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| Foto: SEMANA.

BOGOTÁ

¿Causó o no alteraciones de ruido la ‘rumba extendida’?

La Secretaría de Ambiente asegura que el ruido disminuyó en la mayoría de las zonas de rumba, los ciudadanos dicen lo contrario.

16 de julio de 2014

Una de las más grandes preocupaciones de los capitalinos y habitantes de las zonas que fueron denominadas por el Distrito de 'Rumba extendida’, es el exceso de ruido. Sin embargo, la Secretaría de Ambiente reveló un informe este miércoles que dice todo lo contrario.


Semana.com habló con Paolo Bruno, quien es el vicepresidente de la Asociación de Habitantes del Antiguo Country, y aseguró que no pudo descansar el fin de semana pasado no sólo por la rumba hasta las 5 a. m., sino porque las personas que salen de los establecimientos hacen bulla en las calles.

“Durante y después de la rumba en la zona de la Clínica el Country, cada aproximadamente 30 minutos venían grupos de 4 a 6 personas borrachas, cada vez más borrachas, rompían botellas, orinaban en el parque, gritaban, cantaban; eso es insoportable aunque sólo es la punta de iceberg”, explicó Bruno.

No obstante, el informe de Ambiente informa que durante los monitoreos de ruido ambiental realizados en la rumba extendida del viernes pasado en Bogotá, el ruido disminuyó en la mayoría de las zonas establecidas por el Distrito, a excepción de uno de los sectores de Suba.

Según la secretaría entre las 10 p. m. del viernes y las 5 a. m. del sábado, monitorearon los 250 establecimientos comerciales ubicados en estas zonas, que incluye el ruido de los vehículos y de los transeúntes, realizando mediciones antes y después de las 3 a. m., con el fin de establecer si entrada la rumba extendida se disparaban los decibeles.

El sector donde se registró mayor nivel de ruido fue la carrera 107 con calle 143 y avenida Suba, donde se antes de las 3 a. m. los decibeles oscilaron entre 73,4 y 80,7, y con la rumba extendida estuvieron entre 74,8 y 80,9.

Según la entidad, este incremento se debe a que la mayoría de establecimientos permanecieron abiertos hasta la madrugada, y también al aumento de la afluencia de personas en las aceras y a la cantidad de vehículos.

A pesar de la lluvia de quejas de los habitantes de las zonas, que no se han hecho esperar por redes sociales (vea los trinos al final del artículo), Ambiente aseguró que sólo recibieron 25 quejas por ruido, pero sólo dos pertenecientes a las zonas piloto.

Situación de Chapinero

En este sector la situación va de mal en peor. Hay una calle que es conocida por los transeúntes como la “cuadrapicha del norte” que, según Paolo Bruno, el principal problema además del exceso de ruido, es el uso del suelo.

“No sólo no ha disminuido el ruido, sino que el meollo del asunto es el uso del suelo. La rumba extendida es una cortina de humo con la que el Distrito quiere tapar un problema que es mucho mayor”, aseveró el habitante del sector. 

A pesar de los señalamientos de los habitantes de la localidad, las cifras que tiene la secretaría de Ambiente son diferentes. 

En primer lugar, la ‘zona 1’ de Chapinero (calles 92 y 94 y carreras 11 y 15), reportó entre 61,1 y 70,8 decibeles antes de la rumba extendida. Debido a que los establecimientos en las carreras 14 y 11 y calles 94 y 94A cerraron después de las 3 a. m., la SDA solo monitoreó en el punto de la carrera 13 con calle 93, donde se registraron 59,8 decibeles, cifra inferior a los 70,8 registrados en la noche en este punto.

En la ‘zona 2’ de Chapinero (calles 92 y 84 con carreras 11 y 14), los decibeles antes de las 3 a. m. oscilaron entre 63,3 y 75,9; después de esta hora el pico fue de 75,6 decibeles. Según la SDA, esta zona se ve afectada por el ruido de los taxis y de los transeúntes del sector.

En el tercer sector de Chapinero (calles 57 y 61 entre carrera 7 y Avenida Caracas), el ruido antes de las 3 a. m. estuvo entre 69,4 y 78,5 decibeles, y luego entre 67,8 y 78,6. Después de las 4 a. m., cuando disminuyó la cantidad de taxis y vehículos, el ruido cayó en un 6,2 %.

Aunque el trino de Johnatan Nieto, subsecretario de Seguridad y Convivencia Secretaría de Gobierno, da por hecho la insonorización de los establecimientos, los habitantes de estas zonas dicen que esa promesa es casi imposible. 

"Eso es imposible porque hay establecimientos que son terrazas y cómo van a insonorizar una terraza, hay otros que no tienen puertas si no rejas, tampoco lo podrían hacer. Antes de ponerse a tomar esas medidas, deberían percatarse de que los establecimientos cumplan con las condiciones de seguridad requeridas", le dijeron fuentes a Semana.com.

Otras zonas de la ciudad

En Kennedy (avenida 1 de Mayo – costado norte – con carrera 69 y avenida Boyacá), el ruido después de la rumba extendida bajó por el cierre de muchos establecimientos comerciales, lo que contrastó con la presencia de 355 vehículos livianos, 27 pesados y 18 motos.

En el primer sector de Suba (carrera 91 con calle 147 y avenida Suba, calle 147 hasta la Avenida Suba con calle 92, incluyendo calles 146A y 93), los decibeles antes de las 3 a. m. oscilaron entre 51,1 y 69,8; luego el pico fue de 66,2 decibeles.

En el segundo sector de Suba (avenida Ciudad de Cali entre calles 153 y 139), el ruido “pre rumba extendida” estuvo entre 64,6 y 71,8 decibeles; después de las 3 a. m. osciló entre 54,9 y 69,4.

La localidad de Teusaquillo (calle 53 con carreras 24 y 28, y carrera 27 con calles 52 y 53), reportó antes de la medida entre 61,8 y 81,3 decibeles, y 58,9 y 78,3 después de las 3 a. m.; la presencia de taxis es la principal fuente de ruido en la madrugada.

En Antonio Nariño (calle 18 sur con carreras 16 y 17, y carrera 16 con calles 17 y 16A sur), los decibeles antes de las 3 a. m. fueron entre 70,2 y 77,5, y después entre 63,8 y 73,7.

Finalmente, en Ciudad Bolívar (calles 58B y 61 sur con carrera 22F), el ruido antes de la medida osciló entre 55,9 y 64,9 decibeles. Por el cierre de bares después de las 3 a.m., la SDA solo monitoreó en el punto de la carrera 22 G con 59A sur, que arrojó 64,5 decibeles, frente a los 64,9 en horas de la noche.