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“Me quierenhacer pagar a mí por ortiz, jaramillo y los otros deudores” | Foto: Juan Carlos Sierra

ENTREVISTA

“Yo no soy un delincuente”: Víctor Maldonado

El hombre acusado de ser una de las fichas claves del escándalo del Fondo Premium, habla en exclusiva para SEMANA desde el búnker de la Fiscalía.

5 de diciembre de 2015

Semana: Ha causado gran impresión su foto a la llegada a Bogotá, escoltado por el CTI de la Fiscalía. ¿Cómo se sintió volver al país en esas circunstancias, después de fracasar en el intento de no ser extraditado?

Víctor Maldonado:
En este momento veo mi vida como una película. No me siento el protagonista de lo que está pasando. Yo me consideraba un hombre de negocios y el actor de esa película es un delincuente y yo no soy un delincuente.

Semana: Pero la justicia colombiana lo acusa de cometer graves delitos.

V.M.:
En Colombia con frecuencia se confunde una quiebra con un delito. Yo hice negocios que no resultaron. De allí se han derivado unas consecuencias económicas por las cuales estoy dispuesto a responder. El aspecto penal que se le ha dado a esto realmente no lo entiendo.

Semana: Usted habla como si solo hubiera sido un inversionista, pero al fin y al cabo también era el mayor accionista del Grupo InterBolsa y en esa condición es difícil de creer que no sabía lo que pasaba en el Fondo Premium.

V.M.:
Yo era un accionista más de InterBolsa pero nunca participé en la administración del Fondo Premium. Esa es una confusión que tiene la mayoría de la gente y para sorpresa mía también la justicia.

Semana: ¿De qué delitos lo acusan?

V.M.:
Me acusan de tantas cosas que no nos alcanzaría el tiempo. Pero lo más grave es de haber captado dinero del público sin autorización y de no devolverlo.

Semana: Pero la realidad es que sí se captó dinero y no lo ha devuelto…

V.M.:
Es que yo creo que me están tratando como socio, como administrador o como directivo del Fondo Premium. No soy ninguna de esas tres cosas. Por lo tanto no puedo ser acusado de captar dinero del público. Recibí unos préstamos, como lo hicieron otras personas a las que ni siquiera les están cobrando.

Semana: Dada su relación con los otros socios Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo usted no puede pretender ser un ciudadano de a pie que sólo quería unos préstamos. Si en muchos negocios estaban los tres, al montar ellos un Fondo y al ser usted el mayor beneficiario, se podría deducir una complicidad aunque no esté en el papel.

V.M.:
En derecho lo único que importa es lo que está en el papel. Lo otro son simples opiniones. Repito yo soy deudor del Fondo, pero ni directivo, ni socio. Ni el único beneficiario.

Semana: Pero ya que habla de ser deudor, reconozca que como cliente fue muy mala paga. Según el liquidador Alejandro Revollo usted nunca ha presentado un plan de pago aceptable. Además de los 45 millones de dólares que debe de Premium, tampoco ha pagado los 38.000 millones de pesos en repos con la acción de InterBolsa.

V.M.:
Desmenucemos eso de mala paga. Para empezar yo tengo diferencias con la suma de los repos. A nosotros se nos ha dicho que son 16.000 millones de pesos. Y en cuanto a la deuda con Revollo yo estaba negociando con él alternativas de pago cuando decidieron embargar todos mis bienes. He ofrecido pagar mi deuda multiplicada por seis, pues originalmente creo que eran solo 22.000 millones de pesos. Pero además, me quieren hacer pagar a mí por Ortiz, Jaramillo y los otros deudores, con el argumento de que se trata de una deuda solidaria. Y también me quieren hacer pagar intereses de mora, lo cual en una quiebra, prácticamente nunca se hace.

Semana: Pero una deuda solidaria es una realidad jurídica desde el momento en que usted la firma y eso no está sujeto a interpretación.

V.M.:
A mí me sorprende que Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo vivían como millonarios hasta el momento en que tocó volver efectiva la deuda solidaria. Ahora resulta que están quebrados y que yo tengo que responder por ellos.

Semana: ¿Y la plata de los repos cuándo la va a pagar?

V.M.:
Mis abogados están revisando ese tema con mucho cuidado.

Semana: Y qué tienen que revisar, ¿acaso no lo reconoce como una obligación suya?

V.M.:
Repito, mis abogados están estudiando el tema, pues hay diferentes interpretaciones.

Semana: Usted ha hecho cosas que han molestado al liquidador. Por ejemplo en una carta que envió hace varios meses a la Superintendencia de Sociedades, ofrece entregar bienes que ya están embargados para la liquidación de Premium. Esa oferta suena medio cínica.

V.M.:
Es que desde el momento en que perdí el control sobre mi patrimonio el pago está en manos del liquidador y yo no puedo hacer nada. Lo único que quiero es que vendan lo que sea necesario y que se paguen pero eso parece imposible con el señor Revollo.

Semana: ¿Pero qué queja concreta tiene usted contra él?

V.M.:
Que los embargos cuando no se definen rápidamente pueden llegar a perder su valor. Por ejemplo, las acciones de Archie´s valen menos cada día. Lo mismo pasa con las fincas y los otros bienes.

Semana: El problema es que las cosas se venden por lo que paga la gente y no por lo que cree el dueño que valen. Ustedes hacen unos avalúos estratosféricos que nadie está dispuesto a pagar. Por ejemplo para usted Archie’s vale por lo menos 24 millones de dólares y para el liquidador, mucho menos. Además hay un 25 por ciento de Archie’s que está a nombre de sociedades suyas en el exterior y que no hacen parte de la liquidación. Eso significa que el que compre el 75 por ciento de las acciones que están en venta quedaría automáticamente de socio suyo. Usted entiende que eso hace que el negocio sea poco atractivo en las circunstancias actuales.

V.M.:
Usted parte de la base de que yo soy el dueño de ese 25 por ciento que está en manos de una sociedad panameña. Eso no es cierto.

Semana: Esa sociedad que se llama Narita Investments, siempre ha sido considerada suya desde que comenzó este proceso.

V.M.:
Le contesto lo mismo que en una pregunta anterior. Lo que importa es lo que digan los papeles. No lo que la gente cree. Esa sociedad no es mía.

Semana: Usted dice que está arruinado, pero personas que han hecho negocios con usted aseguran que tiene muchos bienes en el exterior.

V.M.:
El Estado colombiano tiene en su poder todo mi patrimonio y el de mi familia.

Semana: La voluntad de pago que usted ha expresado no es muy convincente. Mientras se manifiesta dispuesto a pagar todo, ha instaurado 20 tutelas para evitar que esto suceda.

V.M.:
Las tutelas no han sido instauradas para no reconocer la deuda, sino para probar que como yo no era socio en el Fondo Premium no puedo estar acusado de captar dinero del público. Tan pronto se reconozca esta realidad quedará claro que la intervención a mis empresas constituye una violación de mis derechos.

Semana: Dicen que Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo buscan ante la Fiscalía librarse del cargo de captación ilegal pagando las deudas de ellos con plata suya.

V.M.:
Como ustedes entenderán eso me indigna. Me opongo a que se les otorgue cualquier beneficio en lo penal con mi dinero. Deben aportar ellos también. Creo que la razón por la cual me vinculan con esos delitos es porque existe la sensación de que el único que tiene la capacidad económica para responder por la plata perdida soy yo. De ahí se deriva mi supuesta culpabilidad.

Semana: Cuál es su estado de salud actual, sobre lo cual se ha especulado mucho. Incluso se ha dicho que le está fallando la memoria lo cual suena como a una coartada para no acordarse de ciertas cosas, invocando un alzheimer.

V.M.:
Alzheimer, hasta donde sé, afortunadamente no tengo, pero cáncer de próstata sí. En cuanto a la pérdida de memoria los médicos certifican que tengo una lesión en el cerebro que me provoca una disminución gradual en esa facultad, entre otras patologías. Pero como se darán cuenta en esta entrevista, yo respondo por mis actos, a pesar de mis problemas de salud.

Semana: El mayor cargo que le imputa la Fiscalía es la captación. Si lo declaran culpable usted podría recibir una condena de entre 10 y 20 años. ¿Cómo ve ese panorama?

V.M.:
Yo estoy dispuesto a pagar la deuda económica que tengo. Reconozco que ese proceso ha sido complicado y pude haberme equivocado al no tomar decisiones en la etapa del proceso. Pero lo que es un hecho es que el patrimonio que me embargó el liquidador da para pagar la totalidad de mis deudas. Me gustaría no tener que cargar con las de mis ex socios que resultaron quebrados de la noche a la mañana. Pero cuando uno se enfrenta a lo que yo estoy enfrentando el costo económico deja de ser lo más importante.

Semana: Ya que habla de haber cometido errores, tal vez el más grande fue haberse fugado y no darle la cara a la justicia colombiana.

V.M.:
Es que cuando uno se siente inocente y lo convierten en los medios de comunicación y en la justicia en un hampón, uno pierde la razón. A eso súmele que uno no ve respeto por el debido proceso ni garantías de un juicio imparcial. Yo me sentía víctima de un linchamiento y de presiones políticas para acusarme de algo que no he hecho. No puedo explicarlo de otra forma. Debo decir que ahora que estoy aquí me concentraré en solucionar definitivamente ese problema.

Semana: ¿Cuál es su estado de ánimo hoy, después de una Semana en el búnker de la Fiscalía?

V.M.:
Qué quiere que le conteste. No puede ser peor. Vuelvo a mi primera respuesta. Me siento viendo una película en la que el protagonista se llama Victor Maldonado, pero no soy yo.

Conozca la historia completa de este polémico personaje en InterBolsa. La historia de una élite que se creía demasiado grande para caer, el libro de Gloria Valencia C.