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Momentos en que Carlos Cárdenas, acusado de homicidio agravado por la muerte de Luis Andrés Colmenares, es reseñado por la guardia de la Cárcel Modelo. | Foto: Cortesía INPEC

JUSTICIA

Caso Colmenares, ¿se empieza a armar el rompecabezas?

El descubrimiento de quien puede considerarse como el testigo clave en la investigación por la muerte del estudiante de la universidad de Los Andes, fue el as bajo la manga de la Fiscalía. La defensa de los implicados asegura que el declarante miente.

7 de junio de 2012

El nuevo capítulo en el marco del pleito judicial que busca esclarecer las causas de la muerte de Luis Andrés Colmenares tiene varios ingredientes que van desde amenazas, dos delitos más en el proceso, sobornos, un posible autor del deceso, un testigo desaparecido y otro que entregó detalles sobre la manera en la que fue golpeado el estudiante de la universidad de Los Andes.

El as bajo la manga del fiscal Antonio Luis González, sin duda, fue el descubrimiento del testigo que contó, bajo la gravedad de juramento, la manera cómo supuestamente fue golpeado Colmenares. El relato del declarante, leído por el representante del ente acusador ante el estrado, hizo llorar a los padres del estudiante quienes asistieron a la audiencia en su condición de víctimas.

Pero, ¿por qué aparece hasta ahora el testigo? ¿Por qué no habló antes sabiendo que el proceso que se adelanta es de conocimiento nacional? ¿Qué lo motivó a presentarse ante las autoridades? El propio González intentó responder a estas dudas durante la diligencia judicial que se rindió ante el juez 41 de garantías y la cual se extendió por 11 horas.

De acuerdo con el fiscal, el testigo fue identificado como José Wílmer Ayola, natural de Codazzi, César, quien decidió ir ante un CAI de Engativá, en el noroccidente de Bogotá, donde le confesó a un patrullero lo que sabía. Posteriormente, fue trasladado hasta la sede de la Sijín en el centro de Bogotá. Eso fue el pasado lunes sobre las once de la noche y su testimonio terminó pasadas las dos de la mañana del martes.

"Ya sabemos dónde ubicarlo"

"¿Por qué decide colaborar en este caso?" fue una de las primeras preguntas que le hizo el investigador de la seccional de la Policía Judicial a lo que Ayola respondió que porque "estaba amenazado".

La primera de las supuestas intimidaciones data de marzo del año pasado cuando el caso aún no había estallado ante la opinión pública. De acuerdo con el presunto testigo, para esa fecha, llegaron dos hombres hasta su casa y preguntaron por él. No obstante, Ayola se 'auto negó', es decir, les respondió a los sujetos que la persona a la que buscaban no estaba en la casa.

La más reciente amenaza y por la que al parecer decidió romper su silencio habría ocurrido el pasado sábado 2 de junio cuando fue interceptado por dos hombres que iban a bordo de una motocicleta que llevaba la placa cubierta con un trapo.

"Ya sabemos dónde ubicarlo, ya usted sabe de lo que le estamos hablando", fueron las supuestas palabras que le dijo uno de los sujetos y las cuales Ayola contó ante la Sijín, precisando que los motociclistas no se quitaron los cascos por lo que no pudo identificarlos.

Así las cosas, con la aparición de este testimonio es que se presume que fue proferida la orden de captura en contra de Cárdenas a quien le fue imputado el delito de homicidio culposo y además soborno, en calidad de determinante.
 
No obstante, el abogado defensor de Laura Moreno, Jaime Granados, asegura que Ayola miente. "Es un testigo que llega de paracaídas a otro proceso (autoría material de Carlos Cárdenas) y esperemos que lo traigan al nuestro, al de Laura (Moreno) y Jessy (Quintero). Lo que he podido percibir es que tiene todas las características de un testigo mentiroso", sostuvo Granados.
 
En entrevista con Semana.com concedida por Laura Moreno a comienzos de marzo, ella reiteró la versión que ha dado en las diligencias judiciales: que Colmenares se suicidó y que tanto ella como Jessy Quintero son inocentes.

¿Dónde está Cristian?

Con respecto al delito de soborno, este se imputó porque un amigo de Ayola, de nombre Cristian, y de quien se dijo también presenció los hechos, habría recibido dinero horas después de la supuesta golpiza que le propinaron a Colmenares. Conforme narró el testigo de la fiscalía, con ese dinero pretendían comprarles su silencio.

Sin embargo, el paradero del compañero de Ayola se desconoce. Desde hace por lo menos un año no lo ve y así se lo hizo saber a la Sijín. Apenas contó que se llama Cristian y que se conoce con el mote de ‘El tizón’.

La pregunta que salta a la mesa de la investigación es qué hacía este par de hombres tan cerca al lugar de los hechos y por qué observaron la forma en la que atacaron a Colmenares.

Según el relato del fiscal, Cristian le pidió a Ayola que lo acompañara a la llamada Zona T a vender trago a las personas que esa noche de celebración de Halloweeen llegarían al sector. Para nadie es un secreto que hay comerciantes informales que ofrecen licor a precio más económico del que venden en las discotecas del lugar para que los rumberos lo camuflen y lo ingresen a los bares.

Lo que sigue

En esas andaban los dos hombres que, de conformidad a lo presentado por el fiscal González, son testigos directos del hecho. Ellos habrían observado lo que pasó ya que en su condición de vendedores ambulantes recorrían la zona en busca de clientes.

El relato ratifica la teoría que ha manejado la Fiscalía en el sentido de que Colmenares fue asesinado y no se suicidó como en un principio se quiso manejar el caso. Bajo ese orden de ideas, el giro del proceso ahora se centra en Cárdenas quien sobre el mediodía de este jueves fue enviado a la cárcel Modelo por orden del juez 41 de garantías, quien consideró que "era un peligro para la sociedad" y podría obstruir la justicia en este caso.
 
Entretanto las otras implicadas en la investigación, Laura Moreno y Jessy Quintero, continúan con similar medida de aseguramiento pero con el beneficio de detención domiciliaria.

Al rompecabezas le apareció ahora una nueva pieza, en apariencia más valiosa que las de hasta hace unas semanas cuando parecía que la investigación no avanzaba y se estancaba en medio de la atención nacional. Aún faltaría otra pieza por encajar y es el rol de Jessy Quintero en los hechos pues en el relato del presunto testigo ella no fue siquiera mencionada.

Por ahora, aunque la defensa tanto de Cárdenas como de Laura Moreno han señalado al testigo como "mentiroso", las piezas con las que cuenta el ente investigador parecen encajar hacia lo que quieren demostrar: que la muerte de Luis Colmenares fue producto de un crimen cuyo proceso no tiene precedentes en la historia judicial colombiana.