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Tres soldados, retenidos por su presunta participación en la muerte de Álvaro Chocué Ramos, son custodiados por la guardia indígena el domingo. | Foto: EFE / STR

DENUNCIA

Cauca: la ‘guerra fría’ entre soldados e indígenas

Crímenes contra nativos y retención ilegal de soldados por la guardia indígena reviven la tensión.

1 de abril de 2013

Desde la dolorosa y penosa disputa del año pasado entre soldados e indígenas por el control del cerro Berlín, en Toribío, norte de Cauca, el país no escuchaba de la 'guerra fría' que se vive en esa región del país.

Pero el domingo 31 de marzo tres soldados de la Brigada 29 del Ejército fueron retenidos durante varias horas por la guardia indígena, señalados de ser los responsables de la muerte, en confusos hechos del día anterior, del nativo Álvaro Chocué Ramos, ocurrido en zona rural de Caldono.

“La Guardia indígena premeditadamente acusó a las tropas de la muerte del señor Álvaro Chocué, por lo que procedieron a retener al cabo primero Jesús Rodríguez Ospina; los soldados profesionales Édinson Aragón Rojas y Wílmer Añazco Calambas”, dice uno de los comunicados oficiales del Ejército (Lea aquí -Comunicado 1- y -Comunicado 2-).

El general Jorge Humberto Jerez, comandante de la fuerza de Tarea Apolo, grupo especializado del Ejército que lucha contra las FARC en el norte de Cauca, explicó que la muerte del indígena ocurrió “en medio del fuego cruzado”.

Al final los uniformados retenidos de manera ilegal fueron entregados este domingo a una comisión de la Defensoría del Pueblo, pero el incidente dejó en evidencia que el problema de los roces entre Ejército e indígenas es una herida que sigue abierta en esa zona del país.

Precisamente el 17 de marzo pasado esa misma comunidad de Caldono denunció supuestos atropellos de la fuerza pública contra dos miembros del resguardo indígena San Lorenzo y documentó en video el problema.

En un panorama difícil para soldados e indígenas están las FARC, que habrían tratan de usar la región como una retaguardia estratégica y, además, allí pueden seguir con el control de cultivos ilícitos.

En ese escenario se encuentra un Ejército que debe combatir un enemigo que se mimetiza entre la población civil y una comunidad nativa que pide a gritos que ambos bandos respeten sus territorios, porque ellos siguen siendo la cuota de sangre del conflicto.

Precisamente el 17 de marzo pasado esa misma comunidad de Caldono denunció supuestos atropellos de la fuerza pública contra dos miembros del resguardo indígena San Lorenzo y documentaron en video el problema. Vea el video del caso que sembró la rencilla entre ambas partes.