuvo el fiscal ante el estrado, por un policía que llegó atendiendo el llamado de la comunidad por la bulla y el escándalo. En ese momento, uno de los asistentes le dijo al uniformado que le había robado la billetera durante el jolgorio.
 
Cuando el policía quiso entrar a la casa para hacer una requisa, Hincapié se opuso manifestando que para tal acción se requería una orden judicial de allanamiento o, en su defecto, una autorización de la dueña de la casa.
 
"Es un labrador"
 
Luego de la farra, vino otro detalle que llamó la atención de los moradores del conjunto residencial. Algunos le contaron a los investigadores del CTI que el olor se incrementaba a la par con unos ruidos extraños, “como si serrucharan algo y después se oía que lavaban mucho el piso”.
 
Otra declaración clave fue la de dos personas que en la madrugada del 7 de julio describieron a un sujeto "de corta estatura, obesa y de escaso cabello" que llevaba algo envuelto en un colchón y luego lo arrojó a las aguas del humedal Meandro del Say, ubicado a escasos metros de la vivienda de Ruby.
 
Hincapié, pese a que no se lo preguntaron, les dijo a los hombres que "era un perro labrador que se había muerto y que pesaba mucho".

Muy cerca de donde arrojó el colchón, apareció el torso de una mujer el pasado 22 de julio. En ese momento, una de hermana de Ruby dijo que ese colchón era de su familiar y posiblemente de ella era el segmento hallado, pero no fue sino hasta este lunes cuando se confirmó la plena identidad de la mujer que tenía 44 años.
 
Bajo estos argumentos, el representante del ente acusador pidió que Hincapié sea procesado por homicidio agravado doloso con sevicia. Sin embargo, el indiciado, capturado el martes en horas de la mañana, no se allanó al delito pero fue enviado a la cárcel Modelo a la espera de su llamado a juicio.
 
Por su parte, la familia de la víctima pide a los investigadores que se haga un recorrido por el humedal para que encuentren el resto del cuerpo y así darle cristiana sepultura a Ruby, la mujer a la que mataron porque cobró el dinero de un arriendo.