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| Foto: Ángel Vargas - Prensa Senado

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Cárceles: bomba de tiempo

Desde mafias entre guardias e internos hasta mercados ilegales de estupefacientes fueron denunciados en el Congreso. Gobierno admite que cuenta, en promedio, con un guardia para controlar 500 internos.

6 de septiembre de 2011

En un debate en el Congreso el senador liberal Juan Manuel Galán denunció la grave situación de funcionamiento de las cárceles del país. Entre otras cosas, denunció una mafia entre guardianes del Inpec y algunos reclusos que, incluso, cobran por el acceso a los servicios públicos dentro de las cárceles.
 
Por ejemplo, Galán reveló que en algunos centros carcelarios los reclusos se ven obligados a pagar hasta $5.000 para tener acceso al servicio de agua potable y hasta dos millones pesos para contar con una celda. De lo contrario, tienen que permanecer en los pasillos.
 
Pero más allá de ese hecho, Galán señaló que actualmente el Inpec cuenta, en promedio, con un solo guardia para controlar a 500 presos.
 
El ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, admitió públicamente la grave situación carcelaria, pues reveló que la resocialización de más de 100.000 presos que hay actualmente en el país está en manos de tan solo 10.000 funcionarios que tiene en total el Inpec.
 
"La resocialización de más de 100.000 internos en todo el país está en manos de poco más de 10.800 funcionarios que tiene el Inpec, de los cuales 1.300 son aforados hoy en día", indicó Esguerra.
 
Durante el debate en la Comisión Primera del Senado, Juan Manuel Galán reveló testimonios que sirvieron para denunciar el pago de extorsiones internas para que los reclusos puedan acceder a servicios básicos.
 
Juan Manuel Galán agregó que al interior de las cárceles "usar un BlackBerry cuesta cerca de 30 millones de pesos, mientras que un cigarrillo se vende hasta por 6.000 pesos, y una botella de whisky puede costar hasta 700.000 pesos".
 
Galán también reveló la grave situación de los guardianes, a quienes sus condiciones de trabajo los obliga a operar más de 100 horas semanales en condiciones poco óptimas.
"Mientras un funcionario debe trabajar por mucho 48 horas semanales, los guardias del Inpec lo hacen 140 horas semanales. 768.000 pesos es el salario base de un dragoneante, y con bonificaciones recibe un poco más de 1’700.000 pesos", explicó el congresista.
 
Galán también reveló que los guardianes están expuestos a enfermedades como "tubercolosis, lepra, VIH Sida, pulgas, piojos, roedores, y hasta trastorno mental por estrés. Incluso, algunos están a exposición de los fluidos corporales de los internos".
 
Más cárceles
 
El ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, reveló que el Gobierno tiene planeado construir seis megacentros carcelarios en los próximos 4 años para internar a más de 26.000 reclusos, pero admitió que esa medida será insuficiente para mejorar la situación de hacinamiento.
 
El Ejecutivo cuenta, según Esguerra, con 60.000 millones de pesos, pero señaló que las nuevas cárceles costarán un billón 500.000 millones de pesos, por lo que el Gobierno recurrió a la figura de las concesiones para poder cumplir esa meta.
 
El director del Inpec, general Gustavo Adolfo Ricaurte, reconoció que la situación carcelaria en el país es “complicada”, por eso pidió excusas al país y mostró su pesar por todas las irregularidades que se han descubierto en el Inpec.
 
Ricaurte pidió ayuda al Estado especialmente en la atención de presos con problemas mentales. Afirmó que “el Inpec se está convirtiendo en clínicas para atender a personas con problemas siquiátricos en los 140 centros penitenciarios que tiene el país”.
 
También reconoció que “es verdad que algunas zonas aledañas a los centros penitenciarios se están convirtiendo en focos de inseguridad”.