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| Foto: Archivo SEMANA

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Tiempo extra para el caso de Álvaro Gómez

El fiscal Eduardo Montealegre amplió hasta marzo del 2022 el plazo de prescripción del proceso para esclarecer el crimen del líder conservador.

27 de octubre de 2015

La fórmula que utilizó la familia del inmolado líder conservador Álvaro Gómez Hurtado surtió efecto. A menos de una semana de cumplirse 20 años del asesinato, el fiscal Eduardo Montealegre amplió el plazo de prescripción del proceso hasta marzo del 2022.

Con el anuncio se abre la posibilidad de encontrar en un lapso de siete años los responsables del homicidio. Sin embargo, la Fiscalía no resuelve la solicitud que con insistencia ha hecho la familia de declararlo crimen de lesa humanidad.

“La Fiscalía amplía el termino de prescripción teniendo en cuenta que hay personas de la fuerza pública que van a ser vinculadas al proceso y por lo tanto se va a ampliar hasta marzo del 2022”, señaló Montealegre en una visita a la facultad de Derecho de la American University, en Washington (EE. UU.).

En noviembre se cumplirán dos décadas del proceso en poder de la Fiscalía. Desde hace varios años, la familia de Gómez Hurtado y la Procuraduría ya han solicitado (incluso vía tutela) que se declare el caso de lesa humanidad y con ello se evite que se venzan los términos.

Pero el ente acusador ha negado dichas peticiones con el argumento de que la investigación ha avanzado y que el crimen no fue un hecho sistemático y generalizado contra la sociedad.

Para la familia del líder conservador, el fracaso de los 19 años de investigación sobre los autores materiales e intelectuales de su muerte ha sido producto de la poca gestión de la institución y de intereses particulares que buscan que el crimen prescriba y que quede en la impunidad.

Así lo expresó en su momento Enrique Gómez Martínez, abogado de la familia, quien indicó "los homicidas y autores intelectuales ostentan cargos diplomáticos, manejan cuotas de poder, controlan la justicia, nosotros ni siquiera logramos que alguien escuche en juicio las pruebas que con tanto esfuerzo se han recogido".

A propósito de este caso, hace unos días fue citado el general retirado Rito Alejo del Río a una versión libre por la investigación en curso por el magnicidio. Esta cita forma parte de la nueva etapa de recolección de pruebas realizada por la Unidad de Análisis y Contexto de la Fiscalía y está fundamentada en las declaraciones dadas por el desmovilizado paramilitar Edwin Zambrano Pinto, alias ‘William’.

Las afirmaciones de Zambrano indican que el general Rito Alejo del Río, quien en ese momento era comandante de la Brigada XVII del Ejército, ordenó a varios uniformados que se realizaran asesinatos selectivos, dentro de los que estaba el del candidato Álvaro Gómez.

“En el caso del doctor Álvaro Gómez, este estaba dando bastante incentivo a los medios sobre la influencia del narcotráfico en la campaña de Samper, por lo que era necesario betar (sic) esa propaganda para que no se distorsionara una posible negociación de narcotraficantes en el futuro”, dice uno de los apartes del documento de la Fiscalía que dio a conocer SEMANA en su momento.

“Se consideró que lo más adecuado para este tipo de operaciones era conseguir un enlace con el general Rito Alejo del Río y la Brigada de Inteligencia de la XIII Brigada en Bogotá. El general determinó que el operativo más seguro sería a la salida de la universidad donde trabajaba el doctor Gómez, dijo además que la única forma era filtrar la seguridad por medio del mismo Estado y eso se logró por medio del general, a quien señala de ser el autor intelectual de la muerte de Álvaro Gómez”, afirma otro segmento del documento de la Fiscalía.

La declaración de Zambrano ocurrió en una audiencia de Justicia y Paz en Barranquilla en la que se hablaba de los crímenes de las autodefensas en los Montes de María. El testigo nació en 1970 en El Bagre (Antioquia) y prestó el servicio militar en el Batallón de Infantería Cacique Nutibara, en el municipio de Andes (Antioquia).

En una declaración ante la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación, dijo haber ingresado a las autodefensas por sugerencia del entonces teniente coronel Rito Alejo del Río, quien le habría dicho que en Urabá se estaban conformando unas milicias de contraguerrilla.