Home

Nación

Artículo

| Foto: SEMANA

JUDICIAL

“Carlos Castaño entró en crisis por asesinato de Garzón”

Así lo aseguró la exsenadora Piedad Córdoba, durante el juicio contra José Miguel Narváez.

21 de noviembre de 2013

Hoy, 14 años después del asesinato del humorista Jaime Garzón, todavía surgen nuevas aristas del caso, ocurrido el 13 de agosto de 1999.

Ahora, la exsenadora Piedad Córdoba declaró que el jefe paramilitar Carlos Castaño terminó afectado luego de ordenar el asesinato de Garzón, muerte que dictaminó por presunta recomendación del ex subdirector del DAS José Miguel Narváez.

“‘Don Berna’ comentó que Carlos Castaño había entrado en un estado de crisis porque se dio cuenta de que se había cometido un grave error, porque no se imaginaba que el asesinato de Jaime Garzón causara la conmoción que causó en el país”, explicó Córdoba ante el juez séptimo Especializado de Bogotá, al señalar que las declaraciones se las entregó el jefe paramilitar cuando una comisión en la que ella iba visitó a ‘Don Berna’ en la cárcel. 

La exsenadora añadió que ante lo sucedido, Castaño había "decidido prescindir de los servicios de Narváez, porque les hizo cometer muchos errores, entre ellos la muerte de Jaime Garzón”.

Además, Córdoba explicó que en una de esas reuniones que tuvo con ‘Don Berna’ el exjefe paramilitar le manifestó que Narváez tenía una relación muy cercana con las autodefensas, por lo que era “considerado un miembro más de la organización”.

En sus declaraciones, Piedad Córdoba señaló que mientras estuvo secuestrada en 1999, cuando le hicieron un juicio por su presunta relación con el ELN, se dio cuenta del plan que tenían Castaño y Narváez para asesinar a Garzón. 

“Durante el secuestro por parte de las autodefensas, el señor Carlos Castaño aseguró en términos bastante fuertes y agresivos que yo tenía una relación para contribuir con el Ejército de Liberación Nacional (…) Allí me di cuenta que a Garzón lo llamaban ‘betún’ y me manifestó su deseo de hacerle un juicio y matarlo”, expresó la exsenadora.

Cuando fue liberada, se puso en contacto con el humorista para advertirle del plan que tenían las autodefensas. Estas perseguían al humorista por las supuestas relaciones de este con la guerrilla. 

“En la última conversación con él (Garzón), luego de mi secuestro, le dije: ‘Te van a matar’. Estaba muy nervioso y muy asustado, dijo que había recibido muchas amenazas. Le recomendé hablar con Yamid Amat para que lo protegiera o se fuera del país (…) Yo le comenté a Jaime Garzón mi preocupación porque se notaba el interés de asesinarlo, porque a mí me iba a pasar exactamente lo mismo. Le manifesté mi preocupación en un restaurante que se llama El Patio, en Bogotá”, sostuvo Córdoba.

Las declaraciones de la exsenadora se conocen en el marco del juicio que se le adelanta a Narváez por la muerte del periodista y humorista Jaime Garzón.